Helske Energy Save sigue pisando fuerte
Con un centro de producción propio situado en Europa central, la compañía fabrica productos para el tratamiento de interiores que mejoran la salud de los edificios, cualidad imprescindible en la actual crisis sanitaria provocada por el coronavirus. Hemos tenido la oportunidad de conversar con Štefan Karbác, director de Operaciones de Helske Energy Save, quien nos habla del proceso de producción de la fábrica, que resulta sostenible y eficiente energéticamente.
El centro de producción y desarrollo de Helske Energy Save garantiza la calidad de sus productos, así como el correcto funcionamiento de todo el proceso de fabricación. La compañía tiene como guía tres conceptos clave: innovación y tecnología; sostenibilidad y eficiencia energética; y la mejora de los entornos y, por tanto, de la calidad de vida de las personas. En palabras de Štefan Karbáč, director de Operaciones de Helske Energy Save:“A lo largo del proceso hacemos hincapié no sólo en el uso de fuentes de energía renovables, sino también en el cumplimiento de los principios de la economía circular”.
Partiendo de esta premisa, Helske Energy Save ofrece novedosos sistemas dirigidos a los profesionales de la construcción y la reforma, decoradores, interioristas, arquitectos e instaladores: Nano Coat Home, Nano AM, Nano PT y Nano TC. Así, ofrece una amplia gama de sistemas para combatir humedades por condensación, microclimas en el interior, bacterias o moho.
Entre ellos, destaca Nano Coat Home, ganador de los Premios NAN 2019, celebrados por la prestigiosa revista NAN Arquitectura y Construcción. Por su parte, Carlos A. Sánchez, director general para España y Portugal de Helske Energy Save, afirma: “Nano Coat Home es un producto único, no existe nada similar en el mercado. Es una solución de absoluta confianza que destaca por su calidad y durabilidad, avalada por una garantía de 30 años. Hay productos que pueden abarcar una o dos propiedades, pero ninguno con esta tecnología”.
Innovación continua y tecnología punta
Como nos explica Karbáč, “En lo que respecta a innovación y tecnología, la compañía, cuenta con su propio Departamento de Investigación y Desarrollo en el complejo de producción centroeuropeo. Así tenemos la capacidad de probar continuamente los productos y de implementar los cambios necesarios en función de los resultados sin tener que esperar meses, como viene siendo habitual en el caso de los proveedores externos. De esta forma, Helske optimiza sus procesos de producción, realizando una inversión continua en el desarrollo de sus productos y en maquinaria, renovada este mismo año”.
Helske Energy Save aplica la tecnología más puntera en el diseño, en el que la nanotecnología resulta fundamental: aporta un material muy ligero y con un excelente acabado, incluso sin pintar, que permite eliminar la aparición de moho en la superficie de las estructuras y reduce el coste de los edificios al alcanzar la temperatura del aire interior requerida en un tiempo más corto.
“Las pruebas sobre la sinergia entre Nano Coat Home y un sistema de calefacción clásico, demostraron claramente la propiedad de aislamiento térmico del producto. De la misma manera, nuestro departamento de I+D está buscando un posible uso de la mezcla en la industria, donde la aplicación de Nano Coat Home por pulverización en los sistemas de distribución de agua caliente o fría garantizará la reducción de las pérdidas de calor en estos sistemas”, aclara Štefan Karbáč.
Supone, por tanto, un gran ahorro: a nivel económico durante la construcción o la rehabilitación; y a nivel energético para los usuarios. Además, es sostenible, inodoro, no contiene sustancias volátiles y se puede usar en cualquier espacio y sobre cualquier material de construcción.
Una gama sostenible
Helske Energy Save basa su producción en la sostenibilidad y en la eficiencia energética. Su centro de producción se rige por normas internas para la producción eficiente de energía, el ahorro y la reducción al mínimo de la cantidad de desechos.
“Incluso los residuos generados durante la producción se convierten en una fuente y no en algo inútil de lo que haya que deshacerse. Por ejemplo, el agua de lluvia se retiene para ser utilizada posteriormente en el riego de un parque industrial, y empleamos iluminación LED inteligente y más eficiente. Además, el proceso de producción está configurado de tal manera que el calor producido por el horno, para el endurecimiento y secado de de los materiales en un secador de zona durante una hora (a una temperatura máxima de 200 grados), también se usa para calentar la parte de producción y logística”, explica Karabáč.
El resultado es un abanico de productos certificados totalmente respetuosos con el medioambiente que ayudan a que los edificios, tanto empresas, como hogares, reduzcan su consumo de energía y su huella de carbono, protegiendo así los recursos naturales.
Mejora en la calidad de vida de los edificios y las personas
La posibilidad de fabricar sus propios productos, y todos los valores mencionados anteriormente, permiten que la amplia gama de Helske Energy Save aporte una considerable mejora de los entornos sin renunciar a una producción eficiente y comprometida con el medioambiente. En consecuencia, también repercute directamente en el bienestar de las personas.
Recientemente, Helske Energy Save ha lanzado una nueva gama. Así, sus productos, que ya contaban con la tecnología más avanzada para el tratamiento de superficies interiores, incluyen, también, propiedades antibacterianas.
“Basándonos en los acontecimientos provocados por la crisis sanitaria de los últimos meses, hemos logrado desarrollar la nueva solución Nano Coat Home antibacteriana para aumentar aún más los estándares higiénicos de los edificios y hogares. Consiste en un revestimiento de acabado final termoaislante permeable al vapor de agua, antimicrobiano, cuyas propiedades únicas consisten en crear una superficie que no admite la multiplicación de microorganismos (bacterias y hongos). Es apta para su uso en clínicas y en los hogares de las personas que sufren de alergias”, concluye Štefan Karbáč.