Entrevista a Nora Lardiés, técnico del departamento de Composites de Aimplas
¿Qué tendencias aprecian en la aplicación de composites en el sector de la edificación y del hábitat?
Los composites (gracias a sus propiedades de bajo peso, alta resistencia a la corrosión y buenas propiedades mecánicas) están sustituyendo a materiales tradicionales en este sector como son el acero, la cerámica, el mármol, el hormigón, etc., en todo tipo de construcciones, como por ejemplo, fachadas, restauración de edificios, vigas, paneles, mobiliario de interior, sanitarios, etc. Las últimas tendencias están relacionadas con la mejora del aislamiento, mayor facilidad en la instalación y la reducción de costes, entre otros.
¿Son conscientes los prescriptores/arquitectos de los avances que se están logrando en este campo?
Nosotros, desde Aimplas, intentamos dar la máxima difusión y visibilidad a todos los avances realizados con materiales compuestos en este sector. Esta jornada que organizamos en Barcelona es una prueba de ello. Pero muchas veces, los arquitectos se encuentran con un problema de falta de normativa ya que el introducir nuevos materiales, aunque sus propiedades sean mucho mejores que las de los tradicionales, conlleva un cambio de legislación e incluso de mentalidad, tanto de los arquitectos como de los legisladores. Esto supone una traba importante a la hora de utilizar estos nuevos materiales en construcción.
¿En qué medida pueden ayudar los materiales compuestos a los profesionales de la construcción a superar la crisis tan severa que sufre el sector?
En épocas de crisis el sector de la rehabilitación toma protagonismo y los composites son excelentes en reforzar vigas, rehabilitar fachadas, aislar, etc. Por otro lado, en épocas de crisis también es importante reinventarse y dar soluciones a problemas tradicionales en este sector. Los composites, con sus interesantes y ventajosas propiedades (ligereza, resistencia mecánica específica, resistencia a la corrosión, aislamiento eléctrico, estabilidad dimensional, resistencia a elevadas temperaturas, reciclaje…) ofrecen un abanico de posibilidades que pueden y deben ayudar al despegue del sector.
¿En qué elementos/estructuras de un edificio pueden entrar hoy los materiales compuestos?
Los materiales compuestos pueden formar parte de prácticamente todas las áreas de un edificio, desde los pilares, vigas, materiales aislantes e ignífugos en paneles, fachadas, etc., hasta mobiliario interno como muebles de diseño, sanitarios…Las posibilidades son infinitas.
¿Podría darnos algunos ejemplos de edificios singulares donde los composites hayan tenido un fuerte protagonismo?
Por citar algunos, la nueva sede del BBVA en Madrid (estructura híbrida en sandwich composite-acero), el Museo Reina Sofía (núcleo de poliuretano con capa exterior de gelcoat) y el Hotel Vista Riviera en Benidorm (reforma de la fachada con piezas de composite -fibra de vidrio y resina- unidos entre sí con adhesivos estructurales).
Desde Aimplas, señalan varias ventajas de los materiales compuestos: flexibilidad de formas, resistencia a variaciones climáticas, absorción de vibraciones, aislamiento térmico y acústico, resistencia al fuego, facilidad de montaje y durabilidad. ¿Podría profundizar en cada una de ellas?
En materia de flexibilidad de formas le puedo indicar que existen diferentes procesos de transformación, pero en general, se puede conseguir cualquier forma gracias a que la matriz es una resina viscosa que se endurece por la adición de catalizadores adoptando la forma del molde que la contiene.
En cuanto a la resistencia a variaciones climáticas, tanto la matriz como la fibra tienen elevada resistencia frente a ambientes extremos como elevadas temperaturas, ambientes corrosivos, humedad, resistencia a rayos UV, etc. Los materiales compuestos absorben además las vibraciones gracias a que la matriz transfiere los esfuerzos de unas fibras a otras.
Las construcciones más extendidas en composites son las estructuras sándwich que constan de un núcleo (de PVC, PU o madera de balsa entre otros) y dos pieles, que es la matriz con un refuerzo de fibra. Este tipo de estructuras sándwich son muy buenos aislantes térmicos y acústicos.
Por otra parte, dependiendo de la exigencia de los requisitos (normativa), se pueden conseguir composites con gran resistencia al fuego, ya que existen numerosas resinas resistentes al fuego según grados muy diversos (por ejemplo resinas fenólicas). Otra posibilidad es añadir aditivos ignífugos a cualquier resina.
Respecto a la facilidad de montaje, al ser mucho más ligeros que otros materiales, son más fáciles de instalar, se requiere menos tiempo de montaje y menos mano de obra.
Por último, su durabilidad es prácticamente ilimitada gracias a sus propiedades de resistencia frente a agentes atmosféricos, productos químicos y su resistencia a la corrosión. Por este motivo los gastos de mantenimiento son prácticamente nulos.
¿Están entrando también los composites en el sector de la obra civil? ¿En qué aplicaciones?
Sí, gracias a las propiedades comentadas anteriormente se están utilizando en puentes y pasarelas, depósitos, tuberías, depuradoras de agua, plataformas petroleras, palas eólicas, piscinas, perfiles para sistemas de cableado, etc.
¿Cómo pueden contribuir los composites en dos conceptos cada vez más demandados en la construcción como son la ‘sostenibilidad’ y la ‘eficiencia energética’?
El concepto de sostenibilidad está relacionado con el consumo racional de la energía, la utilización de materiales no dañinos con el medio ambiente y materiales reciclables, la minimización de residuos durante la construcción y el ciclo de vida, etc.
La aportación de los composites en este tema es enorme, ya que son cada vez más ligeros y algunos son renovables y reciclables. Además, se están empezando a utilizar resinas y fibras procedentes de fuentes renovables (por ejemplo resina procedente de soja o patata y fibras de lino cáñamo o yute) o incluso de residuos industriales, así como resinas libres de estireno.
Los procesos de transformación de composites requieren de menos energía y menos tiempo que la transformación de metales u hormigón. Por ejemplo, una viga de hormigón requiere 28 días sólo para fraguar, mientras que una viga de composites está lista para su instalación en 15 días, no requiere pintura, es más fácil de transportar, rápida y fácil de instalar.
Otro factor importante es el tiempo de vida de los composites, que es mucho mayor que el de los materiales utilizados tradicionalmente en el mundo de la construcción y, además, su mantenimiento es muy reducido o nulo.
El hecho añadido de que los materiales compuestos sean muy buenos aislantes contribuye enormemente a un aumento de la eficiencia energética del edificio, ya que reducen el consumo de calefacción en invierno y de aire acondicionado en verano.
¿En qué próximos proyectos está trabajando Aimplas en el campo de los composites para la construcción?
Aimplas ha trabajado recientemente en el proyecto ‘Nanohábitat’, cuyo objetivo se centra en la investigación industrial de nuevos materiales basados en nanotecnología, que puedan contribuir a la diversificación industrial en los sectores de construcción y hábitat aportando productos con nuevas funcionalidades, como por ejemplo autorreparación, propiedades ópticas, biocida, superhidrofobicidad, superoleofobicidad, resistencia al fuego, y disipación de carga estática.
También se trabajó en el proyecto ‘Cleansurface’ con el fin de mejorar las propiedades superficiales de productos de Solid Surface y evitar su ensuciamiento.
Actualmente se está trabajando en el proyecto ‘Neuprod’ con el fin de revalorizar neumáticos fuera de uso para su utilización en el sector de la construcción entre otros.