La industria cerámica española, excluida del antidumping del Golfo
El Comité Ministerial de Industria del Consejo de Cooperación de los países del Golfo (GCC) ha ratificado y publicado en el Boletín Oficial del GCC el informe final del procedimiento de investigación antidumping sobre las importaciones cerámicas originarias de España, India y China.
El informe final publicado confirma la exclusión de España de la imposición de medidas antidumping para las importaciones de baldosas cerámicas, lo que le permite seguir vendiendo en los países del Golfo sin imposiciones adicionales.
Según se puede extraer del informe final de la investigación, las baldosas cerámicas españolas no han sido sancionadas ya que éstas “no han afectado a los precios del Golfo y no han tenido un claro impacto en la situación de la industria del Golfo en general”. Por el contrario, las importaciones procedentes de India y China sí estarán sujetas a la aplicación de aranceles que estarán entre el 17,6% y el 106%, en función de la situación de cada exportador.
El Consejo de Cooperación de los países del Golfo (GCC) abrió en noviembre de 2018 una investigación antidumping contra las importaciones de baldosas cerámicas españolas (partidas arancelarias 6907.21/22/23/40). Los países que forman parte del GCC son: Arabia Saudita, Bahréin, Kuwait, Emiratos Árabes Unidos, Omán y Qatar, todos ellos mercados a los que exporta la industria azulejera española.
Las exportaciones de baldosas cerámicas españolas a los países integrantes del GCC alcanzaron en 2019 los 160,8 millones de euros, lo que supone el 5,7% del total de las ventas internacionales.
A pesar del cierre con éxito del expediente antidumping, el sector se enfrenta con otro grave problema en materia comercial en Arabia Saudita, principal destino de exportación del sector en los países del Golfo, y que está suponiendo el bloqueo de las ventas en este país para la gran parte de las empresas azulejeras.
Desde septiembre de 2019, Arabia Saudita está exigiendo a los productos cerámicos el certificado de calidad Quality Mark, cuya obtención está siendo extremadamente compleja, no sólo por su alto coste económico, sino por toda la pesada burocracia y falta de información y directrices claras que está suponiendo la obtención del QM.
Ascer está trabajando desde hace meses para tratar de desbloquear este grave obstáculo al comercio, en un país en el que la industria vendió 70,4 millones de € en 2019. A pesar de que el sector español ya cuenta con 36 empresas con la certificación, queda todavía mucho trabajo por hacer para eliminar esta barrera, y que el resto de las empresas que están tratando de certificarse, puedan retomar sus ventas en este destino.