Digitalización de las instalaciones, el nuevo paradigma de la flexibilidad energética
Un primer paso, antes incluso de plantearnos cualquier otra acción, es, necesariamente, deshacernos de los desperdicios. Aquellos excedentes que todos conocemos y, demasiado a menudo, toleramos: la bomba que funciona 24/7 sin necesidad porque olvidamos apagarla, o bien la climatizadora a la que se le averió el contacto y no funciona desde hace tiempo, pero, también los splits que, aunque funcionen correctamente y según su horario, dan servicio a salas que se encuentran vacías, o los sistemas que mantienen las salas a 21°C durante todo el año.
El decreto ley de medidas de ahorro energético da un paso al frente al Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios (RITE), en dónde se realza que el confort térmico es tan necesario como ajustarlo a las necesidades reales.
Una vez eliminados los desperdicios y habiéndose ajustado con más exactitud a la demanda real, es momento de entrar en flexibilidad energética: la capacidad de modelar la distribución y la magnitud de nuestro consumo. ¿Cómo? Planteando, por ejemplo, estas dos estrategias, dos conceptos claves de la flexibilidad energética: el ahorro energético, centrado en la reducción de la magnitud del consumo, y el ahorro económico, que se ayuda de la redistribución del mismo.
Ahorro energético. Implica, sin paliativos, la reducción del consumo.
¿Qué estrategias utilizamos para lograr este objetivo? Ceñirnos al nuevo decreto hasta disponer de una persona (o sistema) que esté presente de forma continua en el control de los equipos, ajustando continuamente el encendido, el apagado, la consigna, la renovación de aire o las bandas de regulación para garantizar la máxima precisión a la demanda real de los usuarios. Esto nos asegura mantener las condiciones de confort óptimas y minimizar de forma continua el consumo energético.
Ejemplo: Si conocemos, con datos operativos, el funcionamiento de nuestros equipos, podemos llegar a gestionarlos de la forma más eficiente tanto a nivel energético como a nivel técnico, proporcionando más durabilidad a nuestros equipos y eliminando las emisiones de CO2 que supone la compra de un equipo de climatización nuevo.
Ahorro económico. Es evidente que una reducción de consumo eléctrico conlleva una reducción económica. Pero, aplicando estrategias de flexibilidad energética, lograremos unos ahorros mucho más significativos.
Ejemplo: Vincular las diferentes tarificaciones horarias de nuestros contratos eléctricos con modelos de inteligencia artificial que se adelanten a las necesidades previstas de nuestra instalación, desplazando así sus horas de funcionamiento a aquellas con la tarifa más económica.
No cabe duda que conseguir aplicar estrategias con este nivel de precisión no es sencillo. Indoorclima, gracias a los datos recopilados durante años de centenares de instalaciones, ha podido desarrollar mediante inteligencia artificial modelos que se adelantan a la demanda y la satisfacen de la forma más óptima con los algoritmos más avanzados.
¿Cuál es el proceso?

Paso 1: Digitalización de una instalación de climatización.
En este caso entendemos la digitalización como el proceso de hacer accesible desde un servicio online la visualización y control de una o más instalaciones. Es importante distinguir la digitalización de la monitorización, donde esta última se limita a la recopilación de datos sin actuar sobre ningún elemento. En cambio, con la digitalización, podemos actuar sobre los equipos y aplicar automatizaciones específicas que nos ponen en un paradigma mucho más avanzado que, por ejemplo, un BMS.
Paso 2: Tecnología

SGClima, el servicio proporcionado por Indoorclima, se convierte, una vez digitalizada la instalación, en el cerebro que dirige el funcionamiento de todos los elementos. Es el equivalente tecnológico a disponer de un experto en instalaciones de climatización pendiente de todo en todo momento. SGClima va más allá de realizar automáticamente las modificaciones necesarias para mantener el confort, mantener el correcto funcionamiento de los equipos y garantizar el ahorro energético (y económico), además, mediante un mantenimiento predictivo, es capaz de adelantarse a los acontecimientos futuros.
La tecnología no para de avanzar y SGClima no para de aprender. La constante recepción masiva de datos alimenta nuestro sistema inteligente de Big Data para seguir optimizando continuamente las operativas de funcionamiento.

¿Dónde queda, en este contexto, la figura del técnico o del mantenedor que, hasta ahora, se encargaba manualmente de realizar estas tareas?
Nueva figura Service Engineer. El nuevo técnico digital
Instaladores/as y expertos/as en mantenimiento con capacidades, habilidades y competencias digitales específicas para dar respuesta a los nuevos entornos de Inteligencia Artificial que garanticen la eficiencia operativa. Esto permite al personal técnico especializado dar soporte a una gestión multisite (diversas instalaciones) en remoto y en tiempo real.
En Indoorclima existe Instanet, el programa de formación en Service Engineer para crear la mayor red de partners instaladores y/o mantenedores con una clara especialización técnica en digitalización.
Caso práctico
Se procede a realizar visita técnica, paso previo necesario a cualquier digitalización, para evaluar posibilidades. De las dos enfriadoras, la más antigua se encuentra con un circuito deshabilitado por avería y no tiene posibilidad de comunicación. La más nueva, plenamente operativa, es fácilmente accesible mediante protocolos de comunicación. Solamente hay dos bombas para el primario, no hay colector.
La solución para la digitalización, en este caso, es sencilla. Aprobar la nueva arquitectura digitalizada de la instalación (por parte de la empresa, instalador e Indoorclima). Una vez configurado el hardware necesario y realizada la versión digital de la instalación, pasamos a la siguiente fase.
SGClimaBox, un concentrador de datos propio de Indoorclima, se encargará de la comunicación con el servidor mediante una tarjeta SIM, sin interferir con la red, en este caso, del gimnasio. La red de bus se encargará de comunicar los dispositivos instalados: analizadores de redes para evaluar el consumo, tarjeta de supervisión para el control de la enfriadora nueva, y un módulo de señales de campo para controlar la enfriadora antigua y las bombas.
Una vez realizadas todas las conexiones, los datos empiezan a fluir hacia el servidor, aparecen digitalizados en las pantallas y procedemos a calibrar los sensores y a realizar los check points necesarios para verificar una correcta conexión. Una vez validado con éxito, se inicia la monitorización y la gestión del proyecto.
Tras tres meses de gestión automatizada con el SGClima, el consumo eléctrico en climatización se ha reducido en un 28% manteniendo el mismo nivel de confort y posibilitando el aviso temprano de potenciales problemas.