Demoler sin dañar
Entre las múltiples aplicaciones que cada año se le dan al CRAS, el cemento demoledor no explosivo fabricado por la firma alavesa Kayati SL, los más especiales para el fabricante son aquellos en los que el CRAS resuelve un problema que, hasta que los responsables del proyecto de demolición no decidieron utilizar esta tecnología respetuosa con el entorno, parecía irresoluble.
Es el caso del proyecto del que mostramos varias fotos en esta nota. El problema, aparentemente sin solución, consistía en eliminar parte de un muro sin dañar la estructura vecina a la zona a demoler.
Un quebradero de cabeza que pudo resolverse aprovechando las propiedades del CRAS -demolición sin explosiones ni vibraciones- que permiten realizar demoliciones quirúrgicas en entornos y situaciones en las que el resto de tecnologías de demolición -explosivos, martillos neumáticos e hidráulicos- no pueden ser utilizadas.
Para llevar a cabo la demolición se realizaron perforaciones de 40 mm de diámetro, desplazados entre sí 45 cm, como puede apreciarse en las imágenes que mostramos.
La rotura de la zona que debía de demolerse se produjo en 24 horas, el tiempo en el que un proyecto que no tenía solución aparente terminó llevándose a cabo de manera totalmente satisfactoria para los responsables del mismo.
La pared que debía de quedar intacta, muy próxima a la zona demolida, permaneció intacta.