Reducir la huella de CO2 es el objetivo de muchos fabricantes
Sostenibilidad en la fabricación de bebidas y alimentos líquidos
La industria de bebidas hace tiempo que llegó a la conclusión de que la producción sostenible no es sólo una opción sino una obligación propia de cada empresa para con el resto de la industria y los consumidores.
Por ello, más de 800 miembros de la industria de las bebidas y la alimentación han firmado el Pacto Mundial de la ONU para limitar el calentamiento global a 1,5 °C como parte de una campaña internacional para acelerar la ambición climática empresarial. Entre estas compañías se encuentran pequeñas y medianas empresas de agua mineral, grandes corporaciones cerveceras, destacados fabricantes del sector del vino y productores de bebidas espirituosas, de la industria láctea y de la industria alimentaria. También hay proveedores de soluciones y servicios y fabricantes de ingredientes, componentes y maquinaria.
¿Qué pueden hacer los fabricantes de bebidas?
Según un estudio de Euromonitor, más del 70% de las empresas de alimentación y bebidas tienen previsto invertir en actividades sostenibles en un plazo de tiempo corto.
Además de reducir la huella de carbono, las empresas tienen que introducir en el mercado estrategias de envasado sostenibles y minimizar el consumo de recursos. La gama de posibilidades para los fabricantes de bebidas y alimentos líquidos es muy amplia y abarca muchas perspectivas distintas: ser climáticamente neutro, diseñador envases biodegradables, crear embalajes compostables…
Existen diferentes palancas para reducir la huella de CO2 en las distintas categorías de productos. En el ámbito del agua mineral, el 52% de la huella de CO2 procede del envasado y en el caso de los refrescos carbonatados, este porcentaje asciende al 43%. Para estas industrias, el impacto de las emisiones procedentes de la producción y extracción de las materias primas básicas para elaborar sus bebidas es del 25%.
En el caso de las cervecerías, la historia es diferente. Un 15% de la huella global de CO2 procede de las necesidades energéticas y de los medios de la fabricación y un 24%, de la extracción de materias primas. En el caso de los productos lácteos, el 78% de la huella de CO2 procede de la producción agrícola. Por lo tanto, cuando se trata de reducir las emisiones de CO2, las cosas son muy diferentes en cada sector.
¿Qué soluciones hay en el mercado?
Los fabricantes hablan de varios obstáculos que deben superar a la hora de entomar sus proyectos de sostenibilidad: la falta de puntos de medición, la necesidad de sustituir equipos o la falta de experiencia en la ejecución de proyectos de sostenibilidad son algunos de ellos.
Una cadena de suministro más rastreable en lo que a materias primas se refiere podría ilustrar qué recursos podrían ahorrarse en el sector de bebidas. Las materias primas no utilizadas, que antes debían eliminarse al tratarse como mermas, podrían procesarse y convertirse en biomasa, por ejemplo.
Por otro lado, la modificación de la temperatura en el proceso de elaboración de cerveza podría contribuir a reducir las tasas de evaporación. Así, los sistemas circulares de aprovechamiento del agua durante el proceso productivo podrían contribuir a ahorrar energía.
Y es que la variedad de soluciones existentes no sólo abarca los trabajos directamente relacionados con los procesos de fabricación y llenado, sino que va mucho más allá. Las sencillas soluciones de cartón para los envases, los sistemas de detección de alta precisión para la inspección de botellas y la detección de materiales, así como las soluciones de reciclaje de plástico, contribuyen a la conservación de los recursos.