El mercado de la calefacción cae un 8% en 2020

A pesar de que los suministros de agua caliente y calefacción fueron declarados esenciales durante el Estado de Alarma de 2020, el mercado de la calefacción ha sufrido un retroceso de la actividad económica provocado por el confinamiento y las restricciones a la actividad. Esto se ha traducido en un descenso de la facturación en un 8%. Así lo ha dado a conocer el presidente de la Asociación de Fabricantes de Generadores y Emisores de calor (Fegeca) en la jornada ‘Eficiencia y Seguridad en las Instalaciones Térmicas de Edificios’, que organizaron en colaboración con la Fundación de la Energía de Madrid el pasado 11 de marzo.

Durante este encuentro online, Fegeca presentó el Informe del Sector de la Calefacción correspondiente al 2020, un año en el que se ha vivido una situación atípica y que, como el resto de los sectores económicos se ha visto afectado, como se ha comprobado en los datos de mercado presentados.

El motor del sector sigue siendo la reposición y aunque la demanda se incrementó a la salida del confinamiento, no ha sido suficiente para compensar los meses de inactividad. Se han alcanzado los 647 millones de facturación neta que ha sufrido un descenso del 8% en comparación con 2019.

Volumen estimado por familia de producto.

No obstante, “el buen comportamiento en el inicio de año hace pensar en un 2021 muy prometedor”, comentó Vicente Gallardo, presidente de Fegeca.

También recalcó la capacidad de los fabricantes “para proveer, independientemente de la energía, equipos de muy alta eficiencia energética”. Y en este contexto, es indispensable promover la reposición de aparatos. Y para ello reclamó que la Administración ponga en marcha de manera efectiva planes nacionales que fomente el cambio de los equipos antiguos por otros con nuevas tecnologías.

Tras la presentación del informe de calefacción, tuvo lugar la mesa redonda ‘Eficiencia y Seguridad en las Instalaciones Térmicas’ en la que participaron el propio presidente de Fegeca, Vicente Gallardo; Francisco Alonso, presidente de la Confederación Nacional de Asociaciones de Empresas de Fontanería, Gas, Calefacción, Climatización, Protección contra Incendios, Electricidad y Afines (Conaif); Timoteo de la Fuente, Consejero Técnico de la Subdirección General de Calidad y Seguridad Industrial del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo; y Marta Margarit, secretaria general de Sedigas, moderados por Iván Vaquero, Jefe de la Unidad Técnica de la Fundación de la Energía.

A través de una serie de cuestiones planteadas por el moderador, los participantes abordaron asuntos tanto de eficiencia como seguridad en estas instalaciones.

Eficiencia de las instalaciones

En nuestro país el parque instalado se estima en más de 9.000.000 de equipos de los cuales 6.500.000 es viejo e ineficiente, de ahí que sea prioritario sustituir estos equipos obsoletos por otros con tecnologías más eficientes.

Asi lo manifestó Vicente Gallardo que desglosó los datos del mercado español: El 52% son calderas convencionales de gas y gasóleo; el 37%, calderas de condensación de gas y gasóleo;el 6% equipos de combustible sólido; el 3% bomba de calor y menos de 1% en otras tecnologías.

Además, ese 52% tiene baja eficiencia energética, con letras D y C, por tanto, con un potencial muy grande de renovación.

Gallardo recordó que la eficiencia no solo supone beneficios medioambientales, sino también económicos. “Cada vez que se pone en marcha Plan Renove, la actividad económica se multiplica ya que los costes de operación son menores para los usuarios y supone un atractivo para cambiar sus equipos”.

En este sentido, el papel de los instaladores es decisivo para asesorar a los usuarios sobre las soluciones que más se adapten a sus necesidades.

Así lo confirmó el presidente de Conaif “es importante aconsejar sobre cómo utilizar las instalaciones para sacarles la máxima eficiencia energética, remendando la renovación de aparatos antiguos por otros de mayor eficiencia energética. Y recordó “la monitorización de las instalaciones es fundamental para que el cliente pueda comprobar las eficiencias medioambientales y económicas que tiene”.

Los hogares conectados es ya una realidad y un reto para los instaladores.

La administración, recordó Timoteo de la Fuente, cuenta con varias herramientas para contribuir a aumentar la eficiencia energética en los sistemas de calefacción, como son la reglamentación, que va evolucionando con el estado de la tecnología; el etiquetado energético; la financiación; la comunicación con los actores económicos y su la labor ejemplarizante como consumidor eficiente.

Por su parte, Marta Margarit resaltó las ventajas en eficiencia y confort que puede ofrecer el gas natural en las instalaciones de confort con calderas de condensación, ” por ser seguras, limpias y económicas para el usuario”; tienen más de un 100% de rendimiento energético; y son “más respetuosas con la calidad del aire que las de biomasa, ya que no emiten partículas sólidas”. Señalo, además, que el gas natural es uno de los sistemas “más limpios del mercado, proporcionando acs y calefacción de manera instantánea e ilimitada”.

En definitiva, el sector apuesta firmemente por la eficiencia de las instalaciones y lamenta que actualmente la Administración sólo piense en instalar renovables cuando la realidad de la edificación en nuestro país no lo permite por inviabilidad técnica.

Seguridad en las instalaciones

Con respecto a la seguridad de las instalaciones de usos térmicos, el presidente de Fegeca quiso dar un mensaje de tranquilidad. Como explicó, antes de poner un equipo en el mercado, debe contar con una certificación para poder ser vendido en la UE, pasando una serie de pruebas con estrictas medidas de seguridad. Además, desde la administración vigilan los equipos durante su vida en el mercado. “No obstante, desde Fegeca, sugerimos equipos de reconocido prestigio, con las revisiones periódicas de mantenimiento que marque cada fabricante que verifique que el equipo es totalmente seguro.”

Precisamente, las revisiones periódicas son esenciales para el buen funcionamiento de una instalación. El presidente de Conaif recordó que el cliente tiene que estar concienciado de que las inspecciones y el mantenimiento han de hacerse por un profesional cualificado. "De esta forma no tiene por qué haber problemas”.

La Administración por su parte establece dos grandes líneas de acción en cuanto a seguridad: una sobre los equipos y otra sobre las instalaciones. A través de la reglamentación y normalización de los equipos, las inspecciones, la certificación y la vigilancia del mercado, velan por garantizar que los equipos instalados sean los que cumplen con los niveles de seguridad exigidos.

En este sentido, tanto la normativa europea como los reglamentos nacionales se han ido adaptando al progreso tecnológico y ha evolucionado a la par que lo hace el estado de la técnica.

Como retos de futuro, los participantes señalaron la renovación del parque, la digitalización y los servicios globales, un gran reto tecnológico que aumentará la competitividad.

Como apuntó Margarit, el sector gasista está muy comprometido con la descarbonización. De hecho, como explicó, ya se está inyectando a la red biometano procedente de residuos y las primeras experiencias con hidrógeno. “Esto permite predecir que a futuro se podría mantener la calefacción tal y como está pero cambiando paulatinamente la energía”.

De hecho, ya hay desarrollos planeados para dedicar las redes al uso de gases renovables y al hidrógeno puro que serán claves para alcanzar la neutralidad climática no más tarde de 2050.

Los aparatos de gas también están listos para usar gases renovables y funcionar, sin ningún cambio, completamente con metano biológico y sintético, así como con GLP biológico. Muchos aparatos que se comercializan actualmente, también pueden funcionar con mezclas de hasta un 20% de hidrógeno con cualquier gas a base de metano. La industria está desarrollando aparatos capaces de trabajar con hidrógeno 100%.

Por ello los instaladores tienen un gran reto por delante en cuanto a formación. Y lamentó la falta de nuevos profesionales cualificados que conozcan las tecnologías más eficientes.

Finalmente se reivindicó el derecho de la población a elegir la tecnología que quiere usar para su sistema de calefacción y más cuando se están ofreciendo soluciones renovables que permiten mejorar la eficiencia de las instalaciones de manera técnica y económicamente viable.

Por último, es necesario mantener contacto constante con la administración para lograr que las soluciones con hidrógeno y gases renovables entren en los planes de transición ecológica y se matice el actual dogma de la electrificación.