Big Bird by LZF, la valentía de soñar a lo grande
Flotando como un colibrí, con su fino plumaje de madera, su pico puntiagudo y su globo colgante, Big Bird es una lámpara y una escultura contemporánea
La nueva luminaria colgante de la familia Life-Size de LZF es una hazaña consumada de artesanía en madera que resume la inclinación de LZF por soñar en grande y rediseñar el concepto de lo que puede ser una lámpara.
Creada para la marca por el ilustrador y diseñador Isidro Ferrer en colaboración con el maestro artesano Manolo Martín, Big Bird está construido con una técnica artesanal tradicional utilizada por los artesanos falleros, conocida como vareta. Esta técnica de talla en madera consiste en reproducir un volumen utilizando secciones del mismo y dándole forma a la “piel” mediante maderas finas o varetas. Así, mientras que la luz se irradia desde el plumaje de este grácil colibrí, un globo de chapa de madera cuelga de su pico, como una brillante bola de néctar.
Manolo Martín e Isidro Ferrer
Una colaboración en la que el diseño añade valor al producto, mientras que la artesanía lo hace único y de mayor calidad. Como Manolo Martín indica, “ambos tienen un excelente futuro juntos y ofrecen una alternativa al tedio de la producción en masa. Estoy convencido de que sigue habiendo clientes que aprecian esta diferenciación y un ejemplo claro es mi larga colaboración con LZF Lamps.”
Big Bird sigue los pasos de Walking Fish y Smelly Fant, otras obras Life-Size que Isidro Ferrer ha realizado para LZF. Como el artista indica, “Mariví y Sandro –el tándem LZF- son los responsables de esta “gigantización”. Tienen una visión espacial y escenográfica única, por eso Big Bird ha resultado ser un reto, un elemento difícil de convertir en lámpara y un objetivo maravilloso por el que luchar”.
Disponible en dos versiones, horizontal y vertical
Big Bird llega para aumentar la familia de luminarias especialmente dirigidas a proyectos Contract, en los que su sola presencia adquiere máximo protagonismo.
Tras 25 años de trayectoria y más de 35 premios nacionales e internacionales del sector del diseño; entre ellos el Premio Nacional de Diseño 2020 en la modalidad “Empresas”, LZF conserva el espíritu con el que nació en 1994. Con un modelo de negocio familiar y altamente profesional, destaca por su interpretación de los materiales, naturales y tecnológicos; por un concepto de diseño lleno de visiones artísticas, y un dinamismo fruto de la mezcla de cultures de sus protagonistas, española, australiana e italiana. La empresa, que trabaja con una tupida y extensa red multidisciplinar de artistas consagrados y jóvenes promesas, fusiona con maestría, la luz y la madera para crear atmósferas cautivadoras y envolventes.
Fuente: LZF
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