86d Velázquez, un modelo de edificio que pone la salud de las personas en su epicentro
Policarpo González de Valle, socio director de Grupo Aire Limpio
10/05/2024Asistimos a un momento de cambios en el concepto de las oficinas en el que, por primera vez en más de 100 años, las personas que trabajan o habitan un edificio pasan a ocupar un lugar central, primándose su salud y bienestar en el diseño constructivo. Algo que, por supuesto, exige especialmente cuidar la calidad del aire interior, lo que se logra gracias a sistemas de filtración cada vez más exigentes y eficaces. Y el edificio 86d Velázquez de Colonial es, quizá, uno de los mejores ejemplos de esta nueva tendencia que gana cada día nuevo adeptos, el denominado Movimiento de Edificios Saludables o ‘Human Centric’.
Si durante el pasado siglo XX los esfuerzos se centraron en asegurar la seguridad y durabilidad de los edificios y de los materiales de construcción empleados, y en las dos primeras décadas del siglo XXI las claves pasaban por compatibilizar esos aspectos con los medioambientales, en una búsqueda constante de la eficiencia energética, la economía circular y las emisiones 'cero'; al inicio de este último lustro –pandemia mediante- la salud de las personas ha pasado a ser protagonista indiscutible. No podemos olvidar que hoy en día, los seres humanos pasamos la mayor parte de nuestra vida dentro de edificios y esta tendencia cobra aún más peso en los inmuebles de oficinas, que pasan a focalizarse en su uso y finalidad real: albergar personas en condiciones óptimas para el desarrollo de su trabajo, algo fundamental a la hora de fidelizar a los empleados, motivarles su asistencia presencial, reducir el absentismo y mejorar su productividad.
En este contexto, que incide en cuestiones como el impacto que tiene en nuestra salud la calidad del aire interior, la iluminación o la calidad del agua, cobran especial interés, en lo que a Grupo Aire Limpio nos atañe, los sistemas de filtración de aire, fundamentales para preservar la salud de las personas. Pero la mejor manera de valorar la importancia que tienen es hacerlo sobre una base física real, y por ello queremos destacar el caso concreto del edificio 86d Velázquez de Colonial, un ejemplo de inmueble que pone el bienestar de las personas en el epicentro, ideado para reducir el estrés y fomentar la sinergia positiva, sin sacrificar por ello el diseño, la tecnología y los más altos niveles de certificación ambiental.
Sistemas de filtración de aire interior con los estándares más innovadores y exigentes
86d Velázquez cuenta con el mayor nivel de certificación LEED, en categoría platinum, como resultado de poner en valor el inmueble en cinco áreas: emplazamiento sostenible, protección y eficiencia del agua, eficiencia energética y energías renovables. Y en un inmueble de estas características, por supuesto, los sistemas de filtración de aire interior tenían que cumplir igualmente con los estándares más innovadores y exigentes, que es el reto que asumimos desde Grupo Aire Limpio.
El edificio 86d Velázquez disponía de dos Unidades de Tratamiento de Aire (UTA), con 23.390 y 21.810 m3 de caudal, respectivamente. Ambas se han diseñado sobre la base de tres etapas de filtración. En primer lugar, el aire pasa por los V-bank, que son filtros de polarización activa; a continuación, lo hace por los filtros SFEG de luz ultravioleta, y, finalmente, por una serie de filtros V-8, que también son de polarización activa.
Esta triple barrera nos permite asegurar una filtración óptima en el proceso completo. Los VBank, de polarización activa, atrapan las partículas más grandes. Después, gracias al sistema de purificación SFEG, eliminamos virus y bacterias, desactivando su ARN. Y por último, el filtro final de polarización activa V8, atrapa las partículas más pequeñas que pudieran quedar.
Una estructura de filtración que elimina casi el 100% de virus, bacterias, polvo y alérgenos
Esta estructura de filtración, en apariencia sencilla, permite eliminar casi el 100% de virus, bacterias, polvo, ácaros y otros alérgenos, garantizando así una salubridad cuasi completa en el aire que respiran los ocupantes del edificio en todo momento.
Entrando más en detalle, sistema a sistema, las dos etapas de filtración basadas en la polarización activa (SIPAP) utilizan la polarización electrostática sobre una media filtrante y no generan ionización. Esta tecnología sustituye a la filtración tradicional y consume menos energía –lo que nos permite ayudar también a mantener los parámetros de eficiencia energética del edificio- debido a su baja pérdida de carga, con un coste de mantenimiento inferior respecto a la filtración tradicional.
Por su parte, la etapa central, basada en filtros fotocatalíticos SFEG, está compuesta por un catalizador que es un panel en forma de nido de abeja -impregnado en dióxido de titanio-, al que se añaden emisores de luz ultravioleta del espectro germicida (259nm). Combina, además, la luz ultravioleta UVGI de espectro germicida y la oxidación por medio de radicales hidroxilo; lo que en su conjunto permite desactivar el ADN de los microorganismos presentes en el flujo de aire.
Un espacio que se adapta a las personas, tanto como el aire que nos rodea
Esta nueva tecnología fotocatalítica SFEG, tiene una capacidad de reducción de microorganismos en el aire que respiramos mayor del 99% para virus y bacterias y del 97% para hongos, y supone un antes y un después en el control de agentes infecciosos en el aire interior, testada incluso en entornos críticos hospitalarios, lo que, evidentemente, nos ha permitido garantizar que el aire que respiren los ocupantes del edificio 86d Velázquez será el más saludable posible.
Una contribución fundamental para un espacio, como este, diseñado por y para generar bienestar en las personas y donde quién lo habita se convierte en el centro de todo. En definitiva, un espacio que se adapta a las personas y no a la inversa, al igual que aire que nos rodea, y que se adecua a la perfección a los nuevos modelos de trabajo más colaborativos y flexibles.