En Cerviglas, fabrican el vidrio para muros cortina especialmente preparado con una capa de alta selectividad que filtra los rayos solares en función de su longitud de onda, lo que minimiza las pérdidas energéticas sin comprometer el paso de luz. Estas láminas de hasta 6 metros permiten la creación de exteriores únicos, ya que pueden instalarse en unidades pequeñas o grandes, según las necesidades de la fachada.
De hecho, la capacidad de servir exclusivas piezas de gran formato de Cerviglas favorece que las paredes puedan abarcar la distancia del piso al techo o instalarse en varias plantas, mediante retículas ortogonales, tanto en formas básicas como en trapezoidales y triangulares.
La versatilidad, eficiencia y ligereza de sus muros cortina los ha convertido en un producto altamente demandado.