Análisis de riesgo y auditorías de control de legionella: pasos clave para establecer los nuevos PSL y PSA
Por Paulino Pastor, director general de Ambisalud
27/09/2023Evaluación de riesgo por etapas e identificación de puntos de control críticos
Ambas normativas sí difieren a la hora de repartir responsabilidades en el control del cumplimiento del plan, que en el caso del PSA recae principalmente en el titular del local, mientras que en el caso del PSL, su Real Decreto incluye también a fabricantes de equipos e instaladores. Los primeros, deben asegurar el correcto diseño de los equipos y la accesibilidad a los componentes para facilitar su limpieza, mientras que los responsables de proyecto e instaladores deberán asegurar que los materiales, la accesibilidad y la ubicación de la instalación sean adecuados al uso previsto y acordes a la normativa técnica aplicable.
Y esto implica que, para instalaciones nuevas, o ya existentes sometidas a una remodelación relevante, deberá de hacerse una declaración responsable del cumplimiento de todos los requisitos del RD de control de legionelosis por parte de la persona que realiza ese proyecto/instalación.
El análisis previo de la instalación es clave para reducir incidencias en nuestro PSA o PSL
Por lo tanto, a la hora de elaborar un PSA o un PSL resulta clave conocer el estado del arte de la instalación sobre la que aplicaremos el plan y cerciorarnos de que, a priori, cumple con los requisitos estructurales obligatorios que establecen los reales decretos. Un análisis previo exhaustivo nos permitirá identificar problemas, conocer los fallos y solventarlos con anterioridad, lo que permite elaborar los planes sobre una base estructural correcta, con el consiguiente ahorro en recursos a posteriori.
Así, por poner un ejemplo, en un PSA resulta crucial arrancar desde un buen equilibrado de las redes de agua, que permite evitar puntos fríos en la instalación, donde Legionella puede proliferar, y que pueden deberse a zonas de estancamiento, detectables en un análisis previo. Este equilibrado se consigue instalando válvulas en cada ramal que permiten ajustar los caudales para compensar pérdidas de temperatura, asociadas también a la temperatura ambiente, el diámetro y grosor de la tubería, el tipo de aislamiento, etc.
Esquema tipo de evaluación de riesgos por etapas para PSL.
Sistemas de monitorización permanentes, el medio más seguro para certificar la instalación
Los profesionales de commissioning y auditorías de calidad del agua, establecemos, al igual que los responsables de mantenimiento, puntos de monitorización en las instalaciones que, unidos a estas válvulas, permiten que el riguroso tratamiento de choque habitual para la prevención de Legionella se administre de forma homogénea en un circuito equilibrado, lo que maximiza su eficacia. Además, si se controla mediante el BMS, dispondremos también de gráficas y alarmas en tiempo real. Estableciendo un sistema de este tipo de manera permanente, podremos certificar que la instalación funciona de acuerdo a norma siempre, y no solo cuando hagamos un análisis puntual.
En Ambisalud contábamos ya con muchos años de experiencia en la realización de auditorías de control de Legionella y análisis de riesgo de instalaciones, basadas en los requisitos de la norma UNE 100030:2017 y las Guías Técnicas del Ministerio de Sanidad. Ha sido por tanto sencillo adecuar nuestros sistemas de monitorización y control a los parámetros establecidos en los dos nuevos reales decretos, de cara a presentar en el congreso de Ingeniería Hospitalaria una solución completa que dé respuesta a nuestros clientes, tanto del ámbito sanitario, como de otros entornos prioritarios.
Paulino Pastor es director general de Ambisalud y presidente de la Federación de Empresas de Calidad de Aire interior (Fedcai). Además, es el coautor de la Guía Técnica de Legionella del Ministerio de Sanidad, y corredactor de la norma UNE 100030 de Prevención y control de la proliferación y diseminación de Legionella en instalaciones.