El Día Mundial de la Arquitectura pone el foco sobre los beneficios del diseño arquitectónico en la salud de las personas y la preservación del planeta
¿Cuáles son los beneficios de la Arquitectura en la salud y para la sostenibilidad del planeta? Con motivo del Día Mundial de la Arquitectura, que, este año, ha tenido el lema ‘Diseño para la salud’, el Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España (CSCAE) ha reunido a expertos y expertas del ámbito médico y de la Arquitectura, para abordar la importancia de la salud y la sostenibilidad como factores determinantes del bienestar en los pueblos y ciudades, y su estrecha vinculación con la calidad del entorno construido a todas las escalas: desde diseño, la conservación, la accesibilidad y la funcionalidad de nuestras viviendas hasta la planificación y la renaturalización de los entornos urbanos, incluyendo un modelo de movilidad alternativo al actual.
Como recoge la Declaración del CSCAE en el Día Mundial de la Arquitectura, “el 80% de los determinantes sociales, que influyen sobre la salud están fuera del sistema sanitario. Dependen de otros factores. Entre ellos, nuestras ciudades. Al reto de la emergencia climática, se han añadido los de la crisis derivada de la pandemia y, ahora, los efectos de la guerra en Ucrania. Sin duda, constituyen elementos de incertidumbre para todos. Pero también suponen una oportunidad para transformar nuestros hábitos, formas de vida y nuestras ciudades para hacerlos más sostenibles, incluyendo estrategias que prioricen la salud de las personas y de los territorios. Y esto, de forma ineludible, requiere voluntad y consenso y una apuesta firme por la calidad del entorno construido”, ha señalado la presidenta del CSCAE, Marta Vall-llossera.
Un acto que se inició con la presentación del Documenta Ciudad y Territorio Sostenible, editado por el Observatorio 2030 del CSCAE. La publicación es fruto de la labor realizada por el grupo de trabajo homónimo, que ha coordinado la Asociación Sostenibilidad y Arquitectura (ASA), y es el primer documento de una serie de nueve (tantos como grupos tiene el Observatorio) que irá viendo la luz a lo largo de las próximas semanas y meses centrados en diferentes aspectos relacionados con la ciudad y el territorio, como la sostenibilidad, la salud, la digitalización, la accesibilidad, la productividad y la calidad, entre otros.
El presidente de ASA, Manuel Enríquez, ha explicado que el grupo ha aplicado una metodología participativa, interdisciplinar y multinivel, que ha incluido siete reuniones de trabajo específicas y dos encuentros transversales, en los que más de 200 expertos han compartido su conocimiento. Asimismo, se han tenido en cuenta informes y documentos que analizan el sector energético, la movilidad, el diseño y la ecología urbana, legislaciones vigentes, políticas públicas, iniciativas privadas y proyectos piloto, que son ejemplares en materia de sostenibilidad: desde ecobarrios a planes de movilidad sostenible.
“El mayor esfuerzo ha sido agrupar las distintas visiones por temáticas, para elaborar un mapa de situación y, a partir de ahí, identificar objetivos y estrategias”, ha apuntado Enríquez. El resultado es un documento claro, didáctico y propositivo que, tomando como referencia los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 de la ONU, se configura alrededor de cinco ejes temáticos: desarrollo sostenible, vinculado a la lucha contra el cambio climático; intervención urbana integral, que abarca regeneración urbana, rehabilitación edificatoria, conservación del patrimonio, diseño ambiental y urbanismo bioclimático; movilidad sostenible; gestión de los recursos materiales y los residuos para reducir la huella ecológica, mejorando la calidad del aire y ofreciendo una gestión integral de la energía; y la gobernanza y la equidad social, que incluye aspectos como la perspectiva de género, la pobreza energética, el acceso a la vivienda o la participación ciudadana.
A partir de ahí, se detalla un mapa de situación, alejado aún de los objetivos de descarbonización fijados por organismos como la Comisión Europea para 2030 y 2050, y se plantean más de un centenar de acciones, englobadas en siete grandes estrategias, que habría que implementar hasta el año 2030, para dar respuesta a la emergencia climática y avanzar en la transición energética.
Entre otras acciones, se aboga por:
1.- Medidas de transformación, como la regeneración, la reutilización y la revitalización de lo existente a la hora de intervenir en la ciudad y en el territorio.
2.- Integración y recuperación de infraestructuras verdes y azules para la mejora de la calidad del -aire y para preservar y fomentar la biodiversidad.
3.- Promoción de modelos de transporte de emisiones cero, con sistemas peatonales y ciclistas y el fomento del uso del transporte público en lugar del vehículo privado.
4.- Implementación de un modelo energético más sostenible basado en fuentes renovables que apueste por la descarbonización, descentralizar la generación energética, la electrificación de la economía y una participación más activa de los consumidores.
Tras la elaboración y publicación del Documenta, en una segunda etapa, el Observatorio 2030 del CSCAE constituirá un comité técnico con el fin de supervisar y obtener los compromisos necesarios para llevar a cabo las líneas de acción identificadas, estableciendo prioridades y su evaluación.
Arquitectura, urbanismo, salud y sostenibilidad
Tras la presentación del Documenta Ciudad y Territorio sostenible, el acto conmemorativo del Día Mundial de la Arquitectura prosiguió con una mesa redonda, que ha versado sobre el impacto que tienen la arquitectura y el urbanismo en la salud física y mental de las personas y en la preservación del medio ambiente.
Moderada por la directora del Observatorio 2030 del CSCAE, Ángela Baldellou, en ella han participado la directora de Salud Pública, Medio Ambiente y Determinantes Sociales de Salud de la Organización Mundial de la Salud (OMS), María Neira; el epidemiólogo y profesor en las universidades de Alcalá y John Hopkins (Baltimore), Manuel Franco; Atxu Amann, doctora arquitecta y profesora de la ETSAM; Carolyn Daher, coordinadora de la Iniciativa de Planificación Urbana, Medio Ambiente y Salud del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), y la secretaria general del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid (COAM) y experta en sostenibilidad, Eugenia del Río.
Desde la sede de la OMS en Ginebra, vía telemática, la directora de Salud Pública, Medio Ambiente y Determinantes Sociales de Salud de la OMS ha advertido: “Hay siete millones de muertes prematuras cada año por contaminación del aire y esto requiere una reflexión muy potente sobre lo que los arquitectos pueden hacer”.
Parafraseando el preámbulo del texto fundacional de la OMS, Neira ha remarcado que “la salud no solo es la ausencia de enfermedad”, y ha señalado que el Manifiesto para una recuperación verde y saludable, que la OMS lanzó inmediatamente después de la pandemia de Covid, incluye cómo se vive en las ciudades: el tipo de energía que se utiliza, así como medidas para reducir la contaminación del aire y mejorar la eficiencia energética de las viviendas.
Y ha añadido: “Los arquitectos, para nosotros, son ministros de salud para diseñar ciudades que tienen que ser saludables y atacar las causas del cambio climático, porque esto genera beneficios para la salud”.
En la misma línea se ha pronunciado la coordinadora de la Iniciativa de Planificación Urbana, Medio Ambiente y Salud de IS Global, que ha definido a los profesionales de la Arquitectura como “agentes de salud pública”: “El entorno físico provee salud”. Daher ha puesto el acento en la importancia de la participación ciudadana en los proyectos de transformación urbana para consensuar el programa y el proceso que quieren afrontar, y ha defendido que “el desarrollo sostenible puede ayudar a fomentar la equidad”.
Igualmente, ha señalado la necesidad de superar las trabas administrativas actuales y evaluar los impactos de cada proyecto de intervención.
Por su parte, el epidemiólogo Manuel Franco ha expuesto cómo afecta el entorno urbano a la salud infantil, y se ha mostrado contundente: “Si somos ambiciosos, tenemos que pelear por una ciudad sin coches porque tiene beneficios para la salud y para el medio ambiente”.
Sobre el reto de conseguir ciudades más humanas, la arquitecta Atxu Amann ha enfatizado: “Si queremos hacerlo, tenemos que construir una ciudad que se mueve al tiempo de cada persona, no solo al tiempo de quien tiene coche. Hay que avanzar hacia una ciudad y un territorio reproductivos.
Por último, como experta en sostenibilidad, la secretaria general del COAM ha indicado cómo un diseño activo y pasivo durante la fase de proyecto de los edificios hasta la reducción de los residuos de construcción, pasando por la digitalización de las viviendas para monitorizar los consumos energéticos, pueden contribuir a la sostenibilidad del planeta y a mejorar la salud de las personas. Del Río también ha reivindicado el rigor arquitectónico, resaltando la labor que realizan los Colegios de Arquitectos para velar por él y que se garantice. En este sentido, ha recalcado que, en el contexto de la ola de rehabilitación de viviendas y regeneración urbana que van a impulsar los fondos europeos
Next Generation, esta labor que realizan los Colegios de Arquitectos se torna especialmente importante para preservar el patrimonio y la identidad cultural de nuestros pueblos, ciudades y territorios.