GeoNovatek recalza la cimentación de un edificio de viviendas de siete plantas
La construcción de edificios sobre todo tipo de terrenos es una práctica habitual. Sin embargo, no es recomendable hacerlo sin estudiar previamente el suelo, ya que en el futuro puede suponer un perjuicio para la edificación. No tener en cuenta la estabilidad del terreno, o posibles problemas de drenaje y humedad, entre otros, se traducirá en problemas estructurales, de seguridad y costes elevados.
En 1982, en Jaén, se proyectó un edificio de viviendas de siete plantas, encima de una parcela con bastante pendiente. Alrededor del año 2000 se empezaron a manifestar las primeras patologías en la edificación, obligando a la ejecución del recalce de una parte de la cimentación con micropilotes.
Una solución que no resultó definitiva, ya que la posterior intervención de tuvo lugar como consecuencia de un asiento que presentaba la estructura. Dicho asiento pudo ser desencadenado por un deslizamiento de terreno, según un informe pericial. Este problema provocó daños en forma de grietas orientadas en distintos sentidos, que afectaban tanto el interior de las viviendas como a las zonas comunes del edificio.
Con todos los antecedentes de la construcción y la información aportada, se decidió resolver la patología a través del empleo de Micropilotes MP/60. Este sistema es eficaz gracias a su capacidad portante, cuyo objetivo es transferir parte de la carga de la estructura a estratos más resistentes y profundos. Además, anulan los asientos y presentan también resistencia a la tracción, evitando los movimientos ascendentes de hinchamiento de las arcillas expansivas. Los micropilotes están constituidos por tubos de acero laminado S355JR con adherencia mejorada. Además, tienen un diámetro exterior de 62 mm, mientras que el espesor del acero es de 10 mm.
Este trabajo se inicia con la realización de varias perforaciones de 64 mm de diámetro, las cuales atraviesan la cimentación de forma vertical. Al alcanzar el terreno de apoyo de la cimentación, la perforación se detiene.
A continuación, en dichas perforaciones se introducen los micropilotes MP/60 por presión continua, controlada por manómetro, empleando como contrapeso la propia estructura mediante punto de enganche para el pistón hidráulico con los adecuados pernos de anclaje. Estos elementos se introducen uno tras otro, uniéndolos entre sí con un manguito roscado macizo.
Cuando el micropilote encuentra una formación que le permite resistir la fuerza de hincado previamente especificada (máximo de 25.000 kg) se desengancha el pistón y el micropilote MP/60 se ancla a la cimentación mediante un mortero especial de anclaje.
Por último, se trata de una actividad rápida y limpia, ya que no es necesario realizar excavaciones para su desempeño, además de la posibilidad de emplear máquinas de pequeñas dimensiones que pueden llegar a zonas con un acceso complejo.