Digitalización y prescripción con BIM, una realidad no opcional
Haré una breve reflexión sobre las implicaciones de la digitalización en el sector de la construcción y su vertiente de prescripción en base a la metodología BIM (Building Information Modeling).
Desde Bimetica en estos últimos nueve años hemos detectado un crecimiento exponencial en España y a nivel mundial de profesionales de la construcción que trabajan en BIM y de empresas fabricantes que ofrecen sus bibliotecas de productos en este formato.
Pablo Callegaris - CEO de Bimetica
Una biblioteca BIM es para el profesional una herramienta de trabajo, ya que le permite utilizar un fichero virtual de un producto real, es decir, introduce información gráfica (2D y/o 3D) más información de texto con valores al proyecto. Esta información interactúa con otros elementos mejorando con ellos los cálculos y resultados. El valor añadido de una biblioteca BIM de marca es la aportación de información avalada ya que proviene del propio fabricante, ahorrando no solo tiempo de modelado al proyectista, sino incertidumbre sobre la información y comportamiento del Objeto BIM en obra.
Asimismo, para una empresa fabricante, una biblioteca BIM representa una oportunidad, en tanto que es un medio de comunicar su marca y cualidades de sus productos mediante un formato digital aceptado internacionalmente y que está ‘expresamente’ pensado para ayudar a la prescripción.
El fin último de esta inversión tecnológica y de conocimiento es facilitar la prescripción digital de productos reales, mejorando con ello los tiempos de trabajo y limitando las incertidumbres en proyecto.
Lo cierto es que, a pesar de esta realidad y que la legislación europea y nacional apoyan al BIM, los fabricantes del sector que ya están trabajando con este sistema, son pocos o testimoniales, es decir, hay poca oferta de la biblioteca BIM hacia los prescriptores. La pérdida de oportunidad en el negocio digital por parte de los fabricantes solo se puede explicar por falta de conocimiento o perspectiva, pero no por falta de un mercado demandante de estas bibliotecas o por falta de legislación o normativa que la respalde.
Trabajar en un entorno BIM es una realidad no opcional, es decir, el mero hecho de obviarla traerá perdidas a la empresa, y ello se debe a que cada vez hay mayor demanda técnica en el mercado. No aportar los ficheros BIM para ser trabajados comportará la exclusión de la marca en proyecto.
En tal sentido, la clave para lograr una prescripción segura está en la calidad del desarrollo BIM, existiendo en el mercado un Estándar de Desarrollo de Objetos BIM como es el GDO-BIM, que ayuda y facilita a los fabricantes la elaboración de bibliotecas BIM y estrategias de comunicación y prescripción.