"Es necesario habilitar ayudas plurianuales para afrontar la rehabilitación energética equivalente a 350.000 viviendas al año, con lo que se ahorrarían 36 millones de TEP y 130 millones de toneladas de CO2 en su vida útil"
Entrevista a Oscar del Río, presidente de Afelma
Paqui Sáez
19/04/2021España tiene que rehabilitar 1,2 millones de viviendas de aquí a 2030 y 7 millones en 2050 y adaptarlas al modelo de eficiencia energética si quiere cumplir con los objetivos europeos. como comenta Oscar del Río, presidente de la Asociación de Fabricantes Españoles de Lanas Minerales Aislantes (Afelma), esto solo se puede lograr con la implicación de todas las administraciones y con la creación de canales de comunicación entre estas y quienes aportan el conocimiento y la experiencia. conversamos con el responsable de la asociacion para conocer de primera mano sis propuestas para alcanzar estos objetivos.
A principios de año Afelma se reunió con diferentes agentes políticos a nivel nacional, autonómico y local con el fin de dar un impulso a la rehabilitación de nuestros edificios. ¿Cuál es el balance general de estas reuniones?
AFELMA ha logrado abrir una vía de diálogo entre todos los implicados para hacer llegar nuestras propuestas, ahora solo hace falta la voluntad necesaria para que sean llevadas a cabo. Seguiremos trabajando para intentar que así sea.
Con vistas a adelantar el objetivo de rehabilitar hasta 1,2 millones de viviendas en 2025, y 2,4 millones para 2030, desde Afelma hemos trasladado diferentes medidas como implantar el pasaporte energético, adoptar medidas fiscales similares al Ecobonus implantado en países como Italia, utilizar los fondos europeos para promover y acelerar la mejora de las instalaciones de aislamiento térmico en el sector industrial y reforzar el papel ejemplificador de la Administración Pública.
No hay que olvidar que el parque de edificios en España es responsable de aproximadamente el 30% de consumo de energía final y de un tercio de las emisiones de CO2, según datos del propio Gobierno. El potencial ahorro de energía y de reducción de emisiones está ahí si las administraciones quieren alcanzar el horizonte 2030.
Los fondos europeos destinan un porcentaje precisamente a la rehabilitación energética de nuestro parque edificatorio. ¿Se está plasmando ya en la realidad del sector?
Por el momento no hemos observado que la tendencia esté cambiando, aunque estamos a la espera de que así se haga, sobre todo para poder avanzar en la senda de la descarbonización, prioridad europea. Confiamos en que el sector despegue pronto y las distintas administraciones aprovechen la oportunidad que representan estos fondos de recuperación.
Recientemente se ha ampliado el presupuesto del Programa PREE. ¿Están notando el aumento de proyectos?
Como comentaba al principio de la entrevista, entre las propuestas que ustedes plantean se encuentra el ‘Pasaporte Energético’. Exactamente ¿en qué consistiría?
El objetivo principal del Pasaporte Energético es facilitar, fomentar y financiar las actuaciones de rehabilitación progresiva en edificios residenciales -con una antigüedad mínima- mediante la actuación por fases durante un plazo mínimo de cuatros años, para mejorar su eficiencia energética y reducir su demanda energética anual global de calefacción y refrigeración.
Las acciones que subvencionaría el programa serían las relacionadas con un proyecto de rehabilitación que englobase la mejora del aislamiento térmico de la fachada, de la cubierta y del suelo; así como la mejora o sustitución de los sistemas de calefacción y refrigeración, producción de agua caliente sanitaria y ventilación para el acondicionamiento de la vivienda.
Hablando en cifras, un 80% de dicha ayuda sería abonada al final de cada fase y el 20% restante quedaría pendiente al finalizar el proyecto.
Países vecinos ya están plasmando políticas y subvenciones muy similares, como es el pasaporte de renovación energética de los edificios impulsado en Alemania, Bélgica y Francia cuyo objetivo no deja de ser el mismo que debemos conseguir en España: promover la rehabilitación integral de los edificios a largo plazo con el objetivo de mejorar su eficiencia energética.
¿Han calculado los ahorros energéticos y económicos que supondría su implantación?
El parque edificatorio es responsable del consumo de más del 30% de la energía final en España.
Aplicando las medidas establecidas en la ERESEE 2020, se estima una reducción del consumo de energía en el sector residencial de 64.154 GWh para el año 2050, equivalente a una reducción del 37,3% respecto al consumo de 2020. Desglosado en décadas, sería como sigue: el objetivo de ahorro de -26.394 GWh para la década 2020-2030 supone una reducción del 15,7% sobre el consumo de 2020; el de la década 2030-2040 del -15,0% sobre 2030; y el de 2040-2050 del -12,5% sobre 2040.
En Afelma sostenemos que es necesario habilitar ayudas plurianuales para afrontar la rehabilitación energética equivalente a 350.000 viviendas al año, con lo que se ahorrarían 36 millones de TEP y 130 millones de toneladas de CO2 en su vida útil, con el consiguiente descenso en la factura energética y por tanto también de la pobreza energética.
¿Cómo activaría el sector?
Afelma ha hecho un llamamiento a las distintas administraciones para que aseguren que los 21.892 millones de euros en transferencias acordadas para España en el marco del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia que corresponden a la transición verde, se inviertan dando prioridad a acometer una renovación profunda del parque edificado. Concretamente, el 7,9% de estos fondos (6.330 millones de euros) deben destinarse a este fin.
Las medidas propuestas por Afelma producirían un aumento en la actividad del sector en 2030 que se traduciría en una contribución al PIB de más de 6.000 millones de euros, en un incremento anual de 140.000 empleos, en un impacto anual neto de 900 millones de euros al año, además de en una reducción de un 16% en las emisiones y ahorros en la compra de emisiones por valor de 300 millones de euros al año.
La construcción es un sector que siempre ha generado empleo en todas las capas de nuestra sociedad y es uno de los pilares fundamentales de cualquier economía avanzada. Si además apostamos por que sea sostenible el beneficio será doble, ya que minimizamos el gasto energético en viviendas y, siendo como es España un país importador de energía, estaríamos contribuyendo a mejorar la balanza comercial en 170.000 millones.
¿Están en contacto con otras organizaciones implicadas en el proceso de rehabilitación energética para apoyar la idea?
Estas metas solo se cumplirán si fabricantes, instaladores, prescriptores, arquitectos, promotores, etc. se alinean en el cumplimiento de estos objetivos.
Las sinergias entre nosotros son imprescindibles. Juntos, además, tenemos que ser cada vez más exigentes para dar lo mejor al usuario final en cuanto a calidad y eficiencia. Al margen de esto, es imprescindible abrir un foro de debate que incluya entidades financieras, empresas y organizaciones de consumidores, además de la administración pública (gobiernos y administraciones locales).
En Afelma utilizamos el lema 'Rehabilitar Más y Mejor', para subrayar la importancia de que la forma con la que se rehabilita es tanto o más importante que el cuánto se rehabilita.
Aparte de este pasaporte energético, también se ha referido a otras propuestas para activar de forma definitiva la rehabilitación energética de nuestros edificios. ¿Podría explicarlas con más detalle?
Pedimos a la Administración que amplíe el objetivo de renovación del 3% del parque edificatorio público y conseguir 2,4 millones de viviendas rehabilitadas en 2030. En Afelma utilizamos el lema “Rehabilitar Más y Mejor”, para subrayar la importancia de que la forma con la que se rehabilita es tanto o más importante que el cuánto se rehabilita.
También proponemos la adopción de medidas fiscales tales como las deducciones a lo largo de un periodo de cinco años, para fomentar actuaciones como la mejora del aislamiento de la vivienda. Algo similar al Ecobonus implantado en países como Italia, mediante deducciones fiscales a lo largo de un periodo de cinco años.
Tal y como está actualmente planteado, ¿cree que se lograrán los objetivos de eficiencia energética marcados para 2030?
Transformar el actual modelo no es fácil. Un 90% de las viviendas fueron construidas antes del Código Técnico de Edificación y el 60% antes de que existiera cualquier normativa de eficiencia energética. El 92% de estos edificios seguirán en pie en 2050.
De ahí la necesidad de que el sector público y privado cooperen en definir planes que estimulen la actividad y el empleo con políticas públicas adecuadas (subvenciones, ayudas fiscales…) y créditos a bajo interés que faciliten el cumplimiento de los objetivos europeos. Solo así se llegará a cumplir con el horizonte 2030.
Además, hay que tener en cuenta que cuando se rehabilita una vivienda, hay que pensar siempre en el largo plazo. En este sentido no solo es importante el ahorro energético, sino también otros factores como el aislamiento acústico, la sostenibilidad o la naturaleza ignífuga de los materiales de construcción. Existe una gran diferencia, tanto a nivel de calidad como en materia de economía de costes, en función de las técnicas y materiales aislantes que se utilicen. En beneficio de los usuarios, es fundamental que las administraciones creen las condiciones que estimulen la rehabilitación de edificios en línea con los estándares más estrictos del sector.