Construcción pasiva y ventilación mecánica: la alternativa a las ventanas abiertas en escuelas y equipamientos, según los expertos
Un estudio reciente realizado por la Plataforma de Edificación Passivhaus (PEP) y la Universidad de Burgos, concluye que el 84% del tiempo lectivo, es decir cinco de cada seis horas, las condiciones de las aulas suspenden en términos de temperatura ambiente, humedad relativa y niveles de CO2, lo que supone negativas consecuencias para el rendimiento escolar y para la salud de alumnos y profesores.
Otro estudio desarrollado por el experto en dinámica de partículas de aire de la Universidad de Colorado en Boulder (EstadosUnidos), José Luis Jiménez, ha demostrado el importante papel que juega la arquitectura y el diseño de interiores en el contagio del coronavirus SARS-CoV-2. De acuerdo con este estudio, el Covid-19 se transmite a través de minúsculas particulas contagiosas que exhala la persona enferma y que quedan suspendidas en el aire en ambientes cerrados y sin ventilación: los temidos aerosoles.
Arquima apuesta por la construcción pasiva en madera y por la ventilación mecánica controlada de doble flujo con recuperación del calor en espacios cerrados para frenar los contagios del Covid-19.
Muchas escuelas, para que no aumente el CO2 y con él la cantidad de aerosoles en el ambiente, han optado por realizar las clases con las ventanas abiertas para ventilar. Pero el invierno está cada vez más cerca y la ventilación de las aulas por medios naturales, como reza en los protocolos anticovid del Ministerio de Sanidad, puede ser no suficiente.
La compañía especializada en construcción pasiva industrializada Arquima apuesta por la construcción pasiva en madera o como mínimo por la instalación de sistemas eficaces de ventilación mecánica de doble flujo con recuperación del calor para frenar los contagios y para garantizar la salud de los alumnos o de los usuarios de espacios cerrados y de equipamientos como residencias geriátricas.
El informe de la Plataforma de Edificación Passivhaus habla de la ventilación como la medida más adecuada para mejorar la calidad de aire de los centros. La conclusión es que hay que invertir en las escuelas, hay que hacer obras, dedicar fondos de la UE a la rehabilitación de centros educativos para conseguir beneficios para la salud, mejores resultados académicos, ahorro económico, beneficios ecológicos y una reactivación económica. Otros países como Alemania ya han anunciado una inversión de 500 millones de euros para mejorar la ventilación de sus edificios públicos.
Según Sonia Hernández-Montaño Bou, arquitecta especialista en Bioconstrucción: “La ventilación es clave para garantizar una óptima calidad del aire interior. Cuando la ventilación natural no es suficientemente eficaz, debido a la tipología arquitectónica o a las pautas uso del edificio, podemos contar con sistemas de ventilación mecánica. Para optimizar las condiciones de salud, además de la ventilación también hay que considerar el diseño del resto de sistemas de instalaciones y la elección de sistemas constructivos y materiales de acabado que minimicen emisiones de fibras o partículas y tengan capacidad higrotérmica, propiedad que mejora la regulación de la humedad y la sensación de bienestar. Otro aspecto destacable para garantizar espacios saludables y que también recae en la suma de ventilación y elección de materiales es el control del electroclima del espacio interior resultante”.
La ventilación mecánica controlada de doble flujo con recuperación de calor es uno de los 5 criterios fundamentales de la edificación Passivhaus, hasta ahora centrada en lograr que el consumo energético fuera el más bajo posible. La pandemia hace que el objetivo se focalice en la salud. Los otros principios básicos de este tipo de construcciones son: un excelente aislamiento térmico, ventanas y puertas de altas prestaciones, ausencia de puentes térmicos y hermeticidad al aire.
Para Pere León Arquitecto- Geobiólogo, experto en Salud del Hábitat: “Una cuarta parte de nuestras enfermedades tienen origen en las malas condiciones en las que se encuentre el medio ambiente, y una de cada cuatro personas tiene el sistema inmunológico, nervioso u hormonal desajustado, no sólo por la alimentación, sino por la inhalación inapropiada de tóxicos ambientales que le rodean”.
Pasamos un 80% de nuestro tiempo en espacios interiores y es de vital importancia asegurarnos que los niveles de toxicidad sean mínimos.
“La ventilación controlada nos asegura tener unos niveles de CO2 bajos, controlar los niveles de humedad relativa para evitar campos eléctricos y electroestáticos y así mantener una buena salud del hábitat. También es necesario hacer hincapié en la elección adecuada de los materiales saludables de nuestra vivienda, y que desde la visión integrativa de las viviendas Pasivas es una norma obvia dirigida a la salud holística de sus moradores”, añade León.
Las aulas son espacios con una gran afluencia de usuarios y cambios bruscos de temperatura y los ambientes cargados conllevan que los niveles de atención y de concentración no sean buenos. Para una correcta calidad del aire interior se necesita un nivel de CO2 por debajo de 1.000 ppm y para ello debería haber un flujo de aire exterior de 30 m³ /h por persona.
Arquima propone la instalación de sistemas eficaces de ventilación mecánica de doble flujo en escuelas y equipamientos.
Pero el nivel de CO2 no es el único factor que determina una buena calidad del aire interior. Otro elemento a tener en cuenta es la humedad relativa del aula. Cuando ésta es muy baja, es más fácil que proliferen bacterias y virus en el aire. Tampoco es correcto tener un alto nivel de humedad relativa, ya que pueden aparecer hongos y afectar al sistema respiratorio. Lo ideal es que esté entre el 40%-60% para reducir el riesgo de propagación de enfermedades infecciosas.
Todas estas máximas también pueden aplicarse a edificios con usuarios sensibles como las residencias de mayores.
Residencia Passivhaus construida por Arquima finalista Premios FAD y finalista Oro Premios 3 Diamantes Mitsubishi 2020.
El sistema de prefabricación con entramado ligero de madera de Arquima se basa en criterios de arquitectura bioclimática, pasiva y de màxima eficiencia energética. La compañía, que fue pionera en Construcción Sostenible en España desarrollando un sistema constructivo propio ya en 2008, ha presentado recientemente las primeras viviendas de Europa con la doble màxima certificación en eficiencia energética y en sostenibilidad (Passivhaus Premium y 5 Hojas VERDE del Green Building Council España GBCe), ubicadas en el Área Metropolitana de Barcelona y está contruyendo el primer edificio plurifamiliar pasivo de madera de las Islas Baleares en la ciudad de Palma de Mallorca.
El Covid-19 y la posibilidad de nuevas pandemias afectan de manera directa al sector de la Arquitectura y la Construcción y los expertos apuntan que la tendencia es la apuesta por viviendas y equipamientos como escuelas, hoteles, oficinas u hospitales más naturales, más sostenibles y más saludables.
Pabellones de acceso al Liceo Francés de Barcelona construidos con el sistema de entramado ligero de madera de Arquima.