Mecedoras: las sillas que mejoran tu salud y estado de ánimo
De todos es sabido que cuando un bebé llora la forma instintiva y más eficaz que tenemos para intentar calmarlo es meciéndolo en nuestros brazos. Por ello, es algo que casi siempre funciona y tiene bastante que ver con su feliz etapa gestacional en el útero, donde tampoco paró de balancearse cuando su mamá caminaba y se movía.
Cuando somos adultos, es un hecho demostrado que mecernos tiene numerosos beneficios para nuestra salud. El movimiento del balanceo libera endorfinas en el cerebro las cuales ayudan a mejorar nuestro estado de ánimo y reducir el estrés. También, resulta beneficioso para aliviar dolores de cuello y espalda, ya que este movimiento aumenta el flujo sanguíneo y envía más oxígeno a estas zonas. Tanto es así que algunos aeropuertos alrededor del mundo en lugar de las típicas filas de asientos, han tenido la genial idea de colocar mecedoras para ayudar a los viajeros a relajarse del estrés y bullicio habituales en estos lugares.
Las mecedoras de Benjamin Franklin y JFK
Aunque algunas fuentes atribuyen la invención de la mecedora al célebre científico y político estadounidense Benjamin Franklin, no existe ninguna evidencia de ello ni ninguna referencia en su biografía. Parece ser que las primeras mecedoras aparecieron en Inglaterra en el siglo XVIII, alrededor del año 1725 y más adelante el prestigioso ebanista especializado en la fabricación de muebles estilo imperio, Duncan Phyfe, las produjo en su taller de nueva York. Luego empezaron a producirse en gran número por empresas de mobiliario y se popularizaron en Europa y Estados Unidos. En el año 1860 un artesano alemán llamado Michael Thonet creó la primera mecedora de madera curvada que aún hoy se sigue fabricando.
Durante la historia se han creado muchas versiones de la popular mecedora y también existen numerosos documentos gráficos que muestran a destacadas personalidades del arte, la política y la cultura retratados en su silla mecedora favorita, como Mark Twain, Pablo Picasso y el presidente John Fitzgerald Kennedy, que usaba la mecedora por prescripción médica para aliviar sus dolores de espalda y no dudaba en recibir sentado cómodamente en ella a los más altos mandatarios.
Nos vienen a la mente mecedoras famosas por aparecer en grandes películas como la que usa Celie en «El color púrpura» o el señor Finch en «Matar a un ruiseñor» y como no la escalofriante mecedora de la señora Bates en «Psicosis» de Hitchcock.
La mecedoras americanas de Casa Bruno
En Casa Bruno disponen de varios diseños de robustas y confortables mecedoras americanas, que aunque a la vista e incluso al tacto parecen fabricadas en madera, realmente están hechas de un material plástico súper resistente llamado PEAD (polipropileno de alta densidad) que aporta la cálida estética de la madera pero las hace resistentes a la intemperie, la lluvia, la nieve, insectos, moho y otros elementos que estropean la madera. Además este material se elabora a partir de envases de plástico reciclados a los que se le incorporan una serie de filtros químicos para que los colores permanezcan prácticamente inalterables por muchos años.
Visiten su tienda y exposición de Santa Ponsa donde podrán ver y probar sus extraordinarias mecedoras de Polywood. También disponen de un amplio surtido de muebles americanos para exterior como columpios de porche, bancos, conjuntos de comedor de diferentes alturas y sillas Adirondack.
CASA BRUNO
C/ Illes Balears, 62
Santa Ponsa
Tel. 971699273
Tienda online Casa Bruno
Fuente: Casa Bruno
Visitar la tienda online de Casa Bruno
Leer más noticias relacionadas con Casa Bruno publicadas en Infurma
Visitar la ficha de Casa Bruno en Infurma