Gravity, el centro de start-ups high tech diseñado por Lagranja en Hong Kong
Una fachada de módulos futurista, un interior lúdico lleno de grafismo e ilustraciones, superficies metálicas y revestimientos de hormigón conforman Gravity, el último proyecto que el estudio multidisciplinar español Lagranja ha llevado a cabo en Hong Kong. Una nave espacial gigante que conforma un mundo excéntrico a medio camino entre lo artesanal y lo digital, entre la alta y baja tecnología.
Ubicado en un área industrial del barrio Kwun Tong, una zona en ebullición del distrito de Kowloon, se alza este complejo de 33 plantas propiedad de la empresa Hip Shing Hong (HSH), destinado a start-ups tecnológicas.
El objetivo del proyecto era diseñar un edificio en el que se pudieran instalar empresas tecnológicas con la posibilidad de alquilar diferentes módulos, los llamados Units. Según el estudio, aunque la propuesta de la fachada no se ha llegado a construir por motivos de normativa local, el diseño de la misma reforzaba el modulo de Units mezclando materiales industriales, como la malla de acero galvanizado, para integrar el edificio en el barrio con una gráfica LED que identificaba los diferentes módulos, con gráfica firmada por Mario Eskenazi.
El parking, el lobby, los lobby lifts y los aseos mantienen el mismo concepto. Aunque se ha buscado un efecto futurista, frío y tecnológico, el proyecto requería un toque más humano así que el estudio ha contado con el ilustrador Javi Royo para darle un poco de sentido del humor a la atmósfera, manteniendo el sello colorista de Lagranja. Los espacios de transición, también llamados lobby lifts, se abren a grandes ventanas que muestran el espacio imaginario de Javi Royo, que en cada planta cambia de color. El artista barcelonés ha dibujado bicicletas, ballenas, cohetes e incluso cepillos de dientes, inventándose un excéntrico mundo entre lo hecho a mano y lo digital, entre lo analógico y lo high-tech.
Hong Kong es una ciudad densa, donde los espacios son muy reducidos y muchos de ellos cerrados , sin luz natural. Para paliar este hecho, los falsos techos, de efecto espejo, han sido reinterpretados con grandes lámparas modulares que hacen la doble función: iluminar y permitir el acceso a las instalaciones que se encuentran más escondidas, aportando mayor profundidad, como flotando en el espacio.
En este proyecto, Lagranja ha querido hacer algo distinto. Gracias a la ausencia total de madera, suelos de cemento pulido, acabados metálicos y superficies ilustradas, se tiene la sensación de estar en una nave espacial viajando hacia el Planeta Diversión.
Gerard y Gabriele, cofundadores de Lagranja, afirman «Este proyecto ha sido influenciado por el carácter social, cultural y arquitectónico de la ciudad. Nos interesa contextualizar los proyectos, y en esta caso, creemos que este diseño solo lo podríamos haber diseñado en una ciudad como Hong Kong, a veces tan impersonal como trepidante».
Fuente: Lagranja Design
Fotografías: Lagranja Design
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