Para conseguir y cuidar
edificios saludables, los responsables de las instalaciones y los propietarios de los edificios deben monitorizar los elementos que puedan afectar la salud de los ocupantes, como la calidad del aire, el dióxido de carbono, la temperatura, la humedad, los compuestos orgánicos volátiles, los niveles de ocupación y otras métricas clave.
La inversión en edificios saludables se traduce en un aumento de la confianza y lealtad de los empleados, al mismo tiempo que se reducen los costes de los seguros médicos. Las certificaciones como WELL, Fitwel y RESET te ofrecen la oportunidad de que tus edificios se diferencien.
- 3,5 días menos de baja por enfermedad por empleado.
- 20% potencial de mayor cuota de alquiler.