NSK dota a sus plantas de producción europeas de electricidad verde
NSK ha apostado por el suministro de ‘electricidad verde’ generada a partir de energía eólica tras la firma de un nuevo contrato con su proveedor de electricidad para sus dos plantas de fabricación del Reino Unido, en Newark (rodamientos industriales y guías lineales) y la situada en Peterlee (rodamientos de automoción).
Con este contrato, las cinco plantas de producción europeas de NSK —las 3 indicadas más las de Munderkingen en Alemania y Kielce y Walbrzych en Polonia—están utilizando ya electricidad verde. A éstas se suma la sede europea y el centro tecnológico de la empresa en Ratingen, Alemania.
Este es uno de los muchos pasos que NSK está tomando para reducir el impacto de sus actividades en el medio ambiente y forma parte de la estrategia europea de la compañía para lograr que la fabricación tenga una huella neutra en carbono en sus instalaciones (emisiones de alcance 1 y 2) para 2030.
El uso de energía verde tiene un impacto considerable en la reducción de las emisiones que afectan al clima. Cuando la fábrica de Kielce, las instalaciones de mayor tamaño de NSK en Europa, cambió por completo a electricidad generada con recursos renovables en 2019, al año siguiente constató una reducción en las emisiones de aproximadamente 65.000 toneladas de CO2.
Eddie Ward, gerente de sistemas de calidad y medio ambiente en EQA (European Quality Assurance) de NSK Europe, explica: “Si bien las tres fábricas del Reino Unido tienen una menor envergadura que Kielce en términos de consumo energético, esperamos una reducción anual de alrededor de 10.000 toneladas de emisiones de CO2, cifra que sigue siendo un descenso considerable. También nos ayudará a alcanzar nuestros objetivos de sostenibilidad y contribuirá a la lucha contra el calentamiento global”.
Además de abastecerse de energía verde, 23 instalaciones de NSK en todo el mundo están generando energía solar y eólica in situ, lo que reduce las emisiones de CO2 en unas 3.900 toneladas por año. Esta actividad responde a la constante ambición de la compañía de reducir el consumo de energía en sus fábricas y oficinas. Ya en 2008, NSK introdujo un KPI para conocer el impacto ambiental de cada nuevo producto: el llamado factor ‘Neco’.