Los fabricantes de tintas de impresión, sometidos a “una intensa presión”

En toda la industria, una serie de problemas concatenados están provocando una importante presión sobre los fabricantes de tintas de impresión en toda Europa. El aumento del coste de los pigmentos, el estrechamiento de las cadenas de suministro de sustancias petroquímicas, el aumento de los costes de los derivados del aceite vegetal y el aumento drástico de los costes de transporte —debido a la menor disponibilidad de contenedores— son los aspectos más destacados de una multitud de factores desestabilizadores.

A principios de 2021, la Asociación Europea de Tintas de Impresión (EuPIA) ya señaló que los fabricantes estaban observando un conjunto de factores, desencadenados principalmente por la crisis del COVID-19, que afectaban gravemente a la cadena de suministro de materias primas en general. Aunque los miembros de la EuPIA siguen trabajando tenazmente para minimizar los riesgos para los clientes, destacamos a continuación las presiones económicas que afectan al mercado de las tintas de impresión.

A principios del primer trimestre de 2021, los costes de los pigmentos a nivel mundial (incluido el dióxido de titanio [TiO2]) ya habían experimentado fuertes aumentos. Entre los principales factores que impulsan estos aumentos se encuentran: la elevada demanda en todos los sectores, las mayores necesidades de suministro interno en los países productores, los desequilibrios genéricos entre la oferta y la demanda y el aumento de los costes de los componentes de los pigmentos. Aunque los costes reales varían mucho de una región a otra, los costes por tonelada, más elevados que la media, se han visto agravados por unos costes de transporte considerablemente más altos.

A estas alturas del año, la oferta de TiO2 ya es restringida, con una flexibilidad de suministro limitada más allá de los volúmenes regulares. Esto ha provocado que los plazos de entrega se hayan ampliado considerablemente y que las previsiones de suministro sean aún más inestables.

En el caso de los pigmentos de color, el aumento de los costes de las materias primas petroquímicas y el incremento de los costes logísticos se han unido para hacer subir los costes de los pigmentos acabados.

Paralelamente a los pigmentos, las materias primas petroquímicas (incluidas las resinas UV, las resinas de poliuretano, los disolventes y las resinas acrílicas) han experimentado un aumento de costes. En el segundo trimestre de 2020, los costes en la mayoría de los segmentos petroquímicos aumentaron. Con variaciones según el origen se ha observado escasez de resinas epoxi, una elevada demanda de polipropilenglicoles, utilizados en la producción de espumas flexibles, y aumentos en los ácidos acrílicos.

Además, debido a las continuas limitaciones de los fletes, los fabricantes están experimentando plazos de entrega más largos y una prolongada inflación de los costes de los contenedores de transporte. Toda esta volatilidad ha provocado una complejidad adicional en la planificación logística y una dificultad para predecir con exactitud las previsiones a largo plazo.

A partir del cuarto trimestre de 2020 y hasta 2021, se ha producido un asombroso repunte de los precios de los aceites vegetales hasta alcanzar los máximos de los últimos seis años, debido a varios acontecimientos que se han combinado. La producción de aceite de palma se encuentra en el nivel más bajo de los últimos tres años, mientras que las existencias de aceite de palma en todo el mundo se encuentran en niveles bajos; el complejo del aceite de soja pasó de ser excedentario a deficitario debido a las condiciones meteorológicas desfavorables en los Estados Unidos y a los daños causados por la sequía en Iberoamérica, que redujeron tanto la producción como los suministros; además, las importaciones y el consumo de China han aumentado más de lo previsto.

Todos estos factores han repercutido en el coste de los aceites vegetales y sus derivados, como las resinas alquídicas y los ésteres, que son la base principal de las tintas en pasta utilizadas en la impresión de envases y publicaciones.

El problema subyacente que afecta a la mayor parte del comercio mundial es una enorme perturbación del comercio marítimo mundial. El catalizador de esta perturbación es la pandemia de COVID-19, que ha desencadenado una demanda errática del comercio internacional. Los anteriores movimientos de contenedores marítimos (normalmente de punto a punto y vuelta con cierto grado de regularidad) se han vuelto más caóticos. Como resultado, los contenedores han sido enviados a puertos de todo el mundo donde han quedado varados; muchos contenedores se encuentran ahora en lugares no habituales del mundo o en puertos poco frecuentados.

La desigualdad entre la demanda de los clientes y la escasez de oferta ha provocado una grave escasez mundial de capacidad de transporte.

Para tener una perspectiva, los precios de los contenedores entre China y Europa han subido más del 400% desde el cuarto trimestre de 2020.

Las materias primas y los fletes constituyen la mayor parte del coste global de producción de las tintas de impresión. Por lo tanto, es inevitable que estos costos de materiales más altos, junto con la disponibilidad limitada, tengan un gran impacto en la eficiencia y la capacidad de recuperación de las empresas productoras. El aumento exponencial de los costes de transporte agravará aún más la situación actual. Como en el caso de anteriores interrupciones del suministro, los miembros de EuPIA intentan mitigar el aumento de los costes a través de medidas de optimización de los procesos internos, de la búsqueda de fuentes alternativas y del aumento de la eficiencia.