Entrepatios, primer cohousing ecosocial de Madrid, firma con Triodos Bank y Fiare Banca Etica la financiación de su obra
El pasado jueves 28 de junio se firmó el acuerdo de financiación de la primera promoción de viviendas bajo el modelo de derecho de uso en Madrid capital. Se trata de Entrepatios Las Carolinas, que contará con 17 viviendas ecológicas en régimen de cooperativa de cesión de derecho de uso en el distrito de Usera.
Las entidades firmantes del acuerdo de financiación han sido los bancos éticos Triodos Bank y Fiare Banca Etica, y la cooperativa Entrepatios Las Carolinas. La financiación de las entidades bancarias asciende a un total de 3.292.000 euros, aportando cada una el 50% de este montante. Por su parte, la cooperativa ha contribuido al proyecto mediante la compra del suelo con fondos propios, lo que convierte a esta promoción en el primer proyecto de cohousing en suelo libre destinado a ser la vivienda habitual de sus socios, construido con criterios muy exigentes de sostenibilidad en Madrid. Esta aportación ha supuesto una inversión por parte de cada socio o socia de unos 50.000 euros.
La cooperativa Entrepatios ha optado por un nuevo modelo, el régimen de cesión de derecho de uso, a través del cual, la persona cooperativista adquiere el derecho de uso de la vivienda y los espacios comunes, mientras que la propiedad del inmueble es de la cooperativa. Además, este derecho de uso puede ser indefinido en el tiempo, transmitido y heredado.
Este proyecto de cohousing responde a una filosofía de vida muy extendida en algunos países del norte de Europa y otros como Uruguay; los socios, en un modelo participativo y asambleario, codiseñan con el estudio de arquitectura todas las cuestiones relacionadas con el espacio que habitarán, como la ubicación, el diseño o el tamaño de las viviendas. Este modelo de gestión inmobiliaria, inédito en Madrid, es una alternativa al alquiler y la compra.
En palabras de Leo Bensasón, socio director de Logica’eco, entidad gestora del proyecto: “Este nuevo modelo de vivienda recupera lo mejor de la convivencia vecinal y evita la especulación con un bien de primera necesidad como es la vivienda. Además, se introduce la visión a largo plazo a la hora de calcular los costes, lo que permite ahorros de hasta un 15% gracias a las medidas de eficiencia energética”.
Para adquirir este derecho de uso, cada miembro de la cooperativa ha realizado una aportación inicial, a la que suma una cuota de uso mensual no retribuible de alrededor de 700 euros por vivienda. Las viviendas tendrán una superficie de entre 60 y 80 m2 y contarán con casi 300 m2 de superficies comunes que incluyen comedor, patio interior, local de juegos y cubierta.
Coherencia económica: la banca ética como socia financiera
Para completar las necesidades económicas de este proyecto sin ánimo de lucro, los socios de la cooperativa han decidido recurrir a la banca ética para solicitar financiación. Tanto Triodos Bank como Fiare Banca Etica, entidades de banca ética con experiencia en financiar, entre otras, iniciativas de construcción sostenible, han aportado a partes iguales a este proyecto la cantidad necesaria para la ejecución de la obra.
En palabras de Beatriz García, gerente de Construcción Sostenible de Triodos Bank, “participar en la financiación de un proyecto tan innovador como Entrepatios es el reflejo del compromiso de Triodos Bank por atender las necesidades de las personas que buscan un modelo de vivienda acorde a sus valores”.
Juan Garibi, director de Fiare Banca Etica, añade que “la aproximación mutualista al acceso a la vivienda traslada los valores cooperativos que compartimos con Entrepatios a un sector tan complejo como la construcción y el acceso a la vivienda. Hacerlo con otra entidad miembro de la GABV como Triodos Bank sitúa la cooperación por encima de cualquier otro elemento”.
“La coherencia en lo económico es fundamental en el proyecto de Entrepatios, por eso planteamos un modelo inmobiliario no especulativo y hemos apostado por la financiación con bancos éticos, que tienen en cuenta criterios sociales y medioambientales”, añade Belén Macías, portavoz de Entrepatios Las Carolinas.
Vivienda ecosocial
Este nuevo concepto de vivienda parte de una visión ecosocial, que abarca desde la toma de decisiones asamblearia, la participación en grupos de consumo locales o el modo de vida comunitario, con especial atención al desarrollo de zonas comunes en detrimento de espacios de uso privativo, hasta la aplicación de criterios de sostenibilidad en la construcción. Como indica Macías, “queremos experimentar con otras maneras de vivir en el corazón de las ciudades, que tengan en cuenta la sostenibilidad ambiental del edificio y del uso de recursos como el agua o la energía, construyan comunidad de vecinas y vecinos basada en las relaciones de apoyo mutuo y propongan alternativas en un mercado inmobiliario desaforado”.
Los miembros de la cooperativa Entrepatios Las Carolinas han optado por edificar con criterios de construcción sostenible, que les permite además disminuir la generación de emisiones, así como reducir los costes de suministros energéticos de sus hogares. Esto se traduce en una mejor calidad de vida, que incorpora aspectos adicionales como la salud y el confort.
sAtt es el estudio de arquitectura responsable del diseño de la promoción que, junto con la participación de la cooperativa, ha apostado por un edificio de máxima eficiencia energética, lo que se define por un edificio de energía casi nula, además de introducir otras medidas como el uso de materiales ecológicos, la producción de energía renovable y la reutilización del agua.
El edificio ha sido diseñado con los criterios del estándar Passivhaus y contará con el certificado del Ecómetro Vivienda. Ambos sistemas recogen los criterios de ecología aplicada a la arquitectura más ambiciosos en los diferentes campos. El edificio es de los primeros que se construye con estructura de madera (sistema CLT) en Madrid. La madera reduce notablemente la huella de carbono y agiliza su construcción. Las condiciones de orientación y soleamiento de la parcela han favorecido la optimización del diseño bioclimático del edificio, maximiza la captación solar en invierno como calefacción pasiva y permite la protección solar en verano. Las viviendas tendrán un mínimo consumo de energía en climatización, viviendas certificadas A+, un alto grado de confort térmico y una elevada calidad del aire interior gracias a la ventilación mecánica controlada de doble flujo con recuperación de calor de la que disponen. A su vez, se ha tenido en cuenta el impacto de los materiales atendiendo a su análisis de ciclo de vida (fabricación, transporte…). También se han tenido en cuenta certificados para controlar el origen y la gestión de la madera como es el certificado FSC.
Para los casos en los que sea necesario usar energía de fuentes adicionales, será de origen 100% renovable, una parte de producción propia a través de los paneles fotovoltaicos y la aportada a las cocinas solares con las que contará la comunidad, y la restante, a través del suministro de una comercializadora de energía 100% renovable.
El edificio contará con un sistema de recogida de agua de lluvia y dispondrá de un doble circuito de tuberías para reutilizar las aguas grises en cisternas o riego.
Los costes derivados de tener un edificio ecológico no son mayores a los de uno convencional. Tal y como explica Iñaki Alonso, CEO de sAtt, “los edificios ecológicos son más baratos; debemos tener en cuenta lo que nos cuesta construir un edificio y lo que nos cuesta mantenerlo. La amortización se ha determinado definiendo un hipotético escenario de incremento del coste de la luz en un 8% anual y un periodo de hipoteca de 30 años. De este modo, en el año 0 de un edificio convencional el coste de inversión es de 1.750.000 € y el de un 'Eco_Passivhaus' como Las Carolinas es de 2.300.000 €. En este caso es sustancial la diferencia; sin embargo, en el año 30, el convencional habrá costado 6.435.000 € mientras el 'Eco_Passivhaus' estará en 5.455.000 €, y se habrá amortizado la inversión antes de los 15 años, con un escenario de subidas constantes de la energía. Aquí no cuantificamos todos los beneficios de un espacio mucho más saludable, y son muchos relacionados con el ruido, con los compuestos químicos, con la contaminación electromagnética o con la calidad del aire”.
“Podemos y debemos diseñar y construir edificios CO2 nulo, tal y como está pensado este proyecto de Las Carolinas”, insiste Alonso. “En el proyecto hemos calculado el análisis de ciclo de vida de los materiales incorporados, y por tanto su huella de carbono, 1.100 Tn de CO2, en la fabricación transporte y puesta en obra y queremos compensar ese CO2 al final de la obra. El edificio en el uso no va a tener emisiones de CO2 ya que es un edificio totalmente electrificado, de consumo casi nulo, y el poco consumo que va a tener es 100% renovable. Por lo tanto, si calculamos y compensamos lo que cuesta construir el edificio y no emitimos en su uso tendremos un edificio CO2 nulo, con ello caminaremos hacia la descarbonización de la arquitectura”.