Entrevista a Gianni Ranaulo, arquitecto
Gianni Ranaulo es un arquitecto y diseñador italiano especialista en centros comerciales cuya vida profesional se comparte entre Paris y Dubái, que colabora con Compagnie de Phalsbourg (empresa francesa dedicada a la inversión, desarrollo y gestión inmobiliaria) y que persigue alcanzar el ´lifestylé. Ranaulo cuenta con numerosos ejemplos de commercial y retail en el mundo pero su obra más destacada se está desarrollando ahora en España: el centro comercial Open Sky.
¿Cuál es la especialidad de su estudio de arquitectura y cómo ha ido evolucionando su actividad?
Creo que en arquitectura no hay 'especialidades', el arquitecto debe tener una visión transversal de la sociedad interactuando con las ciudades, con su historia y su cultura. Cada proyecto es una oportunidad para contribuir al crecimiento y evolución de la sociedad y es nuestra responsabilidad hacer que las ciudades sean más habitables, aprovechando las tecnologías disponibles que mediante un buen uso nos ayudan a vivir de manera más cómoda y segura.
Mi actividad profesional ha ido evolucionado en línea con las oportunidades que tuve en mi carrera. Trabajar en todo el mundo es un privilegio que me ha permitido entrar en el tejido urbano y en la vida cotidiana de las ciudades con una perspectiva de 360 grados. Dicha riqueza cultural me ayuda a crear proyectos contextuales, únicos y apreciados por los usuarios.
Prefiero hablar de mi 'especialidad' como una manera en reunir todas las disciplinas en las que he trabajado así como mis principales pasiones: shows en vivo, sonido y luz, música, shows acuáticos… y todo lo que hace que los lugares sean mágicos, únicos y con innovación tecnológica; como crear un estilo de vida en los proyectos que creo, no con arquitectura formal, sino más bien con 'lugares' dirigidos a la calidad de vida de las personas y su bienestar.
¿Cuál es el objetivo, el concepto que siempre persigue al hacer arquitectura? ¿Qué papel juega el diseño en el proceso arquitectónico?
El objetivo es imaginar lugares en vez de espacios, mundos en lugar de arquitectura, emociones positivas en lugar de negativas. La arquitectura debe ser un gesto de amor, para quienes viven allí y para quienes la disfrutan.
Hay demasiados proyectos compuestos de 'ego' y con pocos contenidos 'emocionales' y creo que necesitamos volver a la relación entre 'forma/función' y arquitectura contextual, ya que la naturaleza y el contexto nos guían, nos dan la dirección a seguir. Por esta razón le doy un enfoque y una importancia fundamental al diseño del paisaje, que es una parte integral de mi arquitectura.
En cuanto al papel del diseño en el proceso arquitectónico, para mí, la arquitectura nace de una idea y para comunicar las ideas necesitamos del diseño. El dibujo no tiene que ser una prisión, puede tener alas que nos lleven lejos a través del extenso océano de la imaginación. Hoy los programas de ordenador nos permiten trabajar directamente en 3D, pero corremos el riesgo de perder el sentido del elemento fundamental que es la escala arquitectónica. El dibujo es la extensión de un pensamiento y siempre tiene una relación con la escala arquitectónica que el ordenador no puede tener.
En el proceso productivo, la relación con el resto de intervinientes en la cadena de valor cada vez más gana fuerza, ¿Cómo es esa relación en su caso y qué papel, entiende, debe jugar el arquitecto?
El papel del arquitecto actual es como el de un director de cine. Es necesario controlar y dirigir a los diferentes participantes y especialistas, a veces consultores, que son parte integrante del proceso creativo. Así se logra llegar al final de la realización con un concepto inicial que ha evolucionado gracias a la colaboración de otros profesionales competentes que llamamos el 'Team Building´.
Su especialización son los centros comerciales ¿Cómo está siendo la evolución de los mismos?, ¿Hacia dónde evoluciona el retail y qué importancia está teniendo en la arquitectura?
Cuando comencé a colaborar con Compagnie de Phalsbourg doce años atrás, esta reflexión que venía haciendo sobre la evolución del retail desde hacía varios años, empezó a materializarse en arquitectura.
En la periferia de las ciudades encontramos siempre enormes superficies comerciales, más o menos desorganizadas, a cielo abierto, caracterizadas por una clara falta de cohesión y cohabitación arquitectónica entre los elementos. Además, por regla general, estos centros comerciales se encuentran rodeados de enormes aparcamientos que son territorios completamente inhóspitos. Unidos forman conjuntos completamente desagregados y despersonalizados en los cuales queda patente la falta de “lifestyle”.
Este periodo inicial en Phalsbourg coincidió con el inicio del e-commerce en Europa que comenzaba a amenazar las tipologías y sistemas clásicos de los centros comerciales, un fenómeno que en EEUU había provocado el abandono de estas estructuras originando verdaderas cicatrices en las periferias urbanas.
Yo divido mi vida profesional entre Paris y Dubái, y es exactamente el modelo de desarrollo urbano y comercial de Dubái - el masterplan que parte de una página en blanco – el que me obligó a reflexionar sobre la necesidad de la creación de un lifestyle de la nada. Asisto a la creación de un nuevo paradigma del mundo del comercio que intenta combinar las condiciones urbanas pre-existentes buscando una diferenciación con respecto al e-commerce, que ofrezca, no solo un lugar, sino un momento atractivo e innovador.
El desafío en el diseño de estos espacios actualmente, pasa por evitar la proliferación de elementos arquitectónicos casi siempre desarticulados entre si y ubicados en un contexto desorganizado como son las periferias, en conjuntos coherentes y unidos. La creación de elementos arquitectónicos de carácter icónico o de ´landmark´ permite la consolidación de una referencia en un lugar donde no existía tal cosa acentuando la unidad y calidad arquitectónica del conjunto. El paisajismo es también un elemento fundamental en la creación del ´lifestylé y éste pasa por la cohesión entre el espacio construido, la naturaleza y el individuo.
En su búsqueda del ´lifestylé, ¿Cómo afronta en sus proyectos aspectos como los edificios de energía casi nula, el confort, la calidad del aire, la salud de los usuarios o el ahorro y la eficiencia energética?
Hoy en día la sostenibilidad tiene que nacer, desarrollarse y ser parte del propio concepto del proyecto y por eso es una parte fundamental cuando hablamos del ´lifestylé. Es importante entender la sostenibilidad como un concepto que atraviesa todo el proyecto, en sus aspectos económicos, sociales y, naturalmente, en los energéticos.
En el Open Sky la preocupación por la sostenibilidad pasa por la utilización del Krion como material. Desarrollado por una empresa española, tecnológicamente avanzado y con características exclusivas y propiedades fotocatalíticas, el Krion logra cumplir con las normativas de construcción sostenible (LEED, BREEAM y WELL) y el standard de espacios saludables WELL. Cuando proponemos un espacio público con un enorme lago y un área verde tan grande y diversa, parte de nuestra intención es acercar el hombre a la naturaleza. La sostenibilidad pasa también por la utilización del agua del lago para la refrigeración de los locales o por la utilización de paneles solares en la cubierta.
Gianni Ranaulo.
Están trabajando en el proyecto Open Sky Madrid, el primero que hace en España, ¿Qué destacaría del mismo?
Trabajar en España y en Madrid en particular, está siendo una experiencia extraordinaria. Como Italiano, España es una realidad que conozco bien, me encanta la disposición de la gente para acoger nuevos conceptos e ideas y la forma única que tienen los españoles de usar y apropiarse del espacio público, transformándolo en el centro de la vida urbana.
La concepción y materialización de un proyecto con esta complejidad y tamaño es siempre un desafío en cualquier punto del mundo pero aquí, con Compañía de Phalsbourg, hemos construido un equipo fantástico con quien queremos desarrollar otros proyectos muy ambiciosos.
¿En qué otros proyectos están trabajando y qué previsiones tienen a medio plazo?
En este momento estamos involucrados en 22 proyectos a diferentes escalas y en varios destinos.
Uno de los más importantes para mí es el de Valbonne Sophia Antipolis, un proyecto de 200,000 m2 situado en el sur de Francia que materializará mi utopía de crear emplazamientos de uso mixto: comercios, oficinas, hoteles, espacios culturales, de ocio y áreas residenciales. Todo ello en un solo proyecto con una sola unidad de impacto. Como una auténtica ciudadela medieval.
También estamos trabajando en el ´Dream Arená el primer teatro de inmersión removible sostenible. El primero se construirá en Disneyland París y se abrirá en diciembre de 2020. Cuenta con 2200 asientos y la capacidad de trasformación del espacio permitirá en tan solo unas horas la celebración de los más diversos espectáculos y actividades.
Por último, comentar que estamos trabajando en otro proyecto muy interesante que se situará justo en frente del Open Sky. La idea es explorar un nuevo concepto de Outlet que hemos construido en el sur de Francia con Compagnie de Phalsbourg aprovechando aquí la sinergia única con el Open Sky. El modelo es un éxito comercial y arquitectónico y lo queremos exportar adaptándolo a la realidad específica de España y en concreto a la de Madrid.