Cachivache, una taberna a todo color diseñada por Ping Pong Arquitectura
Cachivache Taberna nacía como idea hace ya algún tiempo. Javier Aparicio, cocinero de profesión y por vocación con una vasta experiencia en la creación y puesta en marcha de conceptos de hostelería innovadores y de gran éxito comercial y Francisco Aparicio, directivo de Comunicación y Relaciones Públicas en empresas multinacionales desde hace más de 15 años, coincidían en la visión de un nuevo concepto de restauración basado en la rica y variada tradición gastronómica española. Aquella idea se materializa ahora en un restaurante diferente en la Calle Serrano, 221 de Madrid.
El objetivo es simple pero ambicioso: proponer una forma diferente de hacer taberna. La calidad, el cuidado por el detalle, el desenfado elegante y, sobre todo, el convencido enfoque al cliente por y para el que existe Cachivache Taberna, conforman los cimientos del proyecto.
Para conseguirlo, el primer paso era crear un “ambiente Cachivache” y, por ello, se confió el proyecto a Ping Pong Arquitectura, responsable de espacios de gran personalidad en Madrid como el de la Gabinoteca. Su propuesta resulta en un interiorismo diferente, actual y dinámico sustentado en materiales naturales en bruto y con un diseño que no deja indiferente. Con una distribución muy inteligente inspirada en un almacén, se consigue el máximo aprovechamiento del espacio, creando un ambiente redondo y atrevido, que huyendo de la formalidad, resulta cálido, atractivo y, sobre todo, diferente.
Los tres ambientes que se proponen ofrecen posibilidades diferentes para disfrutar de una experiencia Cachivache. La amplia barra, con sus dos zonas de mesas altas permite tapear, alternar, tomar el aperitivo o un agradable primer Gin Tónic (o medio Gin Tónic) con los amigos. Su terraza, llena de color y atractivo, nos invita a disfrutar de la promesa Cachivache al aire libre mientras sus zonas de mesas son la mejor opción para disfrutar al máximo de la cocina de Cachivache.
La bodega es también una bodega Cachivache. La atrevida selección de vinos, todos de gran personalidad, proceden de las más diversas zonas de nuestra geografía, desde Calatayud hasta Jumilla, pasando por Priorato y Madrid y, como no podía ser de otra manera, con seleccionados representantes de la Rioja y Ribera de Duero.
Pero lo que hace realmente diferente a Cachivache Taberna, es la cocina de Javier Aparicio, que ha creado su propuesta más elegante. Se trata de una gastronomía basada en la tradición española más arraigada a la que aporta su visión moderna y muy cuidada. La tapa adquiere un gran protagonismo como cabe esperar de una taberna madrileña, pero se complementa hábilmente con una amplia oferta de platos que sugieren un amplio abanico de posibilidades en el que cada cliente va a encontrar lo que está buscando en cada ocasión. Lo difícil será decidir qué no pedir.
La carta está organizada en seis secciones además de los postres: Sopas frías y Ensaladas, Frituras, unas originales Cocas para Sibaritas, entre las que destaca la de pulpo gratinado con alioli, las exquisitas Tostas de pan de cristal, los Salteados, Las Tapas Preferidas por los madrileños, que entre otras opciones proponen un exquisito Tartare de Atún Rojo con Ajo Blanco, o las opciones Para Terminar como el Jarrete de Cordero con trigo a la canela. Aunque lo lógico sería terminar con uno de los sugerentes postres, entre los que llama la atención el Pastel de Chocolate de la Casa de Alba, inspirado en una receta de aquella casa.
En definitiva, Cachivache Taberna es un proyecto hecho con mucho mimo, fruto del gusto por la tradición gastronómica española vinculado a una familia cuyos exponentes culinarios provienen de diferentes culturas gastronómicas como la vasca, la andaluza o la valenciana inculcada a sus miembros a través de la importancia concedida a la cocina como elemento básico de disfrute y cohesión.
Fuente: Cachivache Taberna
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