Serge Ferrari tapiza con sus tejidos Stamskin Top y Stamskin Zen el Banco Aero del Aeropuerto de Ginebra
Nueva Ala Este del Aeropuerto de Ginegra, con los asientos tapizados con tejidos Stamskin Top y Stamskin Zen, de Serge Ferrari. Foto: ©JSP.
Este proyecto de remodelación del Aeropuerto de Ginebra ha sido posible gracias al estudio de arquitectura Rogers Stirk Harbour + Partners (RSHP) que ha confiado en la empresa Sellex para equipar las zonas de espera de la nueva instalación. Y no podía ser otro el elegido más que el producto Banco Aero, uno de los bancos de espera más internacionales, fabricado por Sellex y tapizados con los tejidos Stamskin Top y Stamskin Zen, de Serge Ferrari. Son tejidos perfectamente adaptados a la tapicería de mobiliario de uso intensivo (Contract), con aspecto símil cuero y una durabilidad extrema.
Estos tejidos Stamskin Top y Stamskin Zen son seguros para el usuario: libres de ftalatos, de fácil limpieza, de un aguante y una resistencia muy elevada en el tiempo. Cumplen con los estándares de resistencia al fuego y responden a las principales certificaciones exigidas. Disponen de una gran paleta de colores.
Se han instalado cerca de 250 bancos de entre cuatro y ocho plazas revestidos con estos tejidos, algunos con mesa incorporada a los laterales. Douglas Paul, Associate Partner y responsable del proyecto, asegura que desde el principio el equipo de arquitectos de RSHP identificó el Banco Aero como un producto que coincidía con la calidad a la que aspiraban para la nueva instalación. “Estamos encantados con el resultado final”, nos dice Douglas, porque el banco “se ajusta con la expresión estructural de Aile Est”.
Todos los Bancos Aero instalados son autoportantes y tapizados de colores diferentes con franja vista, para ir en línea con la tonalidad de cada zona y facilitar así la ubicación del viajero en el espacio.
Los tejidos del Banco Aero, de Sellex, están perfectamente adaptados a la tapicería de mobiliario de uso intensivo (Contract). Foto: ©JSP.
Un proyecto de 10 años
“Todo un desafío técnico”. Así se refiere Philippe Moraga, director de Infraestructuras del Aeropuerto de Ginebra, al proyecto del Ala Este que ha durado 10 años. El exoesqueleto ilustra a la perfección este reto, con el diseño y construcción de una estructura metálica de más de 7.300 toneladas. “La finalización de este emblemático edificio marca un importante punto de inflexión con la realización de la primera estructura ejemplar desde el punto de vista energético de la plataforma”.
Pero para RSHP este era un reto desafiante. Tal y como dice Graham Stirk, uno de sus fundadores, “lo emocionante es resolver problemas complejos de forma elegante”. Y este proyecto era complejo, debido a las limitaciones que presentaba la ubicación.
“Las restricciones relacionadas con el sector de la aviación, así como la proximidad a los edificios existentes, nos llevaron al límite”, explica Stirk. Por suerte, y gracias a la fuerte energía de equipo entre arquitectos e ingenieros, se pudieron solventar, porque en eso consiste la innovación, “en encontrar soluciones a los problemas que nosotros, como arquitectos, hemos creado para hacer realidad nuestra visión”.
Un aeropuerto sostenible y resistente
Con 520 metros de longitud el Aeropuerto de Ginebra ha sido diseñado con el objetivo de ser un edificio eficiente. La solución elegida fue utilizar triple acristalamiento, por lo que se beneficia de abundante luz natural y su dependencia de iluminación artificial es mínima. El edificio, además, tiene muchos dispositivos de energía: 7.000 m² de paneles fotovoltaicos en el techo; 110 pilas geotérmicas para calefacción y refrigeración; análisis detallado del rendimiento térmico para eliminar los puentes fríos; techos fríos energéticamente eficientes; estrategia de iluminación LED con sistemas de control receptivos y bajo consumo de agua utilizando métodos como la recolección de agua de lluvia.
Junto a la sostenibilidad, la durabilidad ha sido otro factor determinante en el diseño del proyecto. La paleta de materiales ha sido seleccionada siguiendo ese criterio, materiales todos de bajo mantenimiento y resistentes al constante movimiento de pasajeros. Ahí entra en juego de nuevo el banco diseñado por Lievore Altherr Molina, que si por algo destaca es por su capacidad de resistir perfectamente el paso del tiempo.
Por su parte, el granito está presente en los acabados y se aplican paneles de vidrio con pintura posterior al número limitado de superficies verticales que no están vidriadas. Los techos fríos y los paneles de acristalamiento están codificados por colores para ayudar aún más a los pasajeros a orientarse. De nuevo aquí se aprecia cómo el Banco Aero encaja a la perfección con el espacio, ya que en cada zona los bancos han sido tapizados en su color correspondiente de los tejidos Stamskin Top y Stamskin Zen de Serge Ferrari. De esta forma encontramos bancos tapizados en azul, verde, amarillo, naranja, rojo, gris y morado.
Sellex y Serge Ferrari de muestras orgullosos de “haber podido aportar color, comodidad, seguridad y diseño a un proyecto de tal envergadura”.