El reciclaje de material eléctrico y sus implicaciones en demoliciones y reformas
El Real Decreto 110/2015 de Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (RAEE) indica que a partir del 15 de agosto de 2018 los equipos que generen, transmitan y midan corriente eléctrica pasarán a estar afectados por esta normativa. Así, los fabricantes tendrán la obligación de asumir la financiación de la gestión de los residuos que proceden de sus aparatos. Para arrojar luz acerca de esta normativa, Ambiafme organizó en Construmat la jornada ‘Novedades en el reciclaje del material eléctrico e implicaciones en demoliciones y reformas’ de la mano de Natalia Sierra, directora de relaciones institucionales y asuntos públicos de Ambilamp.
La Unión Europea (UE) ha empezado a desarrollar el proyecto de economía circular. Dentro de este plan uno de los focos está puesto en los residuos de construcción y demolición. De hecho, según Natalia Sierra, estos residuos son importantes “para recuperar materiales y productos y minimizar así la creación de residuos y el uso de materias primas”.
El sector de la construcción es un gran consumidor de materias primas, aparatos electrónicos y productos químicos. En realidad, los residuos de construcción y demolición, tal y como indica la UE, representan un tercio de la generación de residuos en Europa. Según la directora de relaciones institucionales y asuntos públicos de Ambilamp, el reciclado de este tipo de residuos ya ha dado pruebas certeras de su éxito. En el caso del acero, por ejemplo, el 90 % de sus materias primas ya vienen del reciclado.
En España, antes del Real Decreto 110/2015, ya existía una normativa bastante exitosa referente a los residuos de Construcción y demolición (Real Decreto 105/2008) en la que se establecían unas responsabilidades mínimas de todos los agentes involucrados. Es decir, ya se debía de hacer una selección de esos residuos y un reciclado en la medida de lo posible.
Según datos del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (MAPAMA), los residuos peligrosos aún están lejos de llevar a cabo el reciclado: todavía hay mucho vertido/depósito, prácticamente el 90%. En cambio, en el caso del residuo no peligroso se ha visto una evolución y en España se podría llegar a los porcentajes que en economía circular la UE está proponiendo.
Para Natalia Sierra el momento actual representa una buena oportunidad porque los residuos de construcción y demolición tienen un nuevo reto: el Real Decreto 110/2015 de Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos. “Ahora el fabricante de ese aparato eléctrico y electrónico está responsabilizado de todo el ciclo de vida del producto. Es decir, desde su diseño hasta su recogida”, declaró.
Según la directora de relaciones institucionales y asuntos públicos de Ambilamp, el Real Decreto 110/2015 legisla para:
- Diseñar los aparatos eléctricos y electrónicos de manera que se prolongue su vida útil, facilitando el reciclado y utilización.
- Crear una infraestructura en España de recogida de los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos y tratarlos medioambientalmente.
- Financiar esa recogida y tratamiento.
- Hacer cumplir a los productores los objetivos anuales que establece el ministerio en materia de recogida.
Para crear esta infraestructura de recogida se ha concebido Ambiafme. De hecho, los fabricantes de material eléctrico de forma solidaria crean esta infraestructura con unos objetivos establecidos. Por ejemplo, está prevista la realización de operativos para recogidas con pruebas piloto en enero de 2018. El motivo no es otro que querer satisfacer para finales de 2018 el objetivo de recogida del 55% de lo puesto en el mercado de la media de los últimos tres años impuesto por el ministerio. “Para Agosto de 2018, cuando empieza ya el momento de aplicación del Real Decreto 110/2015, queremos estar en el origen de la generación del RAEE de material eléctrico y eso está muy ligado a los residuos de construcción y demolición”, declaró Sierra.
Según la directora de relaciones institucionales y asuntos públicos de Ambilamp, otro de los objetivos de Ambiafme es garantizar la máxima integración del RAEE: “Nosotros no podemos recoger ‘chapajo’, debemos recoger el aparato eléctrico y electrónico íntegramente para que se pueda establecer el tratamiento, reciclado y valorización que establece la normativa y así cumplir los objetivos”.
En el reciclado de material eléctrico es relevante que los productores tracen el residuo desde que se origina hasta que se valoriza. Para Ambiafme es importante contactar con el sector de los residuos de construcción y demolición. “Sabemos que existe material eléctrico que está mezclado en metales y en otros residuos de construcción y demolición. No están identificados como tales porque muchas veces en las operaciones de demolición estos materiales aparecen amalgamados con hormigón u otro tipo de residuos que hacen imposible que su integridad pueda ser tratada y valorizada”, destaca Sierra.
Las claves del reciclaje
El reciclaje de material eléctrico supone un gran reto. En el caso de las demoliciones y reformas, Ambiafme tiene el objetivo de recabar íntegramente este tipo de aparatos eléctricos y electrónicos y esos residuos de construcción y demolición. Según Sierra, para conseguirlo necesita:
- Llegar al origen del residuo. Conocer a todos los actores en todas las fases del proceso del residuo de construcción y demolición. Y priorizar las obras de rehabilitación y demolición parcial y total, donde Ambiafme se encontrará el máximo volumen de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos de material eléctrico.
- Comprender a esos actores que ya tienen identificados cuando quieren llegar al origen del residuo. “Debemos saber y definir las responsabilidades que van a tener en relación a los aparatos eléctricos y electrónicos. Tienen que entender que los aparatos se deben recuperar de una forma íntegra y deben ser tratos de acuerdo como establece la normativa. Debemos conocer sus problemáticas, saber que problemas se crean in situ para poder recabar los residuos íntegramente”.
- Crear un lenguaje común, clave para crear la trazabilidad. La codificación de residuos por parte de los actores debe ser la misma que utilice Ambiafme y así la trazabilidad se mantiene desde el punto de orígen hasta el punto de reciclado. “Tenemos que conocer sus volúmenes y las necesidades de logística en gestión in situ y offside”.
- Perpetuar. Ambiafme se obliga a sensibilizar e informar a los agentes y formar al personal implicado (tarea que requiere tiempo).
Los actores destacados del reciclado
Sierra destacó finalmente a los actores clave para recabar los aparatos electricos y electrónicos íntegros en temas de construcción: proyectista, promotor y contratista. El primero de ellos, el contratista, es el encargado de realizar el estudio de gestión de residuos en la obra. De hecho, hay que sensiblizarlo a la hora de hacer este estudio porque identifica qué residuos hay y cómo hay que clasificarlos, almacenarlos y gestionarlos.
El promotor, en cambio, es el responsable de la obra. “Es el custodio de toda esa documentación de gestión de residuos y la persona jurídica que contrataría o convendría con Ambiafme el tema del reciclaje”, dice Sierra.
Asimismo, el contratista es el que elabora el plan de gestión de residuos. “Es el que in situ coge el residuo, lo clasifica, lo almacena correctamente y lo da a los gestores de residuos. Por lo tanto, una sensibilización de este actor es vital”, resalta directora de relaciones institucionales y asuntos públicos de Ambilamp.
Finalmente, Sierra destacó como conclusión de su ponencia que si el objetivo de Ambiafme es recabar el residuo y sensibilizar a los actores deben colaborar con los siguientes agentes: Administración central y autonómica, colegios de arquitectos, asociaciones de gestores de residuos de construcción y demolición, asociaciones de empresas de demolición, asociaciones de empresas constructoras y empresas de certificación sostenible de edificios.