Las cubiertas cerámicas se convierten en una solución social, económica y medioambientalmente sostenible
El Gremi e Hispalyt son conscientes de la urgencia por abordar los desafíos ambientales y climáticos actuales. Así, las políticas de sostenibilidad medioambiental en el sector industrial cerámico se orientan a tres aspectos básicos: la reducción de las emisiones a la atmósfera de gases contaminantes de efecto invernadero, el tratamiento sostenible de los residuos y la mejora de los procesos productivos para reducir el consumo energético.
Desde una perspectiva medioambiental, las tejas cerámicas son un producto sostenible por naturaleza. Fabricadas principalmente con arcilla, un recurso natural inagotable y renovable, cuya extracción se realiza de manera responsable. Además, una vez agotadas las canteras se crean reservas naturales, que representan una oportunidad para la biodiversidad, restaurando hábitats para los animales y plantas del entorno.
Los fabricantes de tejas cerámicas subrayan su compromiso con las prácticas constructivas sostenibles y promueven la economía circular, ya que las tejas son totalmente reciclables en diversos usos como, por ejemplo, tierra batida en pistas de tenis, substrato de plantas o elemento de cubrición para agricultura.
Como muestra de la sostenibilidad de las tejas cerámicas y respondiendo a la demanda de administración y consumidores sobre las prestaciones ambientales de los productos de construcción, los fabricantes de tejas asociados al Gremi e Hispalyt han desarrollado la etiqueta medioambiental tipo III, conocida como Declaración Ambiental de Producto (DAP) de la teja cerámica en todo su ciclo de vida ‘Cradle to cradle’, y la han registrado en el programa GlobalEPD de AENOR, demostrando de una manera clara y rigurosa que ofrecen el máximo respeto al medioambiente.
Tecnología 'cool roof'
Por otro lado, el 28 de enero se conmemora el Día Mundial de la Acción contra el Calentamiento Terrestre y, en este sentido, los fabricantes de tejas del Gremi e Hispalyt quieren poner de manifiesto que, una adecuada selección de los materiales empleados en las envolventes de los edificios, puede contribuir a reducir de manera importante la temperatura de las ciudades. De esta forma, comentan que el empleo de la tecnología ‘cool roof’, contribuye a reducir el efecto Isla de Calor Urbana (ICU) y a mejorar la eficiencia energética de la cubierta, reduciendo con ello el consumo energético de los edificios para refrigeración en verano. España, por su alto nivel de insolación, es un país con un gran potencial de aprovechamiento de la tecnología ‘cool roof’.
De este modo, las cubiertas ‘cool roof’ se caracterizan por su alta capacidad para reflejar la radiación solar incidente y emitir energía térmica, pudiendo disminuir hasta 3°C la temperatura del aire y 12°C la temperatura de las superficies. Estas cubiertas requieren del uso de materiales con alto índice de reflectancia solar (SRI), como por ejemplo las tejas cerámicas. El SRI oscila entre valores de 0 a 100, siendo mejor cuanto mayor es dicho valor. En algunos programas de certificación de edificios sostenibles como LEED se exige el uso de materiales con SRI ≥ 78 y el de una teja curva roja, por ejemplo, es de 90.