Una casa sofisticada en tonos chocolate y dorado
Coblonal Interiorismo se ha encargado del diseño interior, la distribución de los espacios y el interiorismo de esta lujosa vivienda unifamiliar de obra nueva ubicada en Castelldefels (Barcelona). A petición de los propietarios, el equipo de Coblonal ha colaborado desde el primer momento con los arquitectos responsables del volumen de obra nueva, decidiendo la mejor ubicación, distribución y medidas de los diferentes espacios, los materiales y acabados, así como todas las instalaciones, mobiliario, textiles y demás elementos.
El resultado es una impresionante vivienda, acogedora y luminosa, sofisticada y elegante, pensada para gozar de la familia y los amigos en una de las zonas más privilegiadas cerca de la ciudad de Barcelona.
La vivienda consta de dos plantas y un sótano, además de un amplio jardín con piscina, módulo de barbacoa y comedor exterior.
El diseño interior de esta vivienda destaca por una serenidad que se respira en todos y cada uno de sus rincones. El aprovechamiento de la luz natural ha sido uno de los pilares del proyecto y ha permitido utilizar una paleta de colores oscuros, como son el marrón chocolate o el negro, que se dulcifican con tonos beige y crudo, y cobran distinción al integrar una gran cantidad de detalles en dorado en todas y cada una de las estancias.
Un salón generoso con detalles en dorado
En el salón, ubicado en la planta baja, la luz entra de manera generosa y calmada, tamizada a través de cortinas. Un gran sofá Baxter en forma de L, tapizado en piel, forma la pareja perfecta con una inmensa alfombra rectangular en tonalidades crudo y amarillo dorado.
La monotonía del blanco de la pared se rompe con una larga hornacina longitudinal, colocada a media altura en color negro. Es especialmente interesante la chimenea de etanol automatizada que alberga esta hornacina pues, además de aportar una pincelada luminosa y chispeante, divide y ensancha visualmente aún más un espacio ya de por sí amplio.
En el extremo donde brilla el fuego, se ha dispuesto un magnífico rincón de lectura, formado por una icónica butaca Eames en fresno y cuero negro, con una delicada lámpara Mantis, diseño de Bernard Schottlander del año 1951.
El pilar audiovisual en negro del salón, diseñado a medida por Coblonal, es muy funcional –ya que alberga todos los elementos y su cableado– y minimiza el impacto visual.
Cuenta con un sofisticado rincón de cóctel frente a los ventanales que dan a la salida a la piscina, formado por una mesa redonda de Poltrona Frau, sillas de Gubi y una lámpara suspendida de Casamilano.
Una suite de invitados que no deja indiferente
Tras el salón, se halla una suite para invitados con baño propio, de tal modo estos gozan de intimidad y se preserva al mismo tiempo el espacio dedicado a las habitaciones de la familia, que están situadas en la planta superior. Las lámparas suspendidas de Tom Dixon emulan gotas doradas que levitan ingrávidamente. El cabecero de la cama está realizado a medida y hace las veces de mesita de noche y lugar de almacenamiento. Un cuadro ecuestre da un efecto interesante a la estancia.
La nobleza del mármol
Un pilar con cenefas arábigas da paso al comedor y a una amplia cocina que permite aislarla mediante de puertas correderas de cristal. La mesa redonda de mármol blanco del comedor ha sido diseñada por Coblonal, las sillas tapizadas en terciopelo azul y de patas doradas son de la firma Pedrali. La lámpara colgante (Mooi) recuerda a un cerezo en plena floración y ofrece un aspecto floral al ambiente sofisticado y elegante.
En la cocina, el mármol marrón emperador reviste con elegancia el aplacado de la pared exterior y también una gran isla, que sirve a la vez de barra y de espacio de trabajo, albergando los fogones. “Nos fascina la increíblemente eficiente campana extractora empotrada en el techo” comentan desde Coblonal, una campana que queda discretamente integrada sobre la isla.
Ubicada junto a las enormes cristaleras de la cocina, la zona de comedor de diario da una fresca y acogedora sensación de vida al exterior.
Tonos chocolate, beige y naranja para un ambiente acogedor
La escalera que conecta las diferentes plantas merece mención aparte. Los peldaños flotantes, dispuestos en espiral, envuelven una lámpara compuesta por cables tensados y diferentes esferas de cristal que iluminan el recorrido. El pasamanos metálico da muestras de la inmensa calidad de los artesanos que forman parte del equipo de Coblonal.
En la planta superior se encuentran las diferentes habitaciones de la familia que habita la vivienda. Aún realizada totalmente en madera oscura, la suite principal es muy luminosa. Esta estancia goza de una pequeña terraza que permite asomarse a la zona de la piscina o tomar el sol. Paredes y suelo en tono chocolate, textiles en tonos beige y anaranjados, una hornacina negra longitudinal sobre el sencillo cabecero… en esencia es una estancia sumamente acogedora. A los pies de la cama, sobre una gran alfombra blanca con detalles en negro, una butaca y una pequeña mesita prometen momentos de intimidad y relax. Dos puertas correderas oscuras de cristal dejan entrever el gran vestidor.
En el baño principal, la paleta de colores utilizada en todo el proyecto se repite: negro, marrón, beige y detalles en dorado, como en las griferías y lámparas.
Un exterior para aprovechar el magnífico clima mediterráneo
Pensada para disfrutar al máximo con la familia y los amigos, el exterior de la vivienda se ha diseñado para aprovechar el magnífico clima mediterráneo.
Se ha realizado un profundo estudio de los materiales empleados, el diseño de los volúmenes, las diferentes escenas de iluminación, el sistema de audio, la vegetación, el mobiliario, un ingenioso módulo de cocina exterior y aseo… todo orientado a generar un ambiente idóneo para disfrutar del exterior.
La piscina, desbordante, cuenta con una entrada progresiva en uno de sus lados, mientras que dispone de un banco elevado en la parte profunda, pensado para poder sentarse con el agua cubriendo el torso. El tono blanquecino de las baldosas, de grandes dimensiones, confiere una tonalidad turquesa al agua al estilo de las playas de arena blanca. Estos tonos se reproducen en las cuatro tumbonas reclinables, que, bajo un bucólico parasol en forma de hoja, cubren el espacio existente entre la piscina y la fachada de la vivienda.
El interior y el exterior de esta vivienda interaccionan a través de los grandes ventanales de la zona de estar, así como la zona de distribución de la planta baja. Las lamas de pino de la fachada encuentran su réplica en el pavimento de madera de que resigue el perímetro exterior de la piscina.
Al caer la noche, la iluminación exterior e interior ofrece un escenario idílico para disfrutar de cálidas noches de verano.
Arquitecto proyecto de obra nueva: José Valverde.