Este tipo de techo de cielo abierto está formado por un sistema de rastreles lacados en negro, a modo de estructura donde se alojan las lamas rectangulares de 30 mm de ancho.
Las lamas son fabricadas en aluminio prelacado de gran resistencia y durabilidad, y al tratarse de un techo de cielo abierto se garantiza un fácil mantenimiento y acceso al plenum.
Este techo permite varias combinaciones ya que se puede jugar con la distancia entre lamas quedando separadas bien por 2 centímetros, o bien por 7 centímetros.