Los edificios inteligentes, la apuesta para construir un futuro sostenible
Los edificios del futuro tienen que ser edificios inteligentes. Se estima que alrededor de un 30% la energía mundial que se consume se da en los edificios ya sea a la hora de su construcción o en sus operaciones del día a día. Además, a esto hay que sumarle que emiten casi el 40% de las emisiones anuales de gases efecto invernadero. Unos porcentajes que, sin duda, en la apuesta hacía la sostenibilidad, como sociedad hay que rebajar.
Para ello, hay que hacer una clara apuesta por los edificios inteligentes. ¿Qué tienen que aportar este tipo de construcciones? Pues desde el bienestar físico de las personas que lo habitan, hasta el emocional, el ambiental o social. Debe ser un edificio que controle el rendimiento de aspectos como la temperatura, la humedad, el movimiento del aire, el ruido o la iluminación, así pues, logrará no tan solo la armonía para vivir, sino que además su gestión se vuelve más eficiente y, gracias a la inteligencia, más intuitiva.
Los edificios consumen un 30% de la energía mundial y soluciones como EcoStruxture Building de Schneider Electric permiten optimizar el confort y la productividad de las construcciones del futuro.
EcoStruxure Building ayuda en el camino de la apuesta de los edificios inteligentes
La plataforma de gestión de edificios EcoStruxure Building de Schneider Electric ayuda en la apuesta de los edificios inteligentes. Se trata de una plataforma abierta que da una solución colaborativa del Internet de las Cosas (IoT) y que gracias a su software, hardware y servicios a través de una red troncal IP Ethernet ayuda a los edificios a maximizar su eficiencia, tanto energética como operativa, optimizar el confort y la productividad y, por tanto, el valor de la construcción.
EcoStruxure Building en su objetivo de hacer mejores edificios y oficinas inteligentes, puede colaborar con sistemas de terceros por muy complejos que sean y crear soluciones inteligentes personalizadas a cada edificio. Se trata de una plataforma compatible con protocolos industriales como BACnet, Modbus, LON y Zigbee, y además incluye certificaciones BTL en todos sus componentes hardware y software del sistema SmartX. Todo ello hace que los edificios estén preparados para el futuro y las nuevas aplicaciones tecnológicas que se les haga y que estas sean más fáciles de integrarlas.
Con EcoStruxure se obtienen soluciones integrales en seis ámbitos diferentes de especialización como son la energía, TI, edificios, máquinas, plantas y redes y que podemos aplicar en cuatro sectores diferentes que son la construcción, el centro de datos, la industria y las infraestructuras.
EcoStruxure Building y sus capacidades proporcionan que se automaticen los procesos y unas mejores soluciones de gestión de energía y costes en remoto.
Un gran abanico de ventajas a la hora de asumir el reto de transformación de los edificios inteligentes
Una de las características de los edificios inteligentes es que son construcciones que están siempre conectadas y proporcionan información real al momento de cuál es su situación. Esto permite realizar diagnósticos exhaustivos, antes de que un equipo de mantenimiento tenga que desplazarse al edificio e incluso se pueden realizar acciones de arreglo en remoto. Todo ello hace que el tiempo de espera y ejecución del mantenimiento sea menor y en consecuencia se reduzcan sus costes operativos.
Al observar el rendimiento que da el edificio de manera inmediata y tener los datos, se aborda el problema rápido y eso hace que disminuyan las quejas de los empleados, además la información del IoT nos permite controlar de forma automática el edificio y sus finanzas con lo cual se reducen los gastos de desplazamiento.
Por otro lado, los sistemas como EcoStruxure Building y las capacidades remotas que nos proporciona hace que se automaticen los procesos, que las instalaciones funcionen de forma eficaz más tiempo y obtengamos unas mejores soluciones de gestión de energía y costes.
Para acabar, hemos de destacar por encima de todo el bienestar que experimentan los ocupantes de un edificio inteligente, ya que, el habitáculo se adapta a sus necesidades y controla elementos como el aire, temperatura, ruido o luminosidad para que el individuo experimente un ambiente de trabajo ideal y se aumente la productividad.