Entrevista a Manuel García Barbero, arquitecto consultor de Proholz Austria en España
19 de octubre de 2010
La madera fue uno de los pocos materiales que no se sometió a la revolución industrial y a su subsiguiente evolución técnica en los siglos en que vimos ascender a los materiales industriales como el cemento o el acero. Finalmente, la desbancaron por su capacidad de aportar una predictibilidad y unas garantías en el comportamiento de los mismos, así como una estandarización y normalización técnica que se podía certificar.
Y en ese contexto, ¿qué lugar acabó ocupando la madera?
La madera aserrada acabó siendo un producto que no podía mantener el ritmo de evolución de las exigencias técnicas modernas. Sin embargo, la segunda mitad del siglo XX ha sido testigo de cómo la madera ha desarrollado su propia revolución industrial y científica.
¿En qué ha consistido esa evolución?
Ha nacido lo que denominamos la madera técnica, un material que puede competir en igualdad de condiciones con sus análogos de la primitiva revolución industrial.
Pero no será lo mismo...
Exactamente igual. Las bases son las mismas que promovieron a los materiales tecnológicos: primero, ciencia de materiales para comprender todas las características de la especie en cuestión; segundo, incorporación de procesos industriales para la homogenización de los productos; tercero, sistemas de control de calidad y trazabilidad para certificar las características y procedencia de los mismos. Esto hace que la madera técnica ocupe un lugar que la madera aserrada sin más no podría ocupar en el mundo actual de la construcción europeo debido a las altas exigencias técnicas y prestacionales que requerimos a nuestros materiales. Por fin podemos afirmar que la madera tiene lo necesario para su uso en la construcción actual y futura.
¿La aparición de compuestos plásticos con madera como, por ejemplo, el WPC, es una amenaza o un aliado para el sector de la madera?
Estos productos nacieron con la idea de relocalizar los residuos plásticos, que de otra forma acabarían en vertederos y en los ciclos bióticos, con el daño que esto supone. Curiosamente, las investigaciones llegaron a la conclusión de que la mejor forma de reincorporarlos a una continuidad de uso y no de contaminación era aliar estos residuos con la madera como sostén. Siempre que la procedencia de la parte plástica sea la del reciclado, soy partidario de su uso. No así si se utiliza plástico nuevo procedente de derivados del petróleo porque no supondría mejora alguna en la sostenibilidad de nuestros ecosistemas, sino todo lo contrario. Personalmente, yo intento no usar productos más tecnificados por medio de productos sintéticos, si puedo resolver el problema con los más naturales... cosa sencilla con la aplicación de la inteligencia en el diseño para garantizar su durabilidad.
¿Qué puede hacer la madera por el sector de la construcción?
Mucho. El sector de la construcción en España consume demasiados recursos económicos, en parte, por la gran mano de obra que requiere. Esto hace que la construcción sea más cara de lo que debiera. Si bien la madera es considerada como material relativamente caro (habría que verlo con más calma), la capacidad de prefabricación, mejor ‘trabajabilidad’, menores requerimientos en maquinaria auxiliar por su reducido peso y rapidez en la puesta en obra, hacen que las cuentas globales se decanten por la madera, si esta se trabaja de la forma correcta, es decir, sin improvisaciones.
Háblenos de sus principales aplicaciones en el sector de la construcción.
La madera y sus derivados son los únicos materiales con los que se puede hacer toda una casa completa: estructura, cerramientos, aislamientos, ventanas (con papel, al estilo japonés), muebles, relleno de colchones con virutas...
Parece que todo es posible con la madera...
Sí, todo es posible con madera... solo exige un intenso conocimiento de cómo diseñar con ella. Si el diseñador comete errores, la madera le delatará en muy poco tiempo con, por ejemplo, pudriciones. Todas las aplicaciones son posibles si se usa bien.
En cuanto a aislamiento térmico, ¿cree que puede competir la madera con otros materiales?
Como técnico, sinceramente pienso que los demás materiales no pueden competir con la madera en aislamiento térmico y en las consecuencias derivadas de los puentes térmicos. Su baja conductividad hace que la madera, sin ser un aislante, haga posible la práctica desaparición de puentes térmicos. Su naturaleza intrínseca hace que, si no se le tapa el poro con barnices o similares, la madera no tenga condensaciones de las que producen los mohos invernales en los edificios españoles. De este tema se pueden escribir artículos completos.
Entonces, la madera es un material con futuro en el sector de la construcción, ¿verdad?
Yo lo veo muy claro. Solo hay que mirar a Centroeuropa para darse cuenta que las soluciones más avanzadas para la eficiencia energética en edificación se dan en los edificios que usan madera. Cuanto más aumentan las exigencias de eficiencia energética e higiene para el usuario en edificación, más trabajo le cuesta a la construcción convencional mantener el ritmo con la madera, especialmente en precios. Esto está suponiendo un cambio importante en estos países que usan cada vez más madera y menos otros materiales convencionales por la dificultad que les supone alcanzar las prestaciones exigidas a los nuevos edificios.
¿Y en España?
Ahora que tenemos el nuevo Código Técnico de la Edificación, esto va a verse también en nuestro país, ya que se trata de un código prestacional en el que las prestaciones mandan y las prestaciones de las familias de productos de madera técnica son superiores en muchos casos a las de los otros productos ‘de toda la vida’.
Los pasados 5 y 7 de octubre, Proholz Austria organizó en Santiago de Compostela y Lleida, respectivamente, unos seminarios centrados en el papel de la madera en la rehabilitación y la mejora constructiva. Se trata de unas jornadas que, según explica García Barbero, tienen “la vocación de mostrar a todos los agentes que participan en la edificación que existe otra realidad aparte de la de la construcción convencional y que muy probablemente les suponga interesante plantearse algunos de sus próximos proyectos desde una nueva óptica en la que la madera tenga el protagonismo”.
Los más de 500 asistentes en Santiago y más de 300 en Lleida tuvieron la ocasión de conocer “nuevos planteamientos y a empresas locales que les pueden acompañar en sus proyectos”. “Para nosotros es importante que los prescriptores locales conozcan a empresas que les apoyen en sus primeros pasos hacia una construcción con madera de calidad, para que cada día más proyectos de calidad puedan ver la luz también en España”, sostiene García Barbero.
Principales líneas de innovación de las jornadas
En las jornadas se presentó el último stand de la técnica constructiva y caracterización de sistemas constructivos en la base de datos gratuita online dataholz.com para que los prescriptores que se atrevan a diseñar con madera lo hagan desde una garantía técnica y tecnológica de última generación.
También se demostró que la rehabilitación de edificios antiguos con presencia de madera estructural, puede y debe hacerse de forma quirúrgica e inteligente, preservando la madera mediante su reparación o sustitución por madera nueva y no demoliendo edificios enteros por dentro para hacerlos de nuevo. Los ahorros son absolutamente increíbles sin con ello perder en calidad constructiva y funcional. Mostramos a nuestro entender el futuro de las intervenciones de rehabilitación en un mundo escaso de financiación en el que no nos podremos permitir excesos.
Durante el transcurso de ambas jornadas, la asociación propuso un acercamiento a la rehabilitación ambiental y energética de edificios existentes que sufren de una ineficiencia energética tal que suponen un lastre enorme para sus usuarios y propietarios. “Este acercamiento muestra y demuestra con casos reales, los valores que se pueden alcanzar con el uso de sistemas constructivos basados en madera para reducir hasta a la décima parte los consumos energéticos de una edificación existente de forma sencilla. Esto es especialmente importante en edificios públicos por los ahorros que ayuntamientos pueden tener en el mantenimiento de los mismos a lo largo de su vida útil”, asegura García Barbero.