Cómo impulsar la inversión en infraestructuras sostenibles

Peor aún, tendremos que construir mucho más en las próximas décadas, particularmente en los países emergentes y en desarrollo. A menos que desarrollemos rápidamente una nueva generación de infraestructura sostenible, será muy difícil revertir el cambio climático catastrófico. Esto implicará una inversión significativa, hasta 690.000 millones de dólares por año hasta 2030, según la OCDE. Llevar la financiación del sector privado a la mesa es fundamental.

Fuente: OCDE.

Muchas instituciones se han comprometido a movilizar fondos hacia una infraestructura sostenible: el G20, la OCDE, los bancos multilaterales de desarrollo y la comunidad más amplia de instituciones financieras para el desarrollo; la Asociación de Inversión para el Desarrollo Sostenible (SDIP), el Grupo de Desarrollo de Infraestructura Privada (PIDG), intermediarios financieros, ONG y muchos otros se han centrado en este tema. Se ha logrado un progreso significativo. Están surgiendo principios rectores y se ha producido mucha innovación en las finanzas combinadas a lo largo de los años.

Sin embargo, el progreso ha sido lento para cerrar una brecha de inversión estimada en más de 300.000 millones de dólares al año durante los próximos 10 años. La generación de proyectos financiables que se refieren a energías renovables, transporte ecológico, agua y residuos sostenibles y edificios ecológicos se está expandiendo, pero sigue siendo inadecuada y de subescala en el mundo en desarrollo. La financiación de proyectos de infraestructura es limitada y carece de suficiente inversión del sector privado. Los inversores institucionales están dispuestos a invertir en infraestructura sostenible, que puede ofrecer rendimientos estables a largo plazo. Sin embargo, actualmente no tienen forma de verificar qué activos son realmente sostenibles.

Ahí es donde entra en juego la iniciativa 'Finanzas para acelerar la infraestructura de transición sostenible' (FAST-Infra). Su objetivo es transformar la infraestructura sostenible en una clase de activos líquidos convencionales. Para ello, propone establecer un sistema de etiquetado coherente y de aplicación global para las inversiones en activos de infraestructura sostenible. A través de este sistema de etiquetado, el mercado puede identificar fácilmente la sostenibilidad del activo y los inversores pueden confiar en que su dinero se destinará a proyectos que satisfagan las necesidades ambientales, sociales, de resiliencia y de gobernanza contribuyendo a los ODS.

La financiación de proyectos de infraestructura es limitada y carece de suficiente inversión del sector privado.

Los participantes en FAST-Infra se han organizado en tres corrientes paralelas que comenzaron a funcionar en julio de 2020.

• Grupo de trabajo 1: Establecimiento de una etiqueta de infraestructura sostenible que cubra estándares ambientales, sociales y de resiliencia, gobernanza y presentación de informes.
• Grupo de trabajo 2: Optimización de proyectos exitosos, replicarlos en otros países y explorar formas de superar las barreras al financiamiento privado.
• Grupo de trabajo 3: Colaboración con bancos nacionales de desarrollo y otras instituciones financieras de mercados emergentes, dado el importante papel que desempeñan las instituciones nacionales en la financiación de infraestructura a nivel local.

Los grupos de trabajo proporcionarán informes sobre su progreso en noviembre de este año, después de lo cual pretendemos lanzar la etiqueta FAST-Infra en el mundo real. También presentaremos cuatro proyectos de infraestructura sostenible en fase piloto que servirán como pruebas de concepto.

Todavía quedan dudas por resolver sobre la mejor forma de avanzar. Por ejemplo, con respecto al etiquetado, el grupo de trabajo está considerando si sería preferible verificar internamente a través de FAST-Infra, o permitir que agencias externas ofrezcan servicios de verificación.

Es por eso que necesitamos la mayor participación posible de las partes interesadas. Ya contamos con una fantástica participación de las principales instituciones financieras, administradores de activos y gobiernos. Pero cuantas más voces tengamos en FAST-Infra, más podremos trabajar juntos para resolver los desafíos de financiación de infraestructuras sostenibles y hacer que esta iniciativa sea un éxito. Considere este blog como una llamada a la acción: si está interesado en la infraestructura sostenible, si está interesado en desarrollar una clase de activos emergentes y si es consciente de la necesidad desesperada de hacer más para luchar contra el cambio climático, considere agregar su energía a FAST-Infra.

A largo plazo, no se trata solo de infraestructuras. Se trata de establecer una red de cooperación que se pueda aplicar a otras clases de activos y proyectos sostenibles. La amplia gama de participantes del mercado no trabaja naturalmente en conjunto; después de todo, el elemento vital de nuestra industria es la competencia, pero en esta ocasión creo que hacerlo creará una oportunidad para generar crecimiento económico y combatir el cambio climático.

* artículo publicado por el World Economic Forum