Y si además de pensar en la sostenibilidad del edificio pensamos también en el bienestar de sus ocupantes…

WELL, LEED, BREEAM, DGNB, VERDE… las certificaciones de sostenibilidad para edificios se han convertido en un plus imprescindible, no solo para garantizar el cumplimiento medioambiental de un inmueble, sino también, y sobre todo, para mejorar su valor económico y social, proporcionando ahorros energéticos y de emisiones, pero también el bienestar a sus ocupantes.

El cuidado del aire, el control térmico, la eficiencia energética o la calidad ambiental son parámetros cada vez más determinantes para que los edificios sean atractivos para todos los que los habitan, sea de forma permanente u ocasional, y se han convertido en elementos prioritarios a la hora de ser elegidos por sus futuros ocupantes. Y esta certeza se hace visible a través de las certificaciones reconocidas por todos los actores del mercado, y que se convierten en la expresión objetiva e incontestable de que nos encontramos ante un medio construido confiable.

Sellos y certificaciones como LEED o BREEAM son algunos de los más significativos y reconocidos. Un proyecto arquitectónico sostenible debe incluir eficiencia energética, uso de agua responsable, materiales sostenibles y calidad ambiental interior. Y los estándares de estas certificaciones precisamente califican edificios basándose en estos criterios.

Un proyecto arquitectónico sostenible debe ser evaluado mediante una serie de indicadores clave que miden su desempeño ambiental, social, y económico. Estos indicadores incluyen: Consumo de Energía Primaria, Emisiones de CO2, Consumo de Agua, Calidad Ambiental Interior, Proporción de Energía Renovable, Tasa de Reciclaje de Materiales, Índice de Vegetación, o Índice de Sombra Bioclimática, entre otros.

En Acsos los conocemos bien ya que realizamos para nuestros clientes las mediciones y todo tipo de auditorías necesarias para obtener los créditos requeridos para esos proyectos de certificación. LEED, gestionada por el USGBC (U.S. Green Building Council), es considerada a escala internacional un referente en certificaciones de sostenibilidad, mientras que BREEAM es el certificado preferido a nivel español, sobre todo en el ámbito residencial.

Ambos resultan efectivos a la hora de generar conciencia y promover prácticas de construcción sostenibles, proporcionando un marco para evaluar y reconocer el rendimiento ambiental de los edificios, incentivando al sector a adoptar prácticas más verdes. Además, estas certificaciones son altamente valoradas entre todos los actores que conforman el sector inmobiliario, por su capacidad para mejorar la imagen de proyectos y desarrolladores, incrementar el valor de los inmuebles y proporcionar un estándar cuantificable de sostenibilidad.

Pero, dando un paso más allá, en los últimos años, han surgido nuevas certificaciones que complementan a las anteriores, con un enfoque mucho más específico hacia aspectos de la sostenibilidad, que, como novedad, se centran, no solo en los ahorros energéticos o la reducción de emisiones, sino también en el bienestar humano y el impacto ambiental de los interiores. Este es el caso de la certificación WELL, que aunque surgió en 2014, actualmente está tomando gran relevancia. Esta certificación da un paso más allá al poner el foco de las decisiones empresariales en las personas, facilitando además a las empresas el alineamiento de sus políticas ESG con gran parte de las novedades legislativas de la UE.

El factor humano y la salud deberían ser piedras angulares en la estrategia ESG de las compañías. Y existen parámetros medibles para ello: diversidad, equidad e inclusión; salud y seguridad de los empleados; sostenibilidad y resiliencia; cultura corporativa y satisfacción de los empleados; compromiso y desempeño de los trabajadores; satisfacción del cliente, y captación/retención de inquilinos, entre otros. En concreto, herramientas como WELL at Scale facilitan a las organizaciones las labores de medición, monitoreo y realización de informes basadas en métricas relacionadas con la ESG, especialmente en lo referido a la “S” de social, un pilar históricamente menos definido.

En esta línea, Well dispone incluso de una certificación específica, la Well Performance Rating, que mide y valora el impacto directo de un espacio en la salud y el bienestar de sus ocupantes. Esta certificación, con la que cuentan nuestras nuevas oficinas en Grupo Aire Limpio, no solo evalúa aspectos esenciales como la calidad del aire y una iluminación adecuada, sino que aborda también otros factores como la calidad del agua, el diseño de espacios para fomentar la actividad física, el confort acústico y visual, y otras actuaciones encaminadas a promover la salud mental y el bienestar en general.

Debemos ser cada vez más conscientes de que el diseño de un espacio de trabajo adecuado va más allá de los criterios estéticos, funcionales y organizativos. Las empresas las conforman personas y deben crear en sus espacios laborales un ambiente que respalde, mejore y potencie la experiencia diaria de todas las personas que forman parte de ellas: empleados, colaboradores y visitantes. Solo así conseguiremos generar para nuestros edificios la intersección perfecta entre negocios, salud y sostenibilidad. En este sentido, WELL cuenta ya en España con 229 inscripciones, 252 ubicaciones, 4 millones de metros cuadrados y 50 ubicaciones certificadas.

En Acsos realizamos servicios de performance verification y pretest WELL y, de hecho, somos la única PTO (Performance testing organization) de España para WELL, con siete agentes acreditados. Nos encargamos de poner todos los medios para que las entidades encargadas puedan llevar a buen término el proceso de certificación, desde una posición única como líderes indiscutibles en la verificación y realización de pruebas de campo. Una labor que responde a los mayores estándares de calidad, acreditación y cualificación de nuestras personas y equipo.