Champagne de la Maison Roederer: Una majestuosa sala de degustación en Himacs
Las ‘cuvées’ de la Maison Louis Roederer, una de las firmas de champagne más reconocidas, nacen de la confrontación entre equilibrio, tradición y talento. Una esencia que se ve reflejada en este proyecto, gracias a los encargados de proyectar su nueva área de degustación: el estudio de arquitectura APB-Ingenierie, la interiorista Alexandra Kalinine y el diseñador Thomas Beauclair. Por otro lado, la empresa de carpintería Kieffer Menuiserie se ha ocupado de la realización del bar, donde quisieron contar con Himacs como una garantía de higiene, seguridad y estética premium.
Al entrar en el salón de degustación, llama la atención la luz y pureza cristalina del espacio, con un bar en forma de herradura como protagonista y diseñado en un sutil maridaje de blanco, crudo y dorado.
El bar parece tallado de una sola pieza: con el mostrador, el frontal y el borde descendente, dando continuidad a la encimera. Para el canto del mostrador se ha optado por incorporar un acabado en latón, el cual añade un toque de elegancia y armonía con las botellas de la Maison. En el interior se encuentra el fregadero y, a un nivel más bajo, los muebles y los refrigeradores, perfectamente integrados en la estructura y sin generar una ruptura estética.
El principal reto para su realización fue la forma curvada y cónica, que precisó la creación de un conjunto de molde y contramolde, para dar forma al material gracias a su termoformabilidad. El frontal del bar, en forma de tulipa y ensamblado sin juntas visibles, refuerza además la continuidad característica del mobiliario. Una circunstancia por la que Himacs fue escogido como material principal, dada su ausencia de porosidades y su capacidad de adquirir una estética de monobloque.
Himacs es el material idóneo para este lugar tan concurrido, sobre todo en el caso de las superficies expuestas a líquidos y destinadas a la colocación del menaje, por su carácter duradero, resistente a las manchas y sencillo de limpiar. Además, su superficie no porosa garantiza un espacio libre de gérmenes, virus o suciedad. Líneas puras, acabados perfectamente lisos, y un tacto suave y sedoso para este bar escultórico que se funde a la perfección con el interiorismo del espacio.