Cojinete deslizante compuesto en un 54% de aceite vegetal
29 de julio de 2011
El bioplástico optimizado mecánica y tribológicamente fabricado por la empresa (10.200 artículos basados en cojinetes deslizantes disponibles en almacén, y 35 materiales estándar diferentes) puede utilizarse de forma universal en el ámbito de cargas ligeras. Según el jefe de Producto, René Achnitz, “dentro de la amplia cartera de los materiales de altas prestaciones ofrecidos por Igus, el nuevo N54 autolubricante pertenece a la categoría de materiales para aplicaciones esporádicas con poca carga y es un primer paso hacia los ‘cojinetes verdes”. Entre los mercados abiertos para este nuevo producto destaca, junto al sector de ingeniería mecánica en general, el área de bienes de consumo, con aplicación en muebles y otros objetos de uso cotidiano.
La ventaja ecológica de los cojinetes plásticos
El nuevo biocojinete se integra perfectamente en el modelo empresarial consistente en desarrollar cada vez más alternativas respetuosas con el medio ambiente para todas aquellas aplicaciones que trabajan con cojinetes deslizantes y rodamientos lubricados de metal. Por una parte, los cojinetes Iglidur contribuyen a reducir el consumo de recursos naturales y protegen el medio ambiente al llevar incorporados lubricantes sólidos.
Los cojinetes plásticos de Igus no precisan aceite ni grasa, son libres de mantenimiento y autolubricantes, por lo que no emiten sustancias contaminantes al medio ambiente. A ello se suma su reducido peso, que a diferencia de las opciones metálicas, resulta en masas más reducidas y, con ello, en una reducción del consumo de energía.
El auge del bioplástico
El balance energético de la producción de plásticos es mucho más favorable que el de la producción de metales. Mientras que para la producción de 1 litro de aluminio se precisa la energía de 15 litros de crudo y para la de 1 litro de acero, 11 litros de crudo, para la producción de 1 litro de plástico solo se precisan, por término medio, 1,8 litros de crudo. Según las previsiones de Igus, este valor va a poder seguir reduciéndose gracias a los grandes avances que se están produciendo en la fabricación de polímeros basados en materias primas de origen vegetal. Según declaraciones de la asociación del ramo, European Bioplastics, la capacidad de producción de bioplásticos aumentará de unas 700.000 toneladas en el año 2010 a aproximadamente 1,7 millones de toneladas hasta 2015.