Las persianas aportan aislamiento térmico y eficiencia energética, además de tratarse de un elemento de protección solar. Abrirlas o cerrarlas permite gestionar la entrada de frío y calor del exterior, permitiendo ahorrar hasta un 5% del gasto energético. También acometen funciones de aislamiento acústico, ya que aíslan del ruido externo, mejorando nuestra calidad de vida.
Junto al ahorro energético, este producto ofrece una fuente de protección activa restringiendo el acceso al interior de la vivienda y un alto grado de intimidad. Si se desea reforzar la protección activa existen soluciones aún más seguras como las extruidas y las autoblocantes, que ofrecen una mayor resistencia frente a la manipulación externa.