Bautermic repasa los sistemas de limpieza y tratamientos disponibles para la industria
Cómo elegir la máquina o instalación de lavado y desengrase más adecuado
La limpieza, el desengrase o la eliminación de los residuos que se acumulan en las piezas durante su fabricación (mecanizado, estampado, vibrado, soldadura, etc.) de forma racional, económica y con calidad técnica, desempeña un papel muy importante e indispensable en todo tipo de industrias a nivel mundial, como indican desde Bautermic.
Los controles de altísima calidad que actualmente se exigen en todos los procesos de trabajo, han provocado la aparición de máquinas cada vez más perfeccionadas. Se han tenido que adaptar a todos los campos de la ingeniería, la robótica, la electrónica, la mecánica, la química e incluso la informática, para conseguir que con la combinación de todos estos parámetros se puedan fabricar instalaciones muy versátiles, que permitan garantizar de pequeñas a grandes producciones de todo tipo de piezas con unos acabados homogéneos, repetitivos y de máxima calidad.
Concepto de limpieza y desengrase
Cada tipo de pieza en función de su proceso de fabricación, ya sea intermedio o final, requieren de un grado de limpieza diferente. Los primeros pueden ser menos exigentes que los finales (cuando una pieza está lista para su expedición o montaje), ya que en algunos casos se requiere una limpieza absoluta. Este grado de limpieza en la práctica es difícil de lograr y sólo se consigue mediante el empleo de máquinas y ciclos de lavado y desengrase, bastante complejos.
Por consiguiente, lo primero que se debe determinar, cuándo se tenga que limpiar una pieza, es el grado de suciedad inicial a eliminar y el grado de limpieza requerido en su fase intermedia o de pieza terminada. Con dichos datos y conociendo el tipo de suciedad a eliminar, se podrán estudiar los tipos de desengrasantes a utilizar, el número de ciclos o fases a realizar, la forma de aplicación más conveniente y el tipo de máquina que hay que emplear.
Factores que influyen en la elección de un sistema de limpieza
- Grado de limpieza deseado.
- Naturaleza y cantidad de contaminantes y residuos a eliminar.
- Composición del metal base (Fe, Al., vidrio…, etc.)
- Características de las piezas (forma, peso, agujeros pasantes o ciegos, …, etc.)
- Producción.
- Elección de los productos desengrasantes y limpiadores.
1. Grado de limpieza deseado: Este factor depende del destino o tratamiento posterior que deban tener las piezas, por ello es necesario que antes de escoger el proceso a realizar, se determine con exactitud este factor.
2. Naturaleza y cantidad de los contaminantes: Normalmente la suciedad sobre las piezas puede ser:
- En forma líquida: Compuesta por aceites vegetales, minerales, orgánicos, taladrinas emulsionadas, etc.
- En forma semisólida: Tales como ceras, fangos, grasas, jabones, resinas, pinturas, alquitrantes, etc.
- En forma sólida: En este grupo se encuadran productos sólidos o parcialmente endurecidos tales como, pastas de pulir, fundentes de soldadura, arenas de fundición, virutas de mecanizado, aceites y grasas carbonizados, sales de tratamientos térmicos, fibras, etc.
3. Composición del metal base: Ciertos materiales Fe., Al., Pegamentos, Vulcanizados, etc. Pueden reaccionar con las soluciones limpiadoras o desengrasantes que son químicamente activas, por lo que es preciso conocer su composición para no dañar o inutilizar las piezas.
4. Características de las piezas:
- Forma: Esta determinará la manera en que tienen que realizarse los tratamientos, por inmersión, por proyección, por agitación, volteo, con adición de ultrasonidos, etc.
- Tamaño y peso: Si son grandes o pequeñas nos ayudan a elegir si se pueden tratar en masa (a granel o en cestas) o si se limpian colocándolas en posiciones calibradas, con utillajes especiales, etc.
- Manejabilidad y fragilidad: Cuando se trata de piezas delicadas, éstas no pueden ser tratadas en masa y si son frágiles o tienen que tener un acabado de alta precisión requieren de posicionamientos tipo cuna especiales.
5. Producción: Este factor influye principalmente sobre el tipo de máquina a elegir: estática, continua, de tambor, rotativa, etc., y sobre el coste de la misma.
6. Elección de los productos de limpieza y desengrase: Estos pueden ser mediante disolventes, orgánicos, minerales clorados o alcoholes modificados, detergentes alcalinos, detergentes emulsionados, con sistemas acuosos más ultrasonidos (limpieza por cavitación).
Otros factores a tener en cuenta al elegir un sistema de limpieza son: el espacio disponible – sistema de calefacción previsto (electricidad, vapor, gas, etc.) – Operaciones anteriores o posteriores a la limpieza (galvanizado, cincado, pasivado, pintado, etc.) y forma de realizarlas (automática, robotizada o manual) – carga/descarga y transporte de las piezas – Necesidad de que las piezas salgan bien secas o aceitadas, fosfatadas, etc. – costes operativos y precio de la instalación.