El estudio «Adaptación del usuario a los edificios de consumo casi nulo – Passivhaus (ECCN-PH)” identifica cuáles son los hábitos de confort en las viviendas
Siete entidades del sector Passivhaus han patrocinado el estudio “Adaptación del usuario a los edificios de consumo casi nulo – Passivhaus (ECCN-PH)” para identificar cuáles son los hábitos de las personas en sus viviendas. El informe permitirá afrontar con éxito la implantación a las nuevas normativas sobre eficiencia energética en la edificación.
– El 44,9% de usuarios identifica la falta de confort con las diferencias de temperatura (frio/calor).
– El 57,9% identifica una relación causa-efecto entre salud y condiciones de la casa.
– El 76,2% abre las ventanas para ventilar la vivienda.
IFEMA ha sido el escenario de la presentación y Zehnder, Griesser, Knauf Insulation, Inn- Solutions, Roto Frank, ePower & Building y Passivhaus Consultores han sido las empresas impulsoras del proyecto. El objetivo es de conocer en profundidad cómo se adaptan los usuarios a las nuevas tecnologías de las viviendas pasivas, sus hábitos actuales y su confianza hacia las instituciones y empresas líderes en eficiencia energética y ahorro. Según el Director de Passivhaus Consultores, Luis Martínez, “el estudio parte de dos inquietudes: ¿para quien estamos construyendo edificios pasivos? y ¿cómo nuestros materiales tendrán lugar ahí?”. Los resultados permiten identificar cuáles son las prácticas del usuario en su vivienda en relación a su adaptación a los ECCN. Se han realizado 1.100 encuestas en toda España. El enfoque metodológico tiene como objetivo determinar como el ECCN-PH cambia las prácticas de ahorro y eficiencia energética, partiendo de los hábitos actuales.
El trabajo está dividido en cuatro capítulos. En el primero se aborda el marco general de la investigación y el planteamiento bajo el que ésta analizará los datos, resultados y conclusiones. El segundo está orientado al análisis de la encuesta y su relación con los aspectos clave del estudio. El tercero propone resultados basados en las principales necesidades. El cuarto capítulo determina los conceptos clave de la transición de unas prácticas propias de los edificios convencionales a los ECCN-PH.
El análisis detecta que el clima es el elemento que gobierna la relación entre el usuario y el espacio que habita. Es, por lo tanto, uno de los factores que más incide en la sensación de confort. El reto de los edificios de consumo casi nulo consiste en establecer una relación más equilibrada entre lo que el usuario le pide a su vivienda y lo que su vivienda puede hacer. Según los resultados, el usuario interviene constantemente en la vivienda para sentir confort; abre y cierra ventanas, enfría y calienta según la temperatura interior, se acostumbra a ciertos ruidos en las instalaciones, etc., tiene la sensación de que si no actúa activamente, la casa no responde. Los ECCN plantean un nuevo escenario para los habitantes puesto que la vivienda pasiva trabaja permanentemente sin necesidad de la intervención del usuario para lograr una temperatura confortable.
La gran mayoría de personas ventila su vivienda cada día porque relaciona esta acción con un mayor bienestar y confort. Aún así, el estudio pone de manifiesto que cuesta discernir entre ventilación (calidad de aire) y temperatura (frío/calor). En un edificio convencional, la calidad de aire se logra a través de la apertura de las ventanas, mientras que la temperatura de confort se consigue a través de sistemas convencionales de aire.
Estos sistemas, a menudo, son fancoils, convectores, splits, etc. y no ayudan a generar una sensación de confort pues generan, corrientes, polvo, ruido y temperaturas desiguales. Por el contrario, en los ECCN, se utiliza una lógica diferente: la calidad de aire se logra con sistemas de ventilación con recuperación de calor y la temperatura de confort viene dada por el uso de cerramientos-aislamientos pasivos.
El 76,27% de los usuarios abren las ventanas para ventilar y lograr un aire interior saludable. Por lo tanto, es importante reforzar la idea de que la ventilación natural puede hacerse también a través de los sistemas de ventilación mecánica (VMC) y que, éstos últimos, son, no sólo más ecológicos –puesto que al no abrir ventanas no hay oscilaciones térmicas y, en consecuencia, gasto energético- sino más eficientes y saludables. Este cambio de paradigma que consiste en entender un sistema mecánico como algo natural y confiable, es uno de los retos importantes que debe hacer frente el sector de la construcción de ECCN. Tal y como comenta el Director Técnico Josep Castellà, “Los expertos y conocedores de los EECN reconoce la VMC como una de las estrategias clave de una casa pasiva”
La incorporación de sistemas de ventilación y climatización eficientes logran un nivel de confort estable (puesto que no generan ruidos molestos y mantienen una temperatura constante en la vivienda), son saludables (no hay corrientes de aire, filtran el aire evitando alergias y controlan los niveles de CO2) y energéticamente eficientes. Según Josep Castellà, “estos sistemas nos ofrecen tener siempre una ventana abierta al exterior que se convertirá en el pulmón de la vivienda”.
Fuente: Zehnder
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