Día de la Eficiencia energética: cómo decorar para ahorrar energía
Si bien la pandemia ha traído aparejada una terrible crisis sanitaria, esta no ha sido la única. La paralización de la actividad empresarial, las restricciones de movilidad, la interrupción del turismo y otros servicios han sumido a cientos de familias en una preocupante situación económica. Una coyuntura en la que, tal y como apunta el comparador Acierto.com, ahorrar se ha convertido en algo imprescindible.
Así, y con motivo del Día de la Eficiencia Energética, la plataforma ha querido recopilar algunas medidas relacionadas con la decoración que pueden ayudarnos a conseguirlo. En concreto y según los datos del comparador, apostar por la eficiencia y cambiar nuestros hábitos podría ahorrarnos hasta 2.000 euros al año.
Por desgracia, hasta el 80% de sus encuestados reconoce que podría hacer más al respecto, y más de 8 de cada 10 afirman que no les importa la sostenibilidad de los productos que compran, sino que se dejan llevar por el precio. Lo más curioso del caso es que, al menos antes de la pandemia, 7 de cada 10 encuestados aseguraban que no estarían dispuestos a optimizar el consumo, ni siquiera para adelgazar su factura energética.
Decoración que ahorra energía
Por fortuna, existen una serie de medidas que nos pueden ayudar a ahorrar, incluso decorativas. Por ejemplo, las estanterías con libros constituyen un gran aislante (el papel es un aislante ideal si tienes paredes que dan al exterior). Podemos aprovechar para redistribuir nuestra biblioteca y mejorar la temperatura de la casa.
Lo mismo ocurre con el corcho que, para más inri, es un buen aislante acústico. Podemos usarlo para revestir paredes, hacer un tablón de anuncios, confeccionar un cabecero… Las opciones son muchas. El bambú es otra alternativa ecológica para revestimientos y accesorios.
Las ventanas son otro de los grandes elementos decorativos de una casa. Las de PVC de una sola hoja son la mejor opción, pues no solo aíslan correctamente, sino que son preciosas. Teniendo en cuenta que las pérdidas suponen el 30% de la factura energética, la inversión merece la pena. Se trata de una ventana sin perfiles centrales, que parece un auténtico cuadro y nos permite disfrutar de las vistas. Además, facilitan el paso de la luz, de manera que también ganaremos luminosidad.
Las cortinas constituyen otro gran aislante. Lo idóneo es escoger el tipo en función de nuestras necesidades. Por ejemplo, si nuestra casa está orientada de manera que le da el sol todo el día, lo mejor será elegir un estor de opacidad media que nos permita tener las persianas abiertas en verano y que filtre el sol para que no estropee los muebles ni caliente la casa. Las verticales son otra buena opción.
Mientras que si nuestro hogar es frío, los tejidos más translúcidos nos darán mejor resultado. Además, hay que tener en cuenta el efecto óptimo de un estor más plástico (y menos acogedor) frente al de una cortina u otro tipo de estor de tela más cálido. El mercado también ofrece cortinas térmicas y otras con velcro que podemos cambiar según la época del año.
No podemos olvidar la sensación térmica, otra clave para ahorrar energía. Si contamos con un ambiente acogedor probablemente utilizaremos menos la calefacción. Para conseguirlo serán clave los textiles, especialmente las alfombras. Para estancias pequeñas podemos optar por una lisa y neutra que no congestione la habitación, mientras que para los espacios grandes contaremos con más libertad de tejidos y estampados. Todo dependerá también de nuestro estilo.
Cojines, plaids, cestas de esparto, etc. son otros elementos que, apunta Acierto.com, contribuirán a generar esa sensación. En cuanto a los colores, lo mejor será optar por los tonos cálidos –terracotas, naranjas, ocres y beiges, muy de temporada–. Además de en los textiles, podemos usarlos en las láminas de nuestras paredes. Existen sistemas y cintas con velcro que permiten cambiarlas sin dejar marca en la pared.
El uso de la madera frente al blanco también nos resultará útil para crear ese ambiente de calidez. Una buena idea es combinar muebles blancos con paneles superiores de madera natural, algo muy típico de los estilos boho y nórdico, y que le dará un nuevo toque a nuestros muebles. En cualquier caso, es evidente que existen estilos más cálidos que otros: el boho, el nórdico y el rústico son algunos de ellos, frente al industrial o el minimalista, por ejemplo.
Más allá de la decoración: otros consejos para ahorrar energía
Más allá de la decoración, otras recomendaciones del comparador son renovar los viejos electrodomésticos, lavar la ropa a 40 grados en lugar de a 60, ajustar la temperatura del frigorífico, instalar aireadores de grifos y duchas –reduce el consumo a la mitad–, y optar por bombillas de bajo consumo.
El comparador de seguros Acierto.com, además, recomienda comparar entre las diferentes tarifas de energía para ver cuál es la que mejor se ajusta a nuestras necesidades. “En este ámbito, igual que en el de los seguros, es fundamental comparar tarifas energéticas”, comentan desde la entidad.
“Revisar las condiciones que ofrecen las compañías, elegir un plan que se adapte a nuestros horarios y necesidades constituyen acciones imprescindibles”, afirman. Por fortuna, hasta 9 de cada 10 consumidores comparan antes de comprar. Contratar un seguro de hogar que cubra los electrodomésticos en caso de avería por un fallo eléctrico, por ejemplo, es otra manera de ahorrar a la larga.
La tecnología, por su parte, contribuye al ahorro energético. Estamos hablando de los hogares domóticos, de los termostatos inteligentes que cuentan con sistemas de localización para apagarse y encenderse cuando el usuario se acerca o sale de casa. De persianas inteligentes que se bajan automáticamente si no estamos cuando detectan que se está generando excesivo calor en la casa.
Apostar por la tecnología también es instalar sensores de movimiento en la escalera de la comunidad, optar por bombillas inteligentes y programables, y por Dimmer, que nos brindan la oportunidad de controlar la entrada y salida de luz con un ahorro del 75%. También aumentan la vida útil de las bombillas.