Hacia una construcción eficiente y sostenible

Composición de la mesa redonda 'Suminstro de energía en una obra descarbonizada'

En su apertura del webinar, Ricardo Cortés, director del Foro Potencia, destacó la imperiosa necesidad de abordar la descarbonización en este sector. “Alcanzar los objetivos marcados por Europa en reducción de emisiones para 2030 pasa inevitablemente por las obras de construcción, ya que esta industria es responsable del 40% del CO₂ emitido a la atmósfera. Cada día la ciudadanía tiene más presente la sostenibilidad, y ha aparecido la necesidad imperante de proteger el medioambiente. Además, debemos reconocer el papel crucial que tienen las exigencias legislativas en esta materia”, apuntó Cortés durante su intervención.

El evento compartió experiencias, abordó problemáticas y presentó soluciones para la descarbonización de obras. Bajo la dirección de Ricardo Cortés, la jornada contó con la participación de Juan Ignacio Perona, director comercial de España en Himoinsa, José Antonio Gallardo, gerente de desarrollo de Canales en el sector Industria, Agro y Servicio y Fidelización de Grandes Cuentas de Repsol, y Enoc Sanz García, gerente de Coordinación y Compras de Maquinaria en Acciona Construcción.

En primer lugar, debemos destacar la acuciante necesidad de actualizar las máquinas existentes para que sean más eficientes y menos contaminantes. Actualmente, de acuerdo con los datos de la Asociación Española de Fabricantes de Maquinaria para Construcción y Minería (Anmopyc) la edad media del parque español de maquinaria supera ya los 18 años. Esta modernización implica la incorporación de sistemas actuales que permiten reducir las emisiones y la adopción de prácticas de mantenimiento que conserven la eficiencia energética de dichos sistemas. Aunque esta opción permite una mejora notable en términos de sostenibilidad, sigue siendo limitada en su capacidad para eliminar por completo las emisiones de carbono.

“El grupo electrógeno diésel Stage V emplea una tecnología similar a la de los grupos tradicionales en obra. Sin embargo, gracias a las innovaciones desarrolladas por Himoinsa, este equipo logra reducir hasta un 90% las emisiones nocivas mediante un sistema de tratamiento de gases de escape que incluye un filtro de partículas, un catalizador de oxidación diésel y un catalizador reductor selectivo con AdBlue”, explicó Juan Ignacio Perona.

Por otro lado, las máquinas eléctricas han surgido como una alternativa prometedora para reducir las emisiones en la construcción. Estas máquinas ofrecen la ventaja de ser más limpias y silenciosas que sus contrapartes diésel. Además, su eficiencia energética y su capacidad para recuperar energía durante el frenado las hacen especialmente atractivas en entornos urbanos donde se requiere una reducción significativa de las emisiones y del ruido.

Sin embargo, este rango ofrece unas prestaciones aceptables en los equipos compactos y de menor tamaño, pero pierde eficacia en la maquinaria de mayores dimensiones. “Para las maquinas más pequeñas existen opciones eléctricas ya disponibles en el mercado. Los fabricantes, en diferentes grados, ofrecen productos desarrollados y en fase de lanzamiento comercial. El grupo de tamaño mediano es donde la incertidumbre comienza a surgir. Algunas versiones a batería están empezando a llegar al mercado. Aunque actualmente la mayoría son prototipos, existen numerosas barreras y limitaciones para que esta solución pueda consolidarse. En el segmento de gran tamaño, la adopción de baterías representa todo un desafío debido a la intensa utilización y la alta demanda energética de estos equipos. Es bastante improbable que la solución adecuada sea exclusivamente la batería, por lo que será necesario considerar otras tecnologías”, explicó Enoc Sanz García, gerente de Coordinación y Compras de Maquinaria en Acciona.

Los grupos electrógenos son uno de los equipos más característicos que encontramos en las obras de construcción. Por ello, una de las principales líneas de acción expuestas durante el foro fue la transición hacia soluciones energéticas más sostenibles. Estas alternativas están enfocadas en la transición hacia un mix energético más diversificado y menos dependiente de los combustibles fósiles. En este punto, el director Comercial de España en Himoinsa señaló cuatro productos que pueden contribuir a reducir la huella ambiental durante los procesos constructivos: los grupos electrógenos de última generación, los generadores a gas, los bancos de baterías y las torres de iluminación híbridas.

Los grupos electrógenos Stage V Diesel destacan por su capacidad para cubrir potencias hasta 550 kVA con una reducción considerable de las emisiones nocivas a la atmósfera. Estas mejoras se logran mediante sistemas de tratamiento de gases de escape que incluye filtros de partículas, catalizadores o sistemas de Adblue.

Además, durante la exposición destacó el papel de los ‘Battery Power Generator’ (Generador de energía de batería) como una innovación que permite almacenar y entregar energía de manera eficiente, así como servir como punto de carga para equipos eléctricos en las obras. Estos bancos de baterías permiten desde la gestión inteligente de picos de carga hasta la sustitución parcial del funcionamiento de grupos electrógenos. “Sus campos de aplicación son muy diversos desde la construcción, los eventos, aplicaciones industriales, residenciales, agricultura, etc.”, recordó Perona.

Ponencia de Juan Ignacio Perona, director Comercial de Himoinsa en España.

“Además de estas funciones, el banco de baterías puede actuar como una fuente de alimentación de respaldo, garantizando el suministro de electricidad en caso de cortes de energía”, enfatizó Juan Ignacio Perona. “También ofrece la función de reparto de carga, compartiendo la carga entre la red eléctrica, un grupo electrógeno y el banco de baterías”, explicó Perona. “Y para casos donde no esté clara la función adecuada, está disponible el modo ‘Plug & Play’, en el que el equipo gestiona el modo de trabajo de manera óptima”, concluyó.

Por último, se presentaron las torres de iluminación híbridas, que combinan un motor de combustión diésel con una acumulación en baterías para reducir la huella de carbono y las emisiones sonoras. Destaca su programabilidad para periodos sin ruido y su capacidad para optimizar los gastos de operación.

El uso de combustibles renovables en la industria de la construcción ha emergido como una respuesta clave a los desafíos ambientales actuales. En este caso, el gas licuado de petróleo (GLP) y los biocombustibles, ofrecen una alternativa sostenible a los combustibles fósiles tradicionales, reduciendo las emisiones de CO₂ y otros contaminantes.

El GLP, por ejemplo, ha demostrado ser una opción atractiva debido a su menor impacto ambiental en comparación con los combustibles convencionales. Además de emitir menos CO₂, el GLP también produce menos óxido nitroso y sulfuros, lo que lo convierte en una opción más limpia para la operación de equipos de construcción o grupos electrógenos en proyectos ubicados en la ciudad.

Otra opción que está ganando fuerza es el uso de combustibles renovables o e-fuels, como alternativas al diésel tradicional. Estos combustibles, derivados de fuentes orgánicas como cultivos agrícolas o residuos de biomasa, tienen el potencial de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y disminuir la dependencia de los combustibles fósiles. En este punto, Gallardo explicó como “el mayor desafío para la adopción de biocombustibles avanzados o los e-fuels, aquellos con huella de carbono negativa, está principalmente relacionada con la producción, ya que la infraestructura logística y los vehículos de combustión interna, incluso desde Euro4, pueden utilizarlos sin problemas”. Teniendo esto en cuenta, Repsol ha iniciado la transformación de sus complejos industriales con el objetivo de producir 2,7 millones de toneladas de estos combustibles 100% renovables para el año 2030.

Como explicó el gerente de desarrollo de Canales en el sector Industria, Agro y Servicio y Fidelización de Grandes Cuenta de Repsol, “actualmente, el desarrollo del hidrógeno en la motorización se considera prematuro. Aunque es factible adaptar motores de combustión interna para hidrógeno, el costo y la producción siguen siendo los principales desafíos. El hidrógeno se comercializa a un precio elevado, alrededor de 54 euros por kilogramo, lo que equivale aproximadamente al doble del costo del GLP. Aunque se espera que los precios disminuyan con la producción a gran escala, siguen siendo significativamente altos, alrededor de 12 a 14 euros por kilogramo. Además, el almacenamiento del hidrógeno presenta desafíos debido a su alta presión y peligrosidad. Los vehículos de hidrógeno también requieren controles especiales para detectar fugas, lo que aumenta los costos de fabricación y hace que estos vehículos sean considerablemente más caros que los tradicionales. En mi opinión, la principal aplicación del hidrógeno será en la industria, especialmente en la producción de biocombustibles sintéticos o e-fuels, que pueden tener una huella de carbono negativa al capturar CO₂ de la atmósfera durante su fabricación”.

Así, el Foro Potencia 2024 expuso la necesidad de una colaboración más estrecha entre los diversos actores del sector, destacando la importancia de la innovación, la sostenibilidad y el compromiso compartido en la búsqueda de soluciones para una industria de la construcción más limpia y eficiente.

Esta jornada del Foro Potencia ha sido posible gracias al patrocinio de Himoinsa y al apoyo de sus miembros de honor, Acciona, FCC Construcción, y Sacyr Ingeniería e Infraestructuras, así como de sus sponsors Feria de Zaragoza — Smopyc y TST Servicios Técnicos. Toda la información sobre el programa, futuras jornadas y los vídeos de las sesiones ya celebradas están disponibles en la web www.foropotencia.es.