El Proceso de Commissioning en Edificios
- Está diseñado, construido y es capaz de funcionar y mantenerse de manera fiable, segura, eficiente y sostenible.
- Proporciona la calidad ambiental interior para asegurar el bienestar, salud, seguridad y productividad de sus ocupantes.
- Integra materiales de bajo contenido en carbono y reciclables con sistemas y tecnologías que favorecen el menor consumo de energía y agua y la menor producción de desechos a lo largo del ciclo de vida del edificio.
- Minimiza su huella de carbono tanto operativo como incorporado a los materiales de construcción.
- Los proyectos no se suelen enfocar al mantenimiento y operatividad del edificio ocupado.
- Los sistemas de control propuestos son, muy a menudo, demasiado complejos y exceden la capacidad del personal de mantenimiento que los va a gestionar.
- No se someten a Procesos de Commissioning.
Estas necesidades funcionales deben ser claras y precisas en su definición y verificables y medibles en su implantación. Esto facilitará las Actuaciones de Commissioning cuyo objetivo es comprobar y documentar la entrega efectiva de las necesidades mencionadas.
Las actuaciones principales en la implantación de un Proceso de Commissioning durante las fases de un proyecto de nueva construcción o renovación, son las siguientes:
- Fase de prediseño: interpretación de las necesidades funcionales y definición de la estrategia de verificación de su materialización en la recepción del edificio.
- Fase de diseño: comprobación de la capacidad de puesta en marcha y mantenibilidad de las soluciones de diseño adoptadas y de su compatibilidad con las necesidades funcionales objetivo. Accesibilidad y reparabilidad de equipos, modificación, escalabilidad resiliencia de sistemas y estado del arte de la tecnología adoptada son criterios que deben abordarse en la revisión de diseño desde el punto de vista del Commissioning.
- Fase de construcción: verificación del mantenimiento de la capacidad de puesta en marcha y mantenibilidad de las soluciones de diseño ejecutadas y de su compatibilidad con las necesidades funcionales objetivo. Deben incluirse también la validación de las pruebas estáticas y la validación de la formación del personal de mantenimiento.
- Fase de puesta en marcha: validación y documentación de los resultados de las operaciones y pruebas (pre)funcionales de puesta en marcha realizadas por los instaladores y fabricantes. La comprobación de la integración de las instalaciones en la arquitectura del sistema de control centralizado debe contemplarse entre las actuaciones del Proceso de Commissioning.
- Fase de ocupación inicial: validación de la resolución de las anomalías pendientes de funcionamiento antes del vencimiento de garantías.
- Estudio de las necesidades actuales operativas del edificio y su grado de incumplimiento.
- Auditoría energética y funcional de edificio para identificar oportunidades o recomendaciones de mejora.
- Validación y documentación de los resultados de las pruebas funcionales de implantación de mejoras.
- Validación de la formación del personal de mantenimiento.
Los sistemas e instalaciones que deben someterse a un proceso de commissioning son todas aquellas que presenten una dinámica de funcionamiento susceptible de verificarse respecto al cumplimiento de las necesidades operativas del edificio. La envolvente del edificio es un sistema dinámico (“respira”) cuya estanquidad debe estar siempre considerada dentro del alcance de un riguroso Proceso de Commissioning.
Las tres claves de éxito en la implantación de un Proceso de Commissioning son las siguientes:
- Convencimiento y apoyo total por parte de la propiedad o usuario final.
- Dotación de alcance y presupuesto suficientes para el Proceso Cx.
- Contratación de una empresa acreditada e independiente desde la fase inicial del proyecto, con personal certificado y muy experimentado.
- Prestaciones, comportamiento, rendimiento e impacto medioambiental del edificio según las necesidades y responsabilidad social de la propiedad o usuario final.
- Reducción del número de quejas de confort por los ocupantes, mejores condiciones de salud y bienestar, mayor productividad y menor absentismo.
- Reducción de los costes de explotación.
- Extensión de la vida útil de los equipos.
- Mejor formación del personal O&M.
- Optimización en el diagnóstico y resolución de anomalías.
- Apoyo a la obtención de certificaciones de sostenibilidad y bienestar del edificio.
- Documentación más completa del edificio.
(*) Andrés Sepúlveda es director general de Commtech, presidente de la Región XIV, Europa de ASHRAE, Miembro del Comité de Dirección BOD de ASHRAE, del Comité Técnico TC 7.9 de “Building Commissioning” y del” Building Decarbonization Task Force” de ASHRAE.