““Nos consideramos un espacio de debate para la Catalogación del Patrimonio, pero también sobre cómo implementar las nuevas tecnologías a las normativas actuales de la edificación sin dañar el Patrimonio”
Entrevista a Antoni Vilanova, presidente de AADIPA
Joan-Lluís Zamora. Transcripción y redacción: Mònica Escolà
13/11/2023La preservación y conservación patrimonial ha sido y continúa siendo una asignatura pendiente en nuestro territorio. AADIPA, la Agrupación de Arquitectos para la Defensa y la Intervención en el Patrimonio Arquitectónico, se ha convertido en un espacio de debate permanente sobre cómo intervenir adecuadamente en el Patrimonio Arquitectónico, pero también, a través de su Cursillo anual (a celebrar el próximo mes de diciembre) es un punto de encuentro de conocimiento sobre cómo preservar y conservar el propio legado sin comprometer su historia cumpliendo, a su vez, las nuevas normas del sector. Un espacio totalmente necesario para la preservación de la cultura arquitectónica, como relata Antoni Vilanova, presidente de AADIPA en la siguiente entrevista.
¿Por qué nace AADIPA?
Nace en la década de los 70 del S.XX, concretamente, en los últimos años de la Dictadura. Básicamente, esta entidad surge tras la preocupación por la continuada destrucción del Patrimonio en la ciudad de Barcelona. En aquella época no existía una voluntad oficial de preservar el Patrimonio y el Colegio de Arquitectos, como abanderado de la cultura catalana, se erige como espacio de debate sobre la preocupación social creciente por la conservación y valorización del Patrimonio en cuanto también es cultura. Cuando en 1979 se establecen los primeros cambios de planteamiento y de protección y, muy especialmente, ya entrados en la década de los 80 del S.XX, algunos jóvenes arquitectos entran a formar parte de departamentos administrativos, donde seempiezan a elaborar planes especiales de protección y catálogos de Patrimonio, con el firme propósito de proteger con mayor amplitud el Patrimonio actual, más allá de los monumentos nacionales. Estos catálogos fueron previos a la Ley del Patrimonio Catalán (1993). Hasta entonces, estos catálogos se realizaban en distintos municipios para detectar qué piezas se tendrían que proteger, diferente de lo que estaba simplemente en el inventario, que sí podía destruirse. Ante esta dicotomía y con la finalidad de preservar lo inventariado, surge un equipo de trabajo para su catalogación, fomentando el crecimiento de la AADIPA entre los estudiantes de las escuelas de arquitectura. Un movimiento que se une a la tendencia europea sobre la restauración arquitectónica y su rehabilitación, como en Italia, Francia, los países nórdicos… Sin embargo, aun no existe un concepto universal sobre cómo tratar el Patrimonio y, por este motivo, en paralelo se organizan estos Cursillos anuales, para atraer a los especialistas europeos durante unos días en diciembre, cada año. Una actividad que sigue vigente y que en 2023 cumplirá su 46ª edición de forma ininterrumpida, ni durante la pandemia se interrumpió totalmente.
A la izquierda Joan-Lluís Zamora, comité técnico de iArqco y profesor de la UPC, en la entrevista mantenida con el presidente de AADIPA, Antoni Vilanova, en la sede del Colegio Oficial de Arquitectos de Cataluña.
Entiendo que en las décadas 60 y 70 del S.XX la actividad de Patrimonio fue, evidentemente, muy proteccionista.
Dentro de la agrupación hay diversas visiones de lo que significa intervenir sobre el Patrimonio, son visiones de una parte más generacionales y de otra más disciplinares. Somos una agrupación en la que admitimos otros profesionales, no solo arquitectos, y esto nos da una visión muy multidisciplinar. No obstante, sí hay unas limitaciones por estatutos, y en las asambleas solo puedan votar los que son arquitectos, aunque pueden formar parte desde estudiantes que pueden estar activamente desarrollando una estudio académico sobre un tema de Patrimonio, hasta historiadores del arte o profesionales que procedan del mundo de la restauración.
Hay pues muchos profesionales diversos y esto, personalmente, creo que es positivo porque nos brinda distintas visiones. Actualmente, las intervenciones en el Patrimonio se realizan desde un punto de vista más amplio, como en el caso de la reversibilidad que puede tener una determinada actuación. Se trata de un elemento innovador porque, evidentemente, la arquitectura del movimiento moderno y la racionalista de postguerra ha sido capaz de ser una arquitectura muy respetuosa con la tradicional. Pero es indiscutible que nos interesa atraer a jóvenes a la agrupación. Actualmente, somos alrededor de 300 miembros, entre arquitectos y otros profesionales, y nos interesaría, para tener más entidad y regenerarla, contar con una serie de estudiantes que ahora están saliendo de la carrera y que están interesados en trabajar en Patrimonio y especialmente en empresas.
Otro de los aspectos que más nos interesa, sobre todo en temas de construcción, sería la realización de sesiones sobre materiales y/o productos que pudieran tener interés en la restauración. Por ejemplo, en el caso de los moteros de cal tradicional nos estamos dando cuenta que en muchos centros históricos se utiliza un sistema de monocapa basado en Cemento Portland, para evitar problemas de mantenimiento y para no llegar a la tercera vía, más drástica, de repicar el mortero y dejar la piedra vista… este tema se ha generalizado en muchas obras del catálogo de Patrimonio y consideramos que se están realizando auténticos ‘desastres’ en conjuntos históricos con motivo de estos trabajos poco correctos. Sería una buena vía desde AADIPA tener entrada a estas empresas que trabajan con materiales específicos para la restauración, para que tengan mayor fluidez en su comercialización y la diversificación de sus productos en un entorno propiamente de Patrimonio.
¿Cuál es vuestra misión en la actualidad?
Ahora nos encontramos que la salida laboral tras la Universidad es, principalmente, una salida genérica por mucho que ya puedan existir las especialidades. Además, por otro lado, aun se considera una formación elitista la de arquitecto. Así que la visión actual que percibimos desde la agrupación, y del propio Colegio de Arquitectos, es que los jóvenes no se colegian con la voluntad de participar de las actividades de un colegio profesional, a no ser que tengan ya obras encargadas que requieran el visado como elemento obligatorio ¿Por qué pasa? La primera idea que tienen los arquitectos acabados de titular es poder tener su propio despacho. Es por ello que nos posicionamos y acompañamos a estos jóvenes mediante mecanismos como la reducción de la cuota u ofreciendo cursos de formación, a través de nuestra escuela profesional, la Escola Sert. En paralelo, también se realizan sesiones de debate sobre temas de actualidad sobre Patrimonio. No actuamos como una formación reglada, pese a que el Cursillo ya otorga unos créditos ECTS, pero sí que nos interesa ofrecer las herramientas para que, en caso que tenga su propio despacho o trabajando por cuenta ajena, puedan ampliar su conocimiento con esta actividad más cultural y conocer cómo se trabaja e interviene en el Patrimonio.
El sector empresarial es ya consciente que el Patrimonio es un valor y que es rentable invertir en él. Por el contrario, en la práctica profesional de la arquitectura aparecen nuevos usos, se aplican nuevas tecnologías y también existe el reto medioambiental. De este modo, un edificio que se construyó en el siglo XIX, donde aun no existía una CTE, su restauración plantea indudablemente puntos de fricción. ¿Cuál es su opinión al respecto? ¿Cuáles son los retos de futuro en este campo?
A nivel de temas detectados, tenemos que ver cómo implementamos las nuevas tecnologías a las normativas actuales en el tema del Patrimonio. La Protección contra Incendios es un ejemplo, pero también el tema de la climatización o de la instalación de placas fotovoltaicas.
Hago un paréntesis, para añadir a la entrevista que una de las ventajas de la AADIPA es que ya no estamos hablando solo de intervenciones concretas en un edificio, sino también en conjuntos históricos y la incidencia que ello tiene en ellos. Quien se apunta a la AADIPA no solo va a ver la restauración o la intervención sobre un edificio arquitectónico, sino también sobre un marco urbano y paisajístico más general. Para nosotros una intervención paisajística, como ha sido el Paraje de Tudela en Cap de Creus, también nos interesa.
Actualmente, también nos interesa cómo se reflejan las medidas medioambientales en su incorporación a la arquitectura tradicional, sin dañar sus elementos identitarios. Estamos hablando de las placas fotovoltaicas que empiezan a aparecer en los centros históricos, que son conjuntos declarados (BCILS) y este es un mercado importante en cuanto a formación, para poder explicar a los miembros de AADIPA y que puede suscitar debate.
El profesor José Luis González ya ha impartido dos sesiones sobre qué representa la aplicación del CTE en el Patrimonio e hizo un apunte que podían eximir determinadas actuaciones en el Patrimonio, con respecto al cumplimiento del CTE, siempre y cuando el arquitecto redactor lo asuma o solo se realicen intervenciones sencillas, ya que se puede justificar como obra artística y así debe constar. De hecho, en un cursillo ya se habló de la implementación del clima dentro del Patrimonio. El problema radica actualmente en los hoteles. Muchos castillos o edificios que son palacios se quieren recuperar como hotel con encanto, pero ¿cómo instalas adecuadamente el sistema de climatización? Este es un aspecto que no se puede abordar en el apartado académico inicial y debe de ser abordado, probablemente, en cursos de máster o posgrado, pero sí invitamos a algún profesional en la AADIPA para que plantee este tema. Precisamente, queremos ser un lugar de debate no solo en la imagen del Patrimonio, sino en la intervención del propio Patrimonio.
¿La asociación tiene una referencia o un modelo externo a seguir?
Es inviable porque tenemos una limitación importante sobre todo presupuestaria. Como agrupación colegial no tenemos un NIF propio. Solo dependemos de las cuotas de los asociados, así que nuestro financiamiento es limitado y, en este sentido, el Colegio no puede aportar más a la agrupación. Pese a ello, siempre hemos tenido una visión de ser una agrupación colegial, por lo tanto, no pretendemos salir del marco del colegio. Otra cosa es que nos gustaría disponer de un mayor financiamiento para realizar más actividades. Posiblemente esto cambie porque ahora el Colegio ha empezado a trabajar con la idea de establecer una Fundación. Pese a que el Cursillo sí que funciona con una cierta autonomía presupuestaria, con motivo de las aportaciones de los inscritos y de las las subvenciones de las Administraciones Públicas y patrocinadores. Por otro lado, desde hace 7 años estamos financiando una publicación propia, que denominamos Actas, que surge del presupuesto propio, y cuya edición online es abierta para que se lo puedan descargar todos los colegiales. Nuestro potencial de crecimiento es pues limitado, pero tampoco es un tema que nos interese. De hecho, actuamos como un servicio. Antes de la crisis del 2008, teníamos la potestad de hacer informes profesionales específicos de nuestro ámbito a entidades culturales si ánimo de lucro, sin coste. Por aquel entonces, también convocábamos una beca dentro de AADIPA para analizar y redactar este informe que, a día de hoy, continuamos realizando, pero solo a las Administraciones porque nos ofrecen soporte en otras acciones como patrocinadores.
Cumplen, así, una función social y cultural.
De hecho, pese a que no disponemos de financiación para costear a un arquitecto experto para redactar estos informes sin coste a entidades culturales, sí que apoyamos a estas entidades cuando promulgan algún manifiesto sobre protección patrimonial. Por otro lado, hace 10 años, 4 miembros de AADIPA, a nivel personal, hicieron una propuesta de crear un premio europeo, de carácter bianual que fue todo un éxito. Estos premios reconocían las buenas prácticas y la intervención notable sobre el patrimonio europeo. No obstante, entramos en competencia con el premio Europa Nostra, así que, pese a que ya no organizamos estos galardones, sí participamos directamente en los European Awards de Europa Nostra, circunstancia que nos enorgullece.
Con eso queda claro que las Administraciones Públicas deben estar de vuestro lado para defender el Patrimonio artístico, cultural y arquitectónico, pero a nivel privado ¿cómo se aborda?
A nivel empresa no entramos en ningún conflicto porque no interactuamos con el tejido empresarial. Básicamente, la defensa del patrimonio que podemos hacer desde la agrupación en la vertiente empresarial sólo tenemos la vinculación en el Cursillo como patrocinadores, aunque sí nos gustaría dirigirnos hacia la fórmula de organizar conjuntamente jornadas técnicas.
No obstante, la licencia o informe de Patrimonio se vive desde los promotores como algo negativo.
El acompañamiento de los Ayuntamientos ha sido muy bueno hasta ahora, pero es un tema que los propietarios ya entienden que la AADIPA está a su servicio igual que los técnicos. Una finca catalogada en Barcelona puede entenderse ya como un beneficio económico. Pero cuando catalogamos un edificio, no siempre es una decisión bien acogida. La intervención patrimonial debe ser respetuosa, pero al mismo tiempo debe articularse dentro de un sistema posibilista. Es decir, sería interesante que dentro de las empresas patrimoniales o promotoras existiera algún interlocutor cultural. En las promociones inmobiliarias existen tres polos: administración, profesionales técnicos y el cliente/empresa propietaria. Si los tres juegan de acuerdo con la sociedad civil difícilmente se producirá el conflicto, pero si hay una discordancia esta no deja de ser una problemática difícil, porque el propietario también tiene unas expectativas. Este conflicto también se manifiesta actualmente en los interiores. Un edificio se preserva, sobre todo, por lo que respecta a la fachada, pero el interior no. En el catálogo de Patrimonio, la tipología es lo que debería tener más valor, por ejemplo, la posición de la escalera, los forjados, la fachada… pero como a menudo no puedes acceder, no existe constatación de si existen salas nobles y sus decoraciones, así que no podemos catalogarlo por completo. En la mayoría de casos se presupone.
El Cursillo que se celebra el próximo mes de diciembre es abierto al ámbito internacional. En este sentido, ¿existen relación o se crean sinergias con asociaciones afines del resto del conjunto de España o Europa?
No tenemos una interconexión directa porque existen pocos Colegios de Arquitectos en España, que dispongan de una agrupación propia de Patrimonio y mucho menos con la dinámica que existe aquí en Cataluña. Sí que en alguna ocasión nos han solicitado poderlo explicar, pero no tenemos conexión habitual con otros colegios profesionales del estado, aunque intentamos trabajar con entidades coordinadas.
En cambio, sí tenemos buena relación con el Colegio de Ingenieros Industriales por la estrecha relación con el Patrimonio industrial y con los Premios Bonaplata; en el marco de estos premios, la AADIPA puso en marcha una nueva categoría denominada Paisajes Industriales. Como Europa Nostra también tiene filiales en cada país, en España existe la correspondiente Hispania Nostra, donde existe una relación más personal que asociativa.