Solo el 20% de las viviendas españolas con calefacción central han instalado repartidores de costes
Falta menos de un año para que los hogares españoles con calefacción central dejen de pagar en función del gasto total de los vecinos, y que cada uno pague justo por lo que consume. Antes de mayo de 2023, 1,5 millones de viviendas tendrán que contar con dispositivos (contadores y repartidores) que midan el consumo en los edificios que tienen calefacción centralizada. Sin embargo, según datos de Ista, solo el 20% de las viviendas los han instalado.
Pero a tan solo 11 meses de que sea obligatorio, bajo riesgo de sanciones de entre 1.000 y 10.000 euros, solo el 20% de las comunidades que han de llevar a cabo la instalación, la han abordado.
Ista advierte del posible cuello de botella que se puede producir cuando, según vayan avanzando los meses, las fincas tengan que adaptar su calefacción a la nueva normativa. “Solo 250.000 viviendas en España, aproximadamente, ya han dado el paso y están disfrutando de ahorros de hasta el 30% en su factura de calefacción. 1,3 millones de viviendas deben asumir la instalación de repartidores cuanto antes para evitar un atasco final, que les deje en situación de ilegalidad”, aseguran.
Cumplimiento por zonas geográficas
En las provincias más frías de España (Zona E) como Ávila, Burgos, Soria y León, desde este mes de mayo las comunidades con calefacción central sin sistemas para repartir el consumo se arriesgan ya a inspecciones y multas.
En octubre, la obligación se extenderá a un gran número de provincias, todas las situadas en la zona E (resto de provincias de Castilla y León, Madrid, Navarra y todas las de Castilla La Mancha o Aragón, entre otras). El calendario finaliza el próximo mes de mayo con las provincias de la zona climática C, que engloba casi toda la cornisa cantábrica y parte de Cataluña. Las zonas A, B y alfa (litoral mediterráneo, casi todo Andalucía, Canarias y Baleares), quedan exentas.