AkzoNobel analiza la psicología del color y por qué la elección de los tonos adecuados para el hogar puede influir positivamente en el bienestar
Cómo beneficia el color a la salud mental
Como la concienciación en torno a la salud mental sigue aumentando, ahora se sabe mucho más sobre el efecto que un encierro puede tener en el bienestar general. Lo que conduce a la pregunta de si se puede hacer algo al respecto, adaptando los espacios vitales para sobrellevar mejor el encierro en casa.
La psicología del color es un factor importante a la hora de considerar cómo nuestro entorno puede afectar a la salud mental. En esencia, tiene en cuenta cómo los distintos colores pueden influir en nuestro estado de ánimo, así como en nuestras emociones y comportamientos. Cuando nos enfrentamos a una pandemia mundial prolongada, la buena salud y el bienestar son una preocupación aún mayor, como se refleja en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas, uno de los cuales se centra en garantizar una vida sana y promover el bienestar en todas las edades (ODS 3) como parte de su marco de desarrollo sostenible.
- A la hora de seleccionar los colores, elegir tonos verdes terrosos y mezclarlos con azules puede proporcionar un entorno relajante y rejuvenecedor para la mente y el cuerpo. El dormitorio, por ejemplo, un lugar donde dormir y revitalizarse. Es por ello que este espacio debe encarnar la tranquilidad para permitir un sueño de mayor calidad. Una opción ideal para un dormitorio es un tono calmante de azul claro, combinado con un tono fresco de verde. Esta combinación puede crear un espacio apacible y sereno para que el cuerpo esté a gusto, al tiempo que reduce el estrés y la ansiedad.
- La sala de estar debe ser un entorno enérgico y atractivo, ya que el salón es el lugar donde la mayoría de la gente se relaciona y pasa el tiempo. El uso de tonos terrosos puede crear el ambiente adecuado.
- Otra zona en la se pasa mucho tiempo y energía es el estudio o la oficina en casa. Este es un espacio en el que se suele ser más productivo, por lo que es importante hacer de él un entorno que fomente la creatividad. La psicología del color sugiere que el uso de colores complementarios como el morado claro y el blanco roto para la pared principal y el zócalo del techo es perfecto para crear un entorno tranquilo y productivo en el que tanto adultos como niños puedan trabajar y estudiar. El blanco complementa el púrpura brillante y confiere a la habitación una estética atemporal, al tiempo que fomenta la creatividad y la productividad.