LZF recibe el Premio Nacional de Diseño 2020 en la modalidad de empresa
LZF, la reconocida marca valenciana fabricante de lámparas artesanales a partir de la madera, recibió el pasado jueves 10 de junio el Premio Nacional de Diseño 2020 en la modalidad de “Empresa”. Un acto presidido por los Reyes de España en el Palacio de Congresos de Granada.
Los Premios Nacionales de Innovación y de Diseño, concedidos por el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, tienen como objeto distinguir a aquellas personas y entidades que han hecho de la innovación un elemento indispensable en el desarrollo de su estrategia profesional y de
su crecimiento empresarial, además de a quienes han contribuido al incremento del prestigio del diseño español. En este sentido, tal y como explicaba el Ministerio en su comunicado, el jurado ha valorado en LZF “la estrategia empresarial centrada en el diseño, la creatividad y la sostenibilidad medioambiental con una gran carga emocional y conceptual que se traduce en una alta calidad percibida y funcional de sus productos”.
Mariví Calvo y Sandro Tothill, fundadores de LZF, fueron los encargados de recoger el galardón en un acto que contó con el aforo y todas las medidas de seguridad del protocolo sanitario del COVID-19. Otros premiados en esta edición han sido Pepe Gimeno Crespo, Francisco Marín Pérez, Indra Sistemas, SEIPASA y Eva y Marta Yarza Hilario. Las menciones especiales han recaído este año en Isabel Inés Casasnovas y Banco Bilbao Vizcaya Argentaria.
25 años de pasión por la luz y el diseño
El premio no podía llegar en mejor momento. Tras 25 años de trayectoria y más de 35 premios nacionales e internacionales del sector del diseño, el galardón nacional concedido a LZF reconoce y refuerza una trayectoria que se ha distinguido por su fuerte compromiso con la cultura del diseño,
su espíritu creativo, su innovación tecnológica y su cuidado proceso artesanal. Unas características que se traducen en las palabras dedicadas a la empresa por el jurado de este premio: “LZF irrumpe con luz propia en el mercado con productos y diseños singulares para cada proyecto de instalación, además de prestar especial cuidado a la gestión sostenible de los recursos de que hace uso”.
LZF ha utilizado desde sus inicios la chapa de madera, su materia prima, como una herramienta para expresar sus valores. A través de ella, la empresa demuestra paulatinamente su compromiso con la ecología, la sostenibilidad y la innovación.
Como sus fundadores describen, utilizan la madera “porque es un elemento ancestral, que tiene que ver con la Naturaleza y con el fuego. Y mediante la luz, parte integral de nuestras vidas, la madera conecta íntimamente con nuestras emociones y sentimientos«. En este sentido, apuntan, “es una enorme satisfacción recibir la feliz noticia de que se reconoce nuestro trabajo con el premio de diseño más deseado en nuestro país. Hoy sentimos que diseño, tecnología y artesanía van de la mano de forma implacable”.
En la intersección entre el diseño y la tradición
Su particular visión creativa de la luz acariciando la madera da vida a luminarias de alta calidad, piezas únicas funcionales y bellas, fabricadas a mano por un equipo de artesanos expertos en el trabajo con chapa de madera. Y siempre siguiendo un arriesgado proceso enteramente artesanal
que le valió en 2011 el Premio Nacional de Artesanía, combinado con tecnologías vanguardistas que aportan a sus diseños funcionalidad y belleza.
De esta forma, LZF se ha posicionado de un modo propio en la intersección entre el diseño, la tecnología y la tradición. Su compromiso con la artesanía es compatible con la innovación, la actualidad de los mercados y el ritmo global del sector a nivel internacional.
Una esencia única que también ha sido reconocida con el Premio Honorífico de ADCV 2019 (Asociación de Diseñadores de la Comunitat Valenciana) en la categoría de “Innovación”; el premio de la revista estadounidense Interior Design Magazine a la mejor lámpara de suspensión del año por Dune, de Mayice Studio; los dos Red Dot Awards, los oscars del diseño que se entregan cada año en Berlín y los dos galardones Good Design del Museo de Arte Contemporáneo de Chicago, entre otros.
La investigación llevada a cabo por LZF sobre la capacidad de la luz para generar y construir ambientes, así como su apuesta por la innovación tecnológica, la artesanía contemporánea y el diseño, abrió los mercados internacionales a las lámparas que en sus inicios se habían concebido
por y para el hábitat doméstico. LZF entró en el ámbito del Contract y en instalaciones especiales de gran formato. Se convierte en un proyecto sólido y sostenible, con productos reconocidos y muy valorados internacionalmente.
Donde las personas y los espacios se funden
LZF conserva el espíritu con el que nació en 1994. Desde su modesto comienzo, aquel pequeño taller ha ido creciendo y actualmente LZF trabaja en una antigua bodega rehabilitada en Chiva (Valencia). Una tupida y extensa red de diseñadores externos tejida a lo largo de los años y un
equipo multidisciplinar de artistas formado tanto por valores consagrados como por jóvenes promesas del panorama nacional e internacional. En este sentido, LZF actúa como catalizador para el desarrollo de nuevas generaciones de diseñadores, creando oportunidades para aquellos
que están empezando, apostando de forma constante por las buenas ideas y recuperando el saber hacer de los maestros artesanos; que corre un inminente peligro de extinción.
Sus lámparas se encuentran en lugares tan emblemáticos como los restaurantes Mercado Little Spain, Mi Casa, Jaleo y Fish, del chef José Andrés y obras del arquitecto Juli Capella en Nueva York, Puerto Rico, Washington, Disney Springs Orlando, Maryland y Bahamas. Pueden verse
también en las sedes californianas de Youtube, Microsoft o Amazon; en el cuartel general de defensa de Holanda, en las oficinas de Coca-Cola en Atlanta y Madrid; o en la Biblioteca Los Gatos de la Universidad de Nevada, entre otros conocidos lugares.
Además, desde 2015, hospitales especialistas en la cura del cáncer; como el Baptist Cancer Center de Miami, el MD Anderson Cancer Center de Texas y Houston y el Memorial Sloan Kettering Cancer Center de Nueva York, utilizan sus luminarias para conseguir ambientes naturales, bellos y relajados que beneficien a los pacientes. Y es que LZF no solo hace lámparas, construye realidades posibles donde las personas y los espacios se funden, creando su propia atmósfera.
Fuente: LZF Lamps
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