Tortola Design se encarga del interiorismo de Malakaña
Malakaña, ubicada en el centro de Benicassim (Castellón), es un nuevo concepto de tasca, en el que se sirven tapas de autor de la mano de su chef Jorge Lengua. Un lugar donde disfrutar de un ambiente maravilloso y una gastronomía alrededor de una mesa.
El concepto y cómo surge
Desde Tortola Design han querido llevar el Sur a Levante. Pueblos llenos de vida, la ironía, el sarcasmo, la guasa, la chufla, el salero y mucho arte por metro cuadrado. Pero sobre todo el tapeo, ese lenguaje único en el mundo que permite hablar sin hablar. Colores y texturas muy sureñas que invaden y recorren todo el espacio de fuera hacia dentro. Eso es Malakaña.
«Jorge, nuestro cliente, siempre nos hablaba de su época de cuando vivía en Cádiz. De sus vivencias allí y de lo mucho que le gustaba la cultura sureña hecha a la calle. Por ese motivo, fue cuando nos dijo que quería traer un pedacito de Cádiz a Benicasim. Entonces fue cuando empezamos a indagar en la ciudad», apuntan desde Tortola Design. Y añaden: «Cádiz es un lugar de contrastes, donde más horas de sol hay al día. Y además, en Cádiz se come y se bebe como en ningún lado. Bullicio, arte y jejeo es lo que se pretende plasmar en este local».
El proyecto de interiorismo
Para lograr esta sensación, lo que se pretende es plasmar sin que resulte evidente la esencia de Cádiz. «Para ello nos centraremos en formas curvas que nos recuerdan a las cúpulas y al estilo mudéjar de su arquitectura. Al azul de sus cielos, sus aguas marinas y al blanco de sus casas encaladas de cal», apuntan desde el estudio.
La esencia marinera se plasmará a través de materiales más duros y trabajados, como el barro, la cerámica y el hierro. Del bullicio de su gente y su forma de relacionarse, se aplicará en la forma en la que también se relacionarán en la tasca Malakaña. Por su parte, la paleta de colores que se utilizará es el resultado de la combinación de todos estos elementos descritos.
Una fachada que no deja indiferente
Aunque se trate de un trabajo de interiorismo, es obvio que este local no deja a nadie indiferente por su fachada exterior tan llamativa. La idea de la fachada es reflejar a modo de pinceladas lo que es Benicasim. En el dibujo aparecen dibujos del mar, del torreón, de las playas, etc. Un guiño a la
localidad.
«Para realizar este trabajo en la fachada, nos inspiramos en el proyecto
de marca de ciudad que Eduardo Aires realizó para Oporto», exponen desde Tortola. En el caso de Malakaña, se contó con la colaboración de Álvaro Pizarro para realizar el diseño del dibujo de la fachada y de los gráficos.
Como la intención era dar una imagen muy sureña, se pensó en que los colores que más reflejan este concepto eran el blanco y el azul. Es por ello, que la fachada está impregnada de estas tonalidades. La carpintería metálica del local (puertas y ventanas) también del mismo color para que destaquen.
Interior del local
En el interior del local, dado que todo el espacio va a estar revestido con cerámica de un color blanco roto y azul klein, se ha considerado romper con una tonalidad de colores más cálidos para el pavimento.
Para ello, se propone vestir el pavimento con cerámica que imita el barro modelo Arguillae de la marca Ape Cerámica (pavimento), y la colección Niza de la marca Harmony Peronda. Estas piezas son una tendencia con la mirada puesta en el mar, la arena de las playas de Cádiz, los colores cálidos de sus puestas de sol y el color amarronado de algunos de sus edificios emblemáticos de estilo mudéjar.
Las diferentes piezas presentan una suave destonificación que dan un toque de cerámica tradicional a este producto de vanguardia. Producto con apariencia de cemento coloreado, se presenta en formato rectangular 60×30 cm que permiten instalarla de forma natural tanto en pavimento como revestimiento.
También se incorpora otro formato 60×60 cm de la misma colección para la zona de baños y la zona de mesas altas. De este modo, se crea un efecto visual que determina claramente cada una de las zonas y así evitamos también caer en la monotoneidad de ver todo el local de un mismo formato.
«Al hablar de barro, podemos pensar en que se trata de un material poroso, de fácil absorción y poco idóneo para un lugar tan frecuentado como es una tasca», explican desde el estudio. Pero en este caso, la pieza escogida se trata de una pieza de porcelánico que imita al barro sin ser barro cocido, por lo tanto, no es un material poroso. Por lo que resulta ideal para poner en cualquier superficie por muy frecuentada que esta resulte.
Por otro lado, para romper con el monocromismo de ver el local con todo el pavimento igual, se plantea jugar con algunas zonas y detalles del pavimento de color azul, del mismo tono que el de la paleta de colores, colocado en dos direcciones, horizontal y vertical. Todas las piezas en color azul klein pertenecen a la colección Fashion Pavone de Life Ceramica. Al igual que las piezas de la fachada, con el mismo azulejo azul klein mezclados con un formato blanco 20x20cm de Life Cerámica.
Un elemento a destacar en este proyecto es la propia barra del local. Para ello se ha escogido la colección BOW by Mut de Harmony Peronda. Las ondulaciones de estas piezas nos encajaba bastante con las cúpulas de estilo mudéjar que invaden la ciudad de Cádiz. Una estructura blanca metálica con las mismas formas curvas corona esta parte esencial del local.
El local se completa con unas baldas de madera reforzados con cuerdas al mas puro estilo marinero y cestos de ratán con vegetación en su interior.