Seis asociaciones del sector de la construcción se han federado con la intención de superar con mayor facilidad la situación económica actual
La unión hace la fuerza
26 de septiembre de 2011
Para tomar contacto con la prensa tras su reciente creación en el mes de abril, la federación invitó el pasado 16 de septiembre a la prensa especializada a un desayuno informativo en Madrid. En el acto los representantes de las asociaciones tuvieron la oportunidad de conversar uno a uno con la prensa, siendo Daniel Anka, de Asociación Española de Empresarios de la Demolición (Aeded), el primero en intervenir.
Para Anka, el principal objetivo de la asociación es evitar la competencia desleal en el sector de la demolición. “Queremos que se certifique —explicó— la formación para que no todo el mundo pueda ejercer demoliciones”. Realizando un análisis del mercado, dejó clara la heterogeneidad del mismo, afirmando que “depende. En el País Vasco funciona muy bien, pero en cambio Cataluña es el caso opuesto, está muy mal”.
En un sector tan cambiante, “la rehabilitación es lo que está manteniendo al mercado”, hecho que también ocurre en muchos otros subsectores de la construcción. Por otro lado, la lucha de precios es un aspecto a considerar y en este sentido “la competencia no es la empresa local, sino la que viene del extranjero reventando precios”. En cuanto a qué aporta Gremios a su asociación la respuesta fue clara: “la unión hace la fuerza”.
Por la Asociación Española de Demolición Técnica (Aedt), compareció Pedro Villuela, quien analizó la situación de un sector en el que “las empresas extranjeras pueden venir a competir con nuestras empresas si cumplen las normas”, pero que es muy complicado viajar a otros países. “Ir a Francia, por ejemplo, es complicado porque hay mucha normativa y es muy compleja”, explicó a los periodistas. Hablando de su asociación, Villuela aclaró que “somos 26 empresas, pero esperamos conocer gente del sector gracias a la Federación de Gremios de la Construcción”.
Agua vs hormigón
El representante de la Asociación Española de Técnicas del Agua a presión en Construcción (Aetac), Eduardo Martínez, tuvo la oportunidad de ofrecer a los periodistas una clase exprés de las técnicas de agua aplicadas a, por ejemplo, el hormigón. Entre otros aspectos, dejó claro que “el agua nos permite escanear la salud del hormigón y, de esta forma, detectar el hormigón deteriorado”.
Para tal ejercicio son necesarias presiones por encima de los 1000 bares, con lo que se consigue entre otras cosas “diluir la sal del hormigón cercano al mar”, ya que se utiliza agua dulce para tal proceso. En definitiva, esta serie de técnicas “cuidan la estructura, preservándola” de agentes perjudiciales para el hormigón. Estas son técnicas, por otra parte, en las que puede utilizarse un equipo mecanizado o con control manual, si se considera necesario.
Actualmente Aetac es una asociación formada por cinco miembros, de los cuales dos de ellos son fabricantes alemanes y tres aplicadores. Esta es una técnica poco conocida en España, por lo que “el mercado está iniciándose, pero tenemos confianza en su crecimiento”. Ante los comentarios que han surgido respecto al uso del agua potable para esta técnica, un elemento que puede ser muy escaso en las próximas décadas, Martínez respondió que “otros sectores gastan mucha más agua”, pero de todas formas aclaró que “estamos trabajando en un proceso de filtración para conseguir reutilizar el agua usada en el proceso”.
Para terminar, concluyó que “puede resultar llamativo que utilicemos agua dulce, pero no podemos utilizar agua salada” porque podría causar problemas en la maquinaria y en el hormigón sobre el que se aplica.
La prevención de riesgos laborales, también en Gremios
David Fontecha, representante de la Asociación Nacional de Entidades de Implantación para la Prevención (Aneip), fue el último en intervenir, explicando que su asociación representa a nueve empresas y que nació en 2004, con el objetivo de “proteger personas, minimizar o incluso eliminar riesgos”. Diagnosticó además que el problema de la seguridad en el puesto de trabajo es que “la protección colectiva nunca ha sido una prioridad, siempre se ha primado la protección individual”, cuando en realidad debería ser al contrario.
Con su inclusión en Gremios, Fontecha afirmó que “queremos ser reconocidos como una parte importante en la prevención laboral. Primero queremos que se conozca nuestro trabajo”. Por otra parte, también se quejó de que “la protección debe ser dotada como una parte más de los presupuestos de la obra”, en lugar de ser el último aspecto que se trate en el presupuesto. Planteó por esta razón que debería haber un marco de referencia de presupuestos en protección y prevención de riesgos laborales”.
Para intentar solucionar este asunto, Anaip está realizando “una guía de referencia que saldrá en los próximos meses”. También llevan mucho tiempo reclamando “un marco regulatorio para la protección de riesgos laborales, pero no nos han hecho ni caso”. De hecho, se lamentó Fontecha de que “no esperábamos que nos dijeran ‘sí’ a todo, pero es que no nos han dicho ‘sí’ a nada”. Por ello, reconoció que en cuestiones de prevención laboral, “estamos más gratamente sorprendidos por las empresas que por la administración”.