K-Line aporta sus carpinterías a la construcción industrializada
La construcción industrializada cada vez tiene un mayor peso en el sector de la construcción y requiere de empresas que les suministren componentes que se adapten a sus exigencias y métodos productivos. Empresas como K-Line, con una oferta completa y global de ventanas, correderas y puertas de entrada -conectadas o no- a punto de instalar, que cubren la demanda y exigencias de este sector, con una alta capacidad de producción.
K-Line es el líder europeo en diseño y fabricación a medida de ventanas y puertas de aluminio a punto de instalar para arquitectura y construcción sostenible, con venta exclusiva en distribuidores profesionales autorizados, filial para España y Portugal de la sociedad francesa K-Line con sede en Les Herbiers. Dispone de un total de 6 plantas de fabricación ultramodernas con 150.000 m2 de superficie cubierta, ubicadas en España (1 factoría) y Francia (5 factorías), con una plantilla de 2.300 empleados y una facturación en 2021 de 445 millones de euros, y una capacidad de producción de 2.500 carpinterías a medida diarias, acabadas a punto de instalar. La empresa es propiedad del Grupo Liébot, uno de los referentes europeos en la fabricación de fachadas y ventanas, con una facturación de 700 millones de euros en 2022 y una plantilla de 3.850 empleados. K-Line dispone de una planta propia de extrusión de perfiles de aluminio en Francia, desde la que abastece las factorías del grupo.
Las ventanas y puertas K-Line resultan ideales para el sector de la construcción industrializada, dado que se entregan totalmente acabadas y equipadas, a punto de instalar, por lo que su ensamblaje en los módulos pre-construidos resulta sumamente sencillo, aportando una máxima eficiencia energética a la construcción, con unos niveles de aislamiento térmico de hasta Uw 0,84 W/m2.k y acústico de 30 a 44 dB, estando especialmente recomendadas en viviendas pre-construidas, pasivas, bio-pasivas o passive house. Sin lugar a dudas, son la solución perfecta para los cerramientos de las construcciones industrializadas, con trato directo de industrial a industrial, sin intermediarios.
K-Line, fabricación 4.0.
El aluminio, uno de los materiales más respetuosos con el medio ambiente a lo largo de todo su ciclo de vida, se obtiene de la bauxita, tercer recurso natural más abundante del planeta. Es un material 100% reciclable sin degradarse y cuenta con sus propias cadenas de reciclaje que reutilizan el 95% del aluminio de los edificios al término de su ciclo vital.
K-Line ofrece al sector una de las gamas más completas del mercado, con una extensa propuesta de carpinterías a medida que cubren las posibles aplicaciones de las viviendas pre-construidas, con practicables-oscilobatientes, correderas de 2 y 3 raíles, correderas de grandes dimensiones, correderas acabadas en esquina, correderas de visión total con marcos minimizados, correderas de hoja oculta entre tabiques, correderas elevables, puertas de entrada con distintas series, etc. Destaca un nuevo producto lanzado recientemente al mercado para una casa conectada, K-Line Smart Home, el cual, por sus múltiples utilidades, aplicaciones y relación calidad/precio, está especialmente recomendado para el sector de la construcción industrializada. Opcionalmente, permite que las carpinterías se entreguen equipadas de fábrica con unos sensores incorporados que las convierten en ‘inteligentes’, conectadas por radiofrecuencia (no precisan de cableado alguno), lo que simplifica al máximo su instalación, con una amplia diversidad de aplicaciones para el control de ventanas y puertas, control solar, sistema de alarma, climatización e integración de otros objetos conectados.