Schüco pone a prueba su fachada modular AF UDC 80
La nueva fachada modular de aluminio de última generación Schüco AF UDC 80 debe cumplir una serie de requisitos técnicos y destacar por su diseño innovador y atractivo. Para calcular las características de rendimiento técnico de la nueva fachada, el sistema AF UDC 80 ha sido testado en el Centro Tecnológico de Schüco bajo la supervisión de ift Rosenheim y de acuerdo a la norma europea para producto DIN EN 13830. Esta norma define tres características de comportamiento que se deben ensayar para obtener el marcado CE vigente en Europa: permeabilidad al aire, estanqueidad y resistencia a cargas de viento.
Para realizar el ensayo, se construyó una muestra de la fachada Schüco de 8,8 metros de altura y 5,7 metros de ancho compuesta de varias unidades del sistema AF UDC 80. La fachada se instaló sobre un soporte de acero con las fijaciones originales utilizadas en obra y se selló para hacerla hermética y simulase una instalación realista y similar a la de un edificio real.
Con la creación de un espacio hermético, las posibles fugas solo se detectan a través de la fachada testada.
Permeabilidad al aire
La secuencia de los ensayos viene definida con precisión en la norma DIN EN 13830. La permeabilidad al aire es el primer aspecto que necesita ser testado. Se determina por medio del volumen de aire que fluye hacia la cámara de ensayo y que ingresa a través de las juntas de la fachada debido a la diferencia de presión predominante. Durante este ensayo no se deben sobrepasar dos valores límite: 1,5 m3/hm2 (permeabilidad al aire basada en el área total) y 0,5 m3/hm (permeabilidad al aire basada en la longitud fija de la junta). Una fachada de la clase más baja, A1, mantiene estos valores hasta una presión negativa de 150 Pa. La fachada modular Schüco AF UDC 80 cumple estos requisitos hasta una presión de 1.200 Pa, situándola en la categoría más alta de permeabilidad al aire: clase AE, que prescribe una diferencia de presión de más de 600 Pa.
Estanqueidad
A continuación tiene lugar el ensayo de estanqueidad. Para ello, se instala un dispositivo de pulverización frente a la fachada y a una distancia de 40 cm de la misma. Toda la superficie se rocía con una cantidad de agua de 3,4 l/min m2, lo que correspondería a una tormenta fuerte. La película continua de agua muestra si el sistema de drenaje de los perfiles funciona correctamente.
El ensayo se divide en estanqueidad estructural y dinámica. Para testar la estanqueidad estructural, se genera una presión negativa en constante aumento en la cámara de ensayos. Esto se aplica para identificar si la presión negativa está causando que la humedad ingrese al interior a través de la fachada. Al igual que con la permeabilidad al aire, la fachada también ha alcanzado la clase más alta RE para estanqueidad estructural. Resiste la humedad penetrante hasta una presión negativa de 1.650 Pa.
Para el ensayo de estanqueidad dinámica, de acuerdo a la norma DIN EN 13050, se hizo uso de un ventilador axial. Simultáneamente, se genera una presión negativa y fluctuante en la cámara de ensayo, lo que hace que la fachada vibre. Esto permite verificar, desde el interior de la fachada, si ésta puede soportar la carga y si el agua penetra a través de las juntas bajo dicha presión.
La fachada modular Schüco AF UDC 80 resiste esta carga hasta fuerzas de viento 8 de 20 m/s.
Resistencia al viento
En último lugar, se lleva a cabo la prueba de resistencia a cargas de viento. Este es un parámetro clave para la adecuación al propósito del edificio, ya que las deformaciones pueden provocar grietas ocasionando que el agua pueda penetrar en la fachada. Tres fuertes ráfagas de viento, comenzando con una presión de +/- 1.500 Pa, cargan las conexiones y puntos de anclaje, simulando una cierta duración de uso. A continuación, sigue una serie de pruebas con presión positiva y negativa, utilizadas para testar la desviación de la estructura portante y los travesaños y medir la deformación. La fachada modular Schüco AF UDC 80 puede soportar una presión alterna positiva y negativa de 2.500 Pa con una carga de seguridad de 3.750 Pa. Así pues, la fachada modular logra un valor excepcional de resistencia al viento.
Después de la prueba de carga de viento, se repiten las pruebas de permeabilidad y estanqueidad. Bajo la carga máxima, aparece potenciales puntos débiles dado que la construcción ya se ha puesto bajo un alto nivel de estrés debido a las cargas anteriores.