El betún para impermeabilizar un puente ahorra un 50% en costes de mantenimiento, según Danosa
Sólo en la Red de Carreteras del Estado existen más de 8.000 puentes repartidos por distintos puntos del país, que sufren deterioros no sólo por el paso de millones de vehículos por su superficie, sino también por el efecto del agua y la humedad. Estas infraestructuras requieren, por tanto, de una continua conservación, si bien una buena impermeabilización en la fase de construcción con materiales bituminosos puede reducir en un 50% los costes de mantenimiento. Así lo afirma Danosa, especialista en soluciones integrales para la construcción sostenible.
Asimismo, el uso de estos materiales apenas supone el 1% del coste total de la infraestructura, y se evitan así costosas reparaciones posteriores, ya que cuando aparecen estos problemas es necesario realizar tareas tan complejas como levantar el aglomerado asfáltico y volver a impermeabilizar.
Los puentes de carreteras, los que más sufren
Desde Danosa se advierte de que es en los puentes de carreteras donde tradicionalmente se detectan más problemas relacionados con humedades y, a la vez, es también un lugar en el que apenas se valora el uso de estos materiales. Y es que la lluvia o las heladas, que según en qué zonas del país pueden ser muy frecuentes, no solo causan atascos y comprometen la seguridad vial, sino que pueden originar problemas menos perceptibles pero igualmente graves, dañando internamente los puentes de autovías y carreteras. Por el contrario, la red ferroviaria ya se está impermeabilizando con láminas bituminosas en los tableros ferroviarios de las líneas de alta velocidad.
No obstante, estos problemas se podrían evitar si en nuestro país se obligara por ley al uso de láminas bituminosas para impermeabilizar estructuras, como ya hacen actualmente mercados muy maduros en la construcción de grandes infraestructuras como son Francia, Bélgica, Reino Unido o Dinamarca. En estos países se exige la impermeabilización de los puentes de carreteras con láminas asfálticas con el fin de evitar la aparición de problemas asociados a la acción del agua y la humedad que suponen, posteriormente, reparaciones muy costosas.
Precisamente, en estos mercados de nuestro entorno es más que evidente la preocupación por el estado de las infraestructuras, un patrimonio que tanto cuesta levantar en tiempo y dinero y que, por tanto, requiere no sólo una adecuada conservación, sino también la implantación de soluciones que garanticen una mayor longevidad y no comporten cargas económicas innecesarias al erario público.
Según el jefe de Producto de Impermeabilización Bituminosa, Álvaro González-Posada, “todo este patrimonio que tanto nos ha costado levantar se puede perder si no se ponen los remedios adecuados, pues pueden sufrir deterioros como la carbonatación del hormigón, la corrosión por cloruros, fisuras en la estructura por la cristalización de sales solubles o daños por la acción expansiva del agua en los ciclos de hielo-deshielo, tan frecuentes en invierno.”
Además, tal como recuerda Danosa –que tiene homologadas con el marcado CE sus soluciones en impermeabilización para toda Europa–, el uso de láminas asfálticas para evitar problemas derivados del agua y la humedad no es exclusiva de puentes de carreteras y trenes, sino que también se pueden aplicar en túneles, galerías de servicio, soterramientos, parkings, etc. Danosa dispone para España de un Documento de Idoneidad Técnica (DIT), emitido por el Instituto de Ciencias de la Construcción Eduardo Torroja, para la impermeabilización de tableros y otras superficies sometidas al tráfico de vehículos.